135.000 personas presenciaron en vivo la primera jornada

Una vez más, la afición ha acudido en masa a la llamada del Rally de Cataluña. Ayer, a pesar de ser viernes lectivo, unas 135.000 personas, algo menos que el pasado año, abarrotaron las cunetas de los tramos situados al norte de Vic. Y, a pesar del elevado número de espectadores, no hubo ningún incidente. Para controlar a esa ingente masa de gente el RACC, club organizador de la prueba, cuenta con un enorme dispositivo velando por la seguridad. 1.825 comisarios, 777 Mossos d’Esquadra, 126 radios, 81 coches de seguridad, 41 médicos, 41 ambulancias, 39 cronometrajes intermedios, 24 grúas, 27 coches de rescate rápido, 18 camiones de bomberos y 4 helicópteros. Con ese dispositivo, Amán Barfull, el responsable deportivo del RACC, lo tiene todo controlado. Además, hay línea de teléfono en cada salida y llegada, y recibe imágenes de los mismos mediante cámaras web-cam, y también de las instaladas en los helicópteros. Entre las medidas de seguridad adoptadas, sólo se permite la ubicación del público en las zonas marcadas a ese efecto, para evitar espectadores descontrolados, y se cierran las carreteras de los tramos la noche anterior, con lo que nadie puede aparcar en zonas que molesten a los pilotos. Al finalizar el rally, las cunetas quedarán perfectamente limpias.

Gran séptima plaza de Solá

Dani Solá está realizando una gran actuación con el Mitsubishi oficial. Es el mejor de los escuderos de la formación nipona, en el que también está encuadrado el ganador de las dos últimas ediciones del rally, Gilles Panizzi. Por tanto, es una buena referencia. Dani quería adaptarse poco a poco a la conducción del coche, pero es séptimo en la general siendo el mejor de lo suyos.