Fernando Alonso enjuagó ayer en Montmeló el mal sabor de boca que se trajo de Indianápolis, donde un reventón le apartó del podio. El piloto asturiano completó 93 vueltas sobre el trazado catalán y marcó un crono de 1:16.982. Teniendo en cuenta que el tiempo que firmó en los entrenamientos oficiales del pasado Gran Premio España fue de 1:16.422, el ritmo al que probó nuevas evoluciones en su Renault R24 fue aceptable. Sólo Giancarlo Fisichella (Sauber) rodó mejor que él al hacer 1:16.904.

La escudería francesa se trasladó al Circuit de Catalunya con Fernando Alonso y el probador Franck Montagny. Por la mañana, el piloto asturiano se dedicó a desarrollar algunos cambios en la suspensión y por la tarde se centró en realizar pruebas aerodinámicas y afinar la puesta a punto para el próximo Gran Premio en Magny-Cours. Para Montagny (1:17.676 como mejor vuelta) quedaron los test con los neumáticos y experimentó con diferentes compuestos. El pinchazo en una de las ruedas Michelin que sufrió el piloto español en EE UU ha puesto en guardia a los responsables de las casas francesas, porque aunque la explicación oficial sobre el incidente se centró en la suciedad de la pista debido a un accidente, también es cierto que en la calificación los compuestos no dieron los resultados deseados.

Satisfechos.

Christian Silk, el ingeniero jefe de pruebas de Renault, calificó la primera jornada de pruebas como muy buena. El responsable del desarrollo de los R24 se congratuló de que los dos coches han rodado sin sufrir ningún problema y concluyeron sus respectivos programas. Montagny ha llevado a cabo buenos test en el aspecto de los neumáticos, mientras que el trabajo de puesta a punto de Fernando ha sido muy fructífero. Silk también reveló que se trabajó para irse adaptando el nuevo sistema de calificación que se introduce en Silverstone.

Hoy a Renault se les unirá Ferrari, con Michael Schumacher.