‘La que se avecina’ se desboca: Antonio Recio lleva a su hijo adolescente a un burdel para que pierda la virginidad

La temporada 15 de ‘La que se avecina’ continúa con sus tramas delirantes y su sentido del humor tan particular. En el episodio cuatro de esta nueva temporada, Antonio Recio vuelve a hacer de las suyas, y se lleva a su hijo Toñín a un prostíbulo para que pierda la virginidad con tal de “hacer de él un hombre”. No obstante, el hijo de Nines está más interesado en otros menesteres, como ser streamer, motivo por el cual en lugar de consumar el acto, se dedica a jugar a Fortnite en el burdel.

‘La que se avecina’: Antonio Recio lleva a su hijo Toñín a un burdel para que “se haga un hombre” y termina jugando a Fortnite con una prostituta

En el cuarto episodio de la temporada 15 de ‘La que se avecina’, titulado “Un Chorrillo Muy Triste, Un Heredero Putero y Un Drenaje de Salami”, Antonio Recio continúa demostrando por qué es uno de los principales pilares de la comedia española gracias a otra de sus “ocurrencias”. En esta temporada, Toñín, el hijo biológico que tuvo con Nines, se va a vivir con los Recio, pero una de las principales preocupaciones de Antonio es que este posible heredero de su “imperio” pueda no ser heterosexual, como Alba. Para despejar sus dudas y hacer de él “un hombre”, Antonio decide llevar a Toñín a un burdel para que pierda la virginidad con una prostituta, y de esta manera, asegurarse de que tiene a un “heredero digno” para Mariscos Recio, la empresa que fundó.

Una vez “consumado” el acto, Antonio trata con más respeto del habitual a su vástago, quien a priori parece encantado con esta mayor atención por parte de su progenitor. De hecho, le cambia su apodo de “Toñín” a “Toño”, simbolizando este nuevo estatus que el adolescente posee a ojos de su padre.

No obstante, y como suele ser habitual en las comedias de este tipo, cerca del final del episodio se revela la verdadera naturaleza de lo que pasó en la habitación del prostíbulo: Toñín no perdió la virginidad, sino que en lugar de tener sexo, se puso a jugar a Fortnite con la meretriz. Es inequívoco; en la breve conversación entre ambos se mencionan elementos tales como “la tormenta”, las “skins” y se menciona al videojuego por su propio nombre.

De esta manera, Toñín no solo demuestra tener la cabeza mejor amueblada que Antonio Recio, sino que también confirma que, tal y como comentaba con anterioridad en el mismo episodio, no tiene prisa por perder la virginidad, de lo que se deduce que está esperando a la persona adecuada y no quiere que su primera vez sea un encuentro fortuito en un prostíbulo.

En líneas generales, se trata de una de las subtramas más divertidas de la decimoquinta temporada, que vuelve a probar que Antonio Recio sigue siendo una de las grandes caricaturas de nuestro país. Su moralidad tan laxa, sumados a su hipocresía y sentido del ¿patriotismo? tan perverso hacen de él un retrato perfecto de un determinado tipo de personaje que sigue existiendo en la España a día de hoy. No obstante, pese a su concepción satírica, hay quien junto como a otros como Amador Rivas, los toman como “ejemplos a seguir” debido a sus chascarrillos y las divertidas y surrealistas situaciones en las que se ven inmersos.

Las otras grandes tramas de ‘La que se avecina′ T15

En este cuarto capítulo de la temporada 15 de ‘La que se avecina’ también somos testigos de otras divertidas y rocambolescas tramas que hacen de los inquilinos de Contubernio 49 una de las “familias” más peculiares de la ficción televisiva patria. Por un lado, y de nuevo con los Recio como protagonistas, Rosario Parrales se ve obligado a secuestrar a Berta Escobar con tal de que Antonio le devuelva el dinero que le prestó, pero le sale el tiro por la culata, pues sin la presencia de su mujer, tiene el total control de Mariscos Recio.

Por otra parte, Menchu y Fina se meten en terreno pantanoso con Rebeca, pues Fina decide dejarle una cámara oculta en el dormitorio que posteriormente deciden retirar, pero ambas son pilladas in fraganti, lo cual hace que las tensiones sigan en aumento.

Y para rematar, cerca del final del episodio comienzan a fraguarse las hostilidades entre los inquilinos de las viviendas exteriores y las interiores por las diferencias en las calidades de las zonas comunes, y porque los de cada sección consideran injusto que deban pagar derramas para arreglos que no les afectan directamente a ellos. En líneas generales, esta nueva temporada de ‘La que se avecina’ trae consigo todo lo que cabría esperar de la serie: evolución de las relaciones entre personajes, situaciones surrealistas y un buen balance entre momentos cómicos, tensos y emotivos.