El final de la temporada de La Casa del Dragón trae de vuelta dos de los personajes más importantes de Juego de Tronos

Nota: Este texto contiene espóileres importantes sobre el último capítulo de la segunda temporada de juego de tronos. Recomendamos leerlo cuando se haya visto el capítulo

Entre lo mucho que hay por procesar del último capítulo de la segunda temporada de La Casa del Dragón, los fans de Juego de Tronos recibieron la visita fantasmas venidos del futuro, conectando de forma indeleble los acontecimientos de ambas series pese a los años de distancia entre ambas (unos 172 años hasta el nacimiento de Daenarys Targaryen, puedes ver la genealogía de la casa Targaryen aquí). Fue a través de las vívidas visiones que llevan acosando a Daemon durante toda la temporada, cuando el tío y príncipe consorte de Rhaenyra recibe una revelación final definitiva. Durante la temporada hemos asistido a las dudas del personaje sobre su lugar en la sucesión, así como sus arranques de orgullo ante la idea de reconocer a Rhaenyra como su reina y aceptar el papel secundario de consorte, algo sobre lo que giran las visiones que está teniendo en Harrenhal, el castillo maldito en el que lleva un tiempo. Sin embargo, una revelación final es la que termina de disipar sus dudas, convenciéndole de hincar la rodilla ante Rhaenyra ante el convencimiento de que sólo juntos podrá la casa Targaryen afrontar la amenaza que llega.

¿Qué dice la visión de Daemon en el final de la segunda temporada de ‘La Casa del Dragón?

A través de esas últimas visiones, Daemon recibe información sobre el futuro. Es testigo de su propia muerte, que ya sabe cómo y cuándo se producirá, dejando la pregunta de su propio destino resuelta. Al mismo tiempo, atisba la amenaza que se cierne más allá del muro, pudiendo ver cara a cara al mismísimo Rey de la Noche y sus huestes para luego, a continuación, ver a una muchacha de pelo blanco, a la que el fuego de una pila funeraria no la hace arder y de la que aparecen tres bebés de dragón. Sí, aunque no le ve la cara, Daemon puede ver también a Daenarys en uno de sus momentos cumbres y como la última esperanza para afrontar el horror que llegará. Son todas esas revelaciones las que convencen al príncipe de dejar al lado su arrogancia y ambiciones para unirse a la lucha en consolidar su casa, su sangre y su legado, si es que la humanidad quiere tener alguna esperanza.

Daemon incluso termina exclamando la frase: Sōnar amāzis, que es el equivalente en alto valyrio de “el invierno se acerca”, el puente definitivo que conecta ambas exitosas series de HBO.

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