Ya hemos jugado a Kirby Air Riders: así es el caos controlado de Sakurai que poco tiene que ver con Mario Kart

Nuestra primera visita en Gamescom 2025 ha tenido bordado el sello de Nintendo. Mientras medio planeta del videojuego veía a Sakurai anunciar a los cuatro vientos qué es lo que propone Kirby Air Raiders, en MeriStation podíamos jugar en profundidad a sus dos vertientes principales. Nos quedan muchas cosas en claro, pero sobre todo tenemos la sensación de que apenas hemos rascado la superficie.

Un caos controlado

Así definiríamos nuestro paso por esta demostración. Con Sakurai al frente del proyecto, Sora y Bandai Namco se han aliado para que uno de los clásicos de culto de Gamecube cobre una segunda juventud en Nintendo Switch 2. Lo cierto es que el creativo ha trazado un juego más complejo y técnico que el original, mientras mantiene el espíritu que lo caracterizó en su día: es un caos controlado.

El modo City Trial es el ejemplo idóneo. Hasta 16 jugadores se dan cita en Skyah, una isla flotante con numerosos ecosistemas en los que debemos hacernos con diversos bonificadores para ir aumentando las estadísticas de nuestro personaje. Toda esa franja consta de 5 minutos de absoluto desorden a una velocidad altísima. La primera partida no comprendes lo que ocurre, en la segunda comienzas a atar cabos y no es hasta las consecutivas cuando el olfato comienza a entrar en juego.

El toque de variedad lo colocan los eventos, que van desde hacernos diminutos hasta una cascada de bolas de pincho que dificulta la travesía. Robar naves, el término que utilizan para referirse a las monturas de los personajes, es clave teniendo en cuenta la relación entre nuestras estadísticas potenciadas y las habilidades pasivas del protagonista que hayamos seleccionado.

Esos cinco minutos terminan en la elección de un estadio. La curiosa naturaleza de este spin-off de Kirby es que en este modo puede haber incluso hasta cuatro ganadores al mismo tiempo. Depende de si la partida permite que elijas del estadio que mejor te convenga o no. El término estadio se refiere al minijuego final, un cara a cara con los otros jugadores en donde se pone en práctica la construcción que ha realizado hasta el momento. Durante la sesión nos indican que influye mucho la estrategia, el saber elegir los iconos adecuadamente. Puede ser que en el largo plazo, cuando lo dominas, ocurra, pero en nuestra experiencia no hemos podido evitar ser una aspiradora de bonificaciones. Muchas veces el juego te anima a serlo.

Carreras atípicas: todo técnica depurada

Nintendo nos permitió acceder a un par de carreras contra la CPU en el otro modo que lidera el contenido de Kirby Air Riders. En Air Ride pueden jugar hasta 6 jugadores al mismo tiempo en trazados clásicos con la meta como objetivo. No es en absoluto un Mario Kart. Rechacemos esa idea. Estamos ante otra cosa enfocada en la acción como vehículo hacia lograr velocidad.

Puede sonar extraño, pero así es. Se acelera automáticamente. No hay que pulsar un solo botón o mover la palanca hacia delante. Nada. Lo único que debes tener en cuenta son dos botones, además del stick para virar hacia los lados. La B sirve para atacar y absorber enemigos con los que impulsarnos y conseguir potenciadores. La Y, en cambio, es la habilidad especial, que desata una furia de golpes una vez cargada.

A partir de ahí se van añadiendo pequeñas capas mecánicas que van haciendo que cada vez se vuelva más complejo. La misma B de ataque también sirve para generar un impulso para salir despedidos hacia delante. Una suerte de derrape en la que el propio juego te indica que debes usar aprovechando los vértices de los trazados. Circuitos, por cierto, muy vistosos y repletos de detalles. El juego iba bastante fluido pese a la cantidad de efectos que ocurren en pantalla.

Se podría jugar con una mano de manera relajada, pero al mismo tiempo tiene ese nivel de competitividad que podemos encontrar en otros sellos de la casa. La comparativa con Smash Bros no es descabellada. Los dos tienen el mismo gen competitivo, de llevar una fórmula básica aparentemente sencilla a nuevos niveles fruto de la experiencia y el exprimir de las mecánicas.

Queremos seguir jugando

Nos levantamos de la mesa con la sensación de no haber rodado lo suficiente. Kirby Air Riders tiene algo que pica el gusanillo. Hemos tocado la superficie y nos lo hemos pasado bomba, pero al mismo tiempo sentimos que nos falta todavía mucho por experimentar y depurar nuestro estilo de juego. Es un juego con la firma de Sakurai en todos los sentidos y es algo que sin duda los fans sabrán apreciar. Solo el tiempo dirá si el contenido acompaña, que fue una de las debilidades del original y que incluso en el Direct tampoco se supo responder completamente.

Recuerda que llegará el 20 de noviembre de este año en exclusiva para Nintendo Switch 2.

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