Turtle Beach Stealth Pro, análisis. La excelencia absoluta en forma de headset
Analizamos los mejores auriculares que Turtle Beach ha publicado hasta la fecha. Una pieza premium que cumple con todo lo que esperas de su gama.
El sector de los auriculares para videojuegos es probablemente uno de los más competidos de la industria. Durante los últimos tiempos, Turtle Beach se ha posicionado cómodamente en la gama media con la serie Stealth y el que hoy tenemos en la mano es su intento más serio de apuntar a lo más alto. Con el lanzamiento de sus Stealth PRO, la compañía californiana presenta un headset cargado de funcionalidades que viene a intentar competir de tú a tú con sus rivales más directos del espectro inalámbrico premium (mayormente los Arctis Nova Pro de Steelseries, los Astro A50 y los Audeze Maxwell). Los cascos se presentan en dos versiones: Playstation y Xbox. La versión Playstation, la que analizamos hoy, es compatible con las consolas de Sony pero no con las de Microsoft. Sin embargo la versión de Xbox sí es compatible con PS4/PS5 y todos los demás dispositivos y se vende al mismo precio de 329€, con lo que en el caso de decidirse por su compra la opción más inteligente es la de la versión Xbox.
Calidad superior
Una de las primeras cosas que llaman la atención al sostener por primera vez los Stealth PRO es su peso. Incluso sin el micro integrado alcanzan los 400 gramos, cosa que nos hizo sospechar de su comodidad en largas sesiones de juego; pero por otro lado es un compromiso con la calidad: donde antes había plástico ahora hay inserciones de aluminio y acero y en general los auriculares tienen un aspecto y un feeling con mucho mayor empaque. Incluso el diseño es sobrio, sin los colorines ni franjas RGB que distraigan de proyectar la imagen de un producto serio, que es lo que pretende y consigue. Y aunque no son los auriculares más llevaderos del mundo por el propio diseño de la diadema (los Arctis Nova Pro o nuestros Beyerdynamic son más confortables), tras varias horas de uso continuadas no encontramos ninguno de los clásicos problemas - dolor de cabeza, exceso de presión en las orejas, etc. - ni incluso llevando gafas, lo cual es un gran punto a favor. Las almohadillas son grandes y profundas, con lo que los drivers nunca llegan a contactar con nuestros oídos. El material empleado es un tipo de espuma con efecto memoria recubierta de piel sintética que los hace muy agradables al tacto.
Para la recepción inalámbrica, Turtle Beach ha optado por un diseño en forma de disco que además realiza la función de estación de carga. Dos baterías vienen de serie con los auriculares, de manera que siempre tendremos una equipada y la otra reponiendo energía; este sistema nos ha parecido estupendo y aunque la duración de la pila no es nada del otro jueves (alrededor de 12 horas como máximo, en nuestras pruebas sobre las 10 horas), el proceso de cambio lleva menos de 30 segundos y no supone una molestia en absoluto. A las malas incluso puede dejarse el headset conectado por cable a la estación y en 15 minutos podemos tener hasta 3 horas de autonomía, pero dudo mucho que esta sea una característica que vaya a aprovecharse demasiado.
Estupenda claridad de sonido
Una de las sorpresas más agradables que nos llevamos al desempaquetar los Stealth PRO es lo bien que suenan nada más sacarlos de la caja; hay muchos productos que podemos conseguir que suenen decentemente tras trastear con las opciones pero no es el caso: desde el primer momento todo sonaba con estupenda claridad. Cero estática, cero chasquidos, cero pitidos. Y tras configurarlo a nuestro gusto, todo fue incluso a mejor. Los drivers de 50mm dan una estupenda sensación de amplitud y los bajos suenan potentes sin llegar a ser molestos, mientras que los medios y agudos suenan perfectamente nítidos. Con el audio espacial de Playstation funcionan perfectamente y también en las opciones de sonido envolvente (Windows Sonic, Atmos) de otros fabricantes.
Los auriculares llevan un micrófono removible, pero es igual de práctico tenerlo siempre puesto porque podemos silenciarlo simplemente con levantarlo. El micrófono suena claro y limpio, aunque por defecto con la ganancia un poco baja, y para nuestro día a día hemos podido prescindir de nuestro Samson de sobremesa excepto para grabaciones muy puntuales. Podemos activar la monitorización de nuestra voz al hablar, cosa especialmente útil para saber si estamos gritando en mitad de la noche o estamos hablando a un volumen normal, e incluso regular la “puerta de sonido”, el sistema de eliminación de ruido ambiental para que no se cuelen ruidos indeseables. Con el micrófono principal desconectado también tenemos dos adicionales incorporados en el headset para las llamadas por teléfono si vamos por la calle, por ejemplo, aunque ya la calidad baja algunos enteros. Aquí abajo os dejamos una muestra para que os hagáis una idea de cómo se os puede escuchar a través de los cascos.
Si existe una funcionalidad, la tiene
Los Stealth PRO equipan un sinfín de características, prácticamente todo lo que podemos esperar en un headset de este nivel. Partiendo del auricular izquierdo, encontramos la rueda de volumen y en el centro un botón que activa o desactiva la cancelación activa de ruido. Por si alguien lee una review de auriculares por primera vez, la cancelación pasiva de ruido se refiere a lo bien que los cascos aíslan del exterior por su forma, materiales, etc. La cancelación activa, o ANC por sus siglas en inglés, se compone de un sistema que “escucha” los sonidos externos y emite un sonido “contrario” que neutraliza al primero. La ANC de estos cascos de Turtle Beach es estupenda, llegando a eliminar hasta 25db de ruido exterior. Hemos hecho la prueba con una freidora de aire, tal vez no la más académica pero sí bastante ajustada a la realidad, y llevada la cancelación al máximo anulaba casi por completo el ruido proveniente de la cocina, con lo que el funcionamiento es ejemplar. La ANC de los Arctis Nova Pro, por poner un ejemplo de la competencia, también funciona muy bien pero es de 16db, un 40% menor que los que tocamos hoy.
En el mismo auricular izquierdo hay el botón de encendido y el de emparejamiento Bluetooth, junto con otro botón texturizado que activa o desactiva el Superhuman Hearing. Esta tecnología propietaria de la marca “aplana” todo el sonido y hace destacar por encima de todo lo demás los disparos o los pasos del enemigo, dando así una ventaja al jugador en juegos donde escuchar al oponente sea crucial. Probado en juegos como Call of Duty, Rainbow Six o Valorant, en efecto se nota cuando la tecnología está en marcha (no es una simple cuestión de marketing, vaya) pero la contrapartida es que el resto de música o sonidos quedan como sofocados, haciéndolo poco recomendable para el uso cotidiano excepto para momentos muy puntuales. En ese sentido encontramos muy positivo el hecho de que pueda activarse o desactivarse sin pasar por software.
Otra de las funcionalidades de los auriculares es el emparejamiento dual. Es una de esas cosas a las que cuesta desacostumbrarse una vez se ha disfrutado de ella: es capaz de estar conectado a la consola y al móvil al mismo tiempo, o al PC y a una tablet, por ejemplo. Utiliza Bluetooth 5.1 por un lado y un sistema de 2.4GHz de baja latencia cuando lo hace a través de la base, y ambos funcionan genial. Poder responder a una llamada mientras se está jugando o escuchar unas stories sin tener que quitarnos y ponernos los cascos es a todas luces un plus.
Amor/odio: el software
Hay tal vez una zona claramente de mejora que no se ha resuelto a la hora de escribir esta review: los cascos se desconectan del software si van más allá del rango máximo y hay que reiniciarlo manualmente. No dejan de funcionar, quede claro, pero perderemos acceso al Audio Hub y a sus funciones. Es un engorro solucionable con un update, suponemos, porque empaña el por otro lado gran trabajo a nivel de software. Además podemos descargar la aplicación para móvil que, al contrario que en otros fabricantes, no está “capada” de funciones. Cualquier modificación que hagamos se guarda directamente en el auricular, con lo que si lo llevamos a otra parte o si no está conectado a un dispositivo habitual, se guardan igualmente los ajustes. El software además presenta un sistema de ecualización que no llega a competir con el Sonar de SteelSeries en posibilidades pero es igualmente efectivo y también desde allí podremos remapear los botones a nuestro gusto, si así lo deseamos.
Conclusiones
Cuando un periférico puede superar el coste de inversión de la propia plataforma de juego hay que planteárselo bien; el Stealth PRO es un artículo premium enfocado a un público exigente que no quiere escatimar inversión para obtener un gran producto. Y por 329€ es lo que ese público va a obtener: los mejores auriculares de Turtle Beach hasta la fecha, equipados con un montón de funcionalidades top, con una calidad de sonido excepcional tanto para videojuegos, música o películas, una excelente calidad de construcción y una conectividad fantástica. Hay en verdad pocas cosas más que se le puedan pedir a un headset gaming y sin ningún atisbo de duda estamos ante una candidatura seria para convertirse en el producto de referencia en este segmento de mercado. Un asalto a la corona en toda regla.