‘Scalped’, reseña. El gran cómic estadounidense del siglo XXI
La obra de Jason Aaron y R. M. Guéra lo tiene todo: una historia soberbia, violencia, denuncia social y una excelente puesta de escena.
‘Scalped’ puede presumir de ser la última gran obra de uno de los sellos más influyentes en la historia del cómic, Vertigo. Una iniciativa editorial que ha contado en sus filas con títulos notables (‘Sandman’, ‘Hellblazer’, ‘Animal Man’, ‘Predicador’, ‘100 balas’, ‘Transmetropolitan’, ‘Fabulas’…), aunque quizá ninguno alcance en su conjunto la calidad, el compromiso y la intensidad de este cómic.
Integrada dentro del género hard-boiled, ‘Scalped’ se ambienta en una reserva lakota en la que un agente del FBI indio, Dashiell Caballo Terco, se infiltra para destapar la red de crimen organizado que se esconde tras un casino regentado por los nativos. Es un relato duro, muy al estilo Cormac McCarthy, en la que la historia de fondo sirve para colocar personajes que viven en el límite dentro de un ambiente marginal y denunciar como aún la sociedad norteamericana blanca sigue exterminando a los nativos americanos.
Influencias
Jason Aaron era casi un novato cuando se enfrentó a ‘Scalped ‘(2007) y ello a pesar de que un año antes había sido nominado al Eisner por la miniserie The Other Side. La idea original de DC era rescatar uno de sus personajes clásicos del Oeste para darle un nuevo aire, pero pronto el escritor convenció a la editorial para que su Scalped fuera en otra dirección. Una obra que, como el mismo autor ha confesado, recibe influencias de ‘The Wire’ y ‘Deadwood’ y que se emparenta, por su forma de presentar la violencia, con el cine de Tarantino.
A través de 60 números describe de manera brutal la vida infrahumana de los indígenas, su ausencia de esperanza, la pérdida de identidad, el consumo de alcohol y como se han visto abocados a vivir fuera de la ley para ser respetados. Aaron es un constructor de personajes más que de historias, su gran virtud es que hace comprensibles sus comportamientos, incluso los más oscuros, sin entrar a juzgarlos.
Un relato en dos épocas
La historia se mueve en dos líneas temporales en las que se han cometido dos crímenes, pero pasado y presente se hallan interconectados por unos hechos que han transformado a los personajes y en los que el destino parece inexorable. Hay un aire fatalista en el relato que deja poco espacio a la esperanza.
Aaron va añadiendo piezas a un puzle cuya magnitud empieza a vislumbrarse a partir de la mitad de la colección, porque’ Scalped’ es mucho más que un cómic policiaco violento, es un retrato de la pérdida de la identidad, de las relaciones paterno-filiales, del mundo de la droga, del submundo criminal, del racismo, del amor tóxico, de la corrupción policial… El escritor disecciona estos problemas sin anestesia y sin valoraciones morales, incluso hay un número en el que el aborto es el tema principal de la trama. Comparte con Ed Brubaker ciertos códigos narrativos que hereda de la novela negra clásica (Raymod Chandler, James Ellroy…).
Dibujo
Si el guion de Aaron es de lo mejor que se ha escrito en el mundo del cómic, el dibujo del serbio R. M. Guéra está a la misma altura. El artista había debutado en el mundo de las viñetas 25 años antes y era un veterano con un amplio recorrido en el cómic europeo. Fue el editor de Vertigo, Will Dennis, quien le quería para DC quien le metió en un “proyecto pequeño”. Su estilo bebe de clásicos como Frank Robbins, Noel Sickles, Alberto Breccia o Moebius.
Entre sus muchas virtudes destaca su perfecto dominio de la anatomía, su uso magistral de las sombras y una composición de la página que se adapta como un guante al relato. Guéra es muy cuidadoso en cada una de las viñetas, que están llenas de detalles y eso produjo ciertos retrasos en las entregas que se solucionaron gracias a que Jason Aaron creó episodios que se centraban en personajes secundarios y que fueron dibujados por otros artistas: Davide Furnò, Francesco Francavilla, John Paul Leon, Danijel Žeželj y Jason Latour.
En cuanto a estructura de páginas su rasgo distintivo es que la gran mayoría van a sangre, incluyendo las viñetas principales dentro de una general. Es bastante clásico en la disposición de las imágenes y son los cambios de plano y tamaño los que marcan el ritmo de la historia. En el número 3 hay una página, un flashback de un niño en la nieve, que es una de las bellas e impactantes que se han hecho en un cómic.
La saga completa
ECC Ediciones recopila en un solo tomo los 60 números de la colección, cuenta con textos de sus dos autores que cuentan su experiencia con la saga. Así como extras con las portadas e ilustraciones realizadas para las diversas ediciones que se han hecho del cómic. Para separar cada capítulo ECC ha colocado la ilustración que servía de base para la portada correspondiente. Todo un acierto.