Los mejores shooters y FPS de 2023 en PS5, PS4, Xbox, Nintendo Switch y PC

En MeriStation hemos decidido que antes de elegir al GOTY 2023, lo que vamos a hacer es elegir a los mejores juegos del año en cada género. Y luego ya si eso que los ganadores se batan el cobre y se maten entre sí, en plan Recopa. Pero ha sido tal el nivel de los últimos doce meses que vamos a necesitar de vuestra ayuda, por lo que os recomendamos pasaros por nuestras redes sociales para votar (y para discutir con cualquiera que os lleve la contraria). Necesitamos ayuda para cribar porque así sólo tienen sitio juegos que sean canelita en rama, bocato di cardinale, chef kiss. Hoy en concreto nos vamos a centrar en los shooters y FPS.

El género first person shooter no ha atravesado los mejores doce meses de su vida, pero precisamente eso hace que sea una categoría tan bonita. No hay favorito claro e indies y secuelas se cruzan con las mismas oportunidades. Tampoco ha sido el año más rompedor en cuanto a propuestas, pero encontramos ambientaciones de toda clase y condición. Zombies, ucronías comunistas, infiernos repletos de demonios, mundos hiperrealistas... Por no hablar del contraste entre multiplayer novedosos y fps de acción singleplayer y noventera. Así que soldados, recargad munición y acabad con la vida de siete de nuestros nominados.

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Atomic Heart

Conocido durante mucho tiempo como “el BioShock ruso”, Atomic Heart ha sido uno de los shooters más apasionantes del año. Porque incluso cuando sus irreverencias se antojan excesivas, aún cuando verle sexualizar electrodomésticos empieza a ser cansino, al juego de Mundfish al menos hay que concederle que intenta y propone en todo momento. Derrocha personalidad y acierta más de lo que falla. Su ucronía sobre la URSS hace que hasta parezca la media naranja de Wolfenstein y el diseño de algunos de sus niveles y jefes raya a un grandísimo nivel. Lástima de las mecánicas de mundo abierto y de lo repetitivo de sus enemigos porque no nos cabe duda, Atomic Heart es uno de los shooters más dinámicos e interesantes de esta lista. Queremos el segundo ya.

BattleBit Remastered

Es ley de vida. La caída de unos es el ascenso de otros. Mientras EA y DICE se tiraban de los pelos con el batacazo de Battlefield 2042 y se preguntaban cómo salvar la saga, un equipo de tan sólo tres desarrolladores independientes (SgtOkiDoki, Vilaskis y TheLiquidHorse) crearon su propia versión del juego y lo petaron en redes sociales. Basta con ver el nombre: de Battlefield a Battlebit. Este FPS de gráficos pixelados ha sido una de las sensaciones del año. Es sólo multijugador, pero tiene 19 mapas, alrededor de 50 armas y permite 254 jugadores por partida. Cuenta con ciclos día y noche, con personajes de toda clase (médico, ingeniero, reconocimiento)... No por nada tiene un 9/10 en en Steam y ha alcanzado picos de 50.000 jugadores simultáneos.

Counter Strike 2

La adolescencia de muchos de nosotros está marcada por aquellas tardes interminables de cyber jugando a Counter Strike con los amigos. Por eso, el anuncio y lanzamiento de esta secuela, todo ello en tiempo récord, ha supuesto uno de los grandes acontecimientos de 2023. Lástima que la nostalgia sea un arma de doble filo. Porque si bien Counter Strike 2 ha traído consigo algunas de las cosas que el género shooter lleva 20 años pidiendo, o si bien rezuma detalles como el agua más fotorrealista del sector, también ha generado conflicto. Porque Valve ha sustituido el original por esta nueva entrega, obligando así a todos los usuarios de aquel a saltar al nuevo a la fuerza (y perdiendo a mitad de sus mapas y modos por el camino). Sumando a los servidores inestables y el aumento de tramposos, muchos han boicoteado al juego hasta convertirlo en el peor valorado de la historia de Valve. Pero hasta el más receloso sabe que debajo de unas cosas y otras se encuentra uno de los grandes shooter multijugador de los próximos años.

Dead Island 2

Durante mucho tiempo, Dead Island 2 fue un muerto viviente en sí mismo. Un meme recurrente de la industria que siempre se citaba a finales de año en las listas de desaparecidos y más esperados del curso siguiente. La gente perdió la cuenta de sus retrasos y la lista de desarrolladoras que cogieron y abandonaron el proyecto acabó siendo más larga que la bufanda de una jirafa. Anunciado oficialmente en 2014, quién nos iba a decir entonces que cuando saliera casi una década después, el juego acabaría siendo incluso mejor que el primero. Porque si bien la historia nos indica que todo lo que se anuncia pronto acaba mal, Dead Island 2 ha resultado ser divertido como él solo. Esta secuela se deja de mundos abiertos y apuesta por ofrecer acción directa y sin barreras en diez pequeños distritos. Con un gran sentido del ritmo, un sistema de desmembramiento de lo más curioso y un sorprendente uso de elementos (fuego, electricidad o ácido), Dead Island 2 ha terminado por ser uno de esos juegos que hacen fondo de armario y que tanto se agradecen entre un blockbuster y otro.

Ghostrunner 2

En este sector es habitual ir lamentándose por las esquinas por la muerte de Mirror’s Edge, pero hay un buen número de herederos de Faith que bien merecen nuestra atención (a la cabeza de los cuales está el que nos ocupa). Ghostrunner 2 es juego de parkour cyberpunk en primera persona en el que todo ocurre a la velocidad de la luz... y a menudo sale mal. Pero es de ahí, del fracaso, de donde saca una fórmula ensayo/error que engancha como pocas y nos incita a echar siempre una partidita más para ver si a la siguiente logramos ese salto, o si llegamos a tiempo al enemigo que nos está acribillando. Todo reflejos, habilidad y acción de la que deja sin aliento con un montón de habilidades y combos nuevos con respecto al original. Aunque esta vez hay momentos en los que su ritmo y personalidad se diluyen en los enormes escenarios que estrena, sigue siendo una aventura desenfrenada y tremendamente recomendable.

Robocop: Rogue City

A pesar de que el currículum de su desarrolladora no invitaba al optimismo, Robocop: Rogue City ha terminado siendo un sueño para los amantes del clásico de culto. No sólo captura la festividad hemoglobínica de la película original (cabezas que estallan, cuerpos que explotan y golpes en las partes íntimas), sino porque también va más allá de los tiroteos. Cuenta con componente rolero, diálogos con distintas opciones, momentos de investigación... Encima con un apartado gráfico de escándalo (lástima esos problemas de rendimiento que le acompañan) y una ambientación tan sucia y fea como mandan los cánones marcados por Verhoveen. 10 horas de nostalgia visceral.

Turbo Overkill

¿El sleeper del año? Turbo Overkill ha sido una de las grandes sorpresas de 2023. Este first person shooter es uno de esos juegos que van de underdog y de indie, pero qué después le mira de tú a tú a cualquier triple A y tiene detrás a uno de los creadores de Doom, Duke Nukem 3D y hasta Quake. Extremadamente frenético y sangriento, en el juego tenemos una motosierra en la pierna a lo Planet Terror y con ella (y un arsenal exquisito) vamos abriéndonos paso ante una variedad de enemigos casi infinita. La OST también es para quitarse el sombrero y el diseño de niveles, de auténtico infarto. Pero la guinda del pastel es que, cuando decíamos “uno de los creadores”, nos referíamos concretamente a eso, a uno. Turbo Overkill está hecho por una sola persona y merece todos los elogios que reciba.

Warhammer 40,000: Boltgun

Y cerramos el elenco de candidatos con otro shooter con aroma old school. Quién le iba a a decir a Warhammer después de años de enfocarse en la estrategia o la acción cooperativa para sus adaptaciones, que unos de sus grandes aciertos llegaría al usar su universo para un fps que nos transporta a los noventa y que culmina los revival de Doom de los últimos años (en el que hemos tenido a los Dusk, Ion Fury o Project Warlock de turno). De control y gunplay exquisito, niveles intrincados y alto grado de desafío, Boltgun saca el máximo partido a sus humildes recursos y ofrece una experiencia trepidante y divertidísima dentro del despiadado universo de Games Workshop.