‘La granja del niño lobo’, reseña. Relato duro y esperanzador de la resistencia francesa
Más allá de los relatos bélicos el mundo del cómic ha dejado grandes obras ambientadas en la Segunda Guerra Mundial y esta es una de ellas.
‘Maus’ y ‘Éramos el enemigo’ ponen el foco en los sufrimientos de la población civil durante la Segunda Guerra Mundial, dos excelentes obras que comparten ideas con ‘La granja del niño lobo’. Una historia basada en un suceso real, la matanza de Vercors, en la que sus autores, JDMorvan y Facundo Percio, consiguen hacer llegar al lector como fue la vida cotidiana de los miembros de la resistencia durante la ocupación alemana.
JDMorvan, un veterano guionista del cómic francés (Spirou el Fantasio, Sir Pyle, Merlin..), lleva el relato por un doble lectura, por un lado muestra los orígenes, los procedimientos, las motivaciones y el modus operandi de los resistentes, a la vez que consigue armar una historia personal en la que se mezclan todo tipo de sentimientos: amor, odio, venganza, tristeza, esperanza…
La Resistencia
Los actores principales del relato son siete miembros de un grupo guerrillero de la zona de Vercors, mediante flashbacks el escritor va descubriendo el pasado de cada uno de ellos y las razones que les llevaron a unirse al movimiento. Son personajes con personalidades muy diferentes, con vidas de experiencias extremas y que ofrecen un cuadro general de los luchadores: exiliados franquistas, miembros de las colonias, comunistas, contrabandistas, militares… El acierto de JDMorvan es humanizarlos, aún dentro del horror de la guerra no renuncian a sus sueños y disfrutan de cada pequeño momento.
El niño lobo
En la vida de ellos se cruza en un niño salvaje que, al igual que ‘Entrelobos’, sobrevive en los bosques cazando y habiendo perdido gran parte de su humanidad. Este personaje será el nexo de todos los actores que desfilan por las viñetas. Él abre y cierra el cómic en un círculo de violencia en el que las tropas alemanas tienen un papel principal.
JDMorvan a través de la historia del niño da testimonio de las atrocidades que las tropas de las SS y de la Wehrmacht hicieron en el valle de Vercors, donde 10.000 soldados exterminaron a más de 800 franceses, incluidos mujeres y niños, pocos días después del día D.
Un dibujo diferente
El argentino Facundo Percio es el encargado de poner los lápices, en este caso el carboncillo, a la historia. Su estilo deslavazado encaja perfectamente en el relato, aunque a veces se extiende demasiado en secuencias cotidianas, el resultado es de una gran belleza. Como consecuencia de este ritmo lento, el álbum dispone de bastantes páginas dobles donde la narrativa recae únicamente en el dibujo y en las que Percio muestra sus grandes dotes como ilustrador. En cuanto a la estructura de las páginas, es bastante fiel al canon franco-belga, presentando estructuras regulares en su mayoría con seis viñetas. Es apreciable que se ha hecho un buen trabajo de investigación a la hora de reproducir armas, uniformes y vehículos. Hay que destacar el excelente trabajo del colorista Patricio Delpeche, compatriota de Percio y con quien ya había colaborado con anterioridad.
Conclusión
‘La granja del niño lobo’ es una gran novela gráfica que mantiene un cierto tono de esperanza en la naturaleza humana aun cuando se den circunstancia que invitan a perder la fe. JDMorvan ha combinado un tono didáctico en la exposición del movimiento con uno más lúdico a la hora de construir la historia del niño salvaje. Toda la historia destila verdad y hace que el lector se identifique con los guerrilleros de una manera natural.