Impresiones de Paper Mario: La puerta milenaria, un remake que pone en valor a un auténtico clásico

La recta final del ciclo de Nintendo Switch nos está permitiendo celebrar algunos de los proyectos queridos en su enorme histórico. Durante el pasado 2023 lo veíamos con remakes tan excelentes como Super Mario RPG, mientras que en 2024 comenzamos con el regreso de Another Code. A las puertas de la remasterización de Luigi’s Mansion 2, Nintendo permite a sus jugadores tener al alcance uno de los mejores RPG con el sello de Mario.

Hablamos de Paper Mario: La puerta milenaria, la entrega de 2004 que llegó en exclusiva para GameCube como una manera de asentar las bases puestas en práctica con Paper Mario 64, el origen de la saga. Intelligent Systems fabricó con tijeras y cartulinas virtuales una auténtica aventura que quedó en la memoria de todos los que vivieron la era de los 128 bits. Nuestros primeros pasos por el remake son formidables: se juega mejor, se ve mejor y se percibe como un juego actual, pese a las dos décadas de brecha frente a su lanzamiento original.

Un mito de GameCube al alcance de una nueva audiencia

Paper Mario: La puerta milenaria se ha mantenido a lo largo de los años como una de las razones por las que ensalzar el catálogo de GameCube. Lo decíamos hace tiempo en un breve repaso a los juegos de la consola que deberían saltar a la actualidad: era un paso que se debía dar y tenía toda la lógica del mundo. Y debía hacerlo de la forma en la que se ha materializado, con un remake atractivo y que sirva como altavoz para que toda una nueva audiencia lo pueda descubrir.

Ryota Kawade fue el responsable de seguir las trazas que él mismo marcó a su equipo durante el origen de la saga. El creativo ya contaba con experiencia en proyectos como Wario’s Woods antes de ponerse manos a la obra. Su visión estuvo compartida en la dirección con un tándem que es historia de la compañía: Satoru Iwata y Shigeru Miyamoto. Fue Kawade quien apostó por la continuidad añadiendo la perspectiva creativa de otros proyectos similares, como Mario & Luigi Super Star Saga y Super Mario RPG. Los mencionados fueron los ingredientes que permitieron gozar de un juego diverso a todos los niveles.

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Primera toma de contacto

Los primeros días con el juego ya en nuestra Nintendo Switch se definen como una explosión de color y jolgorio jugable. Rebosa identidad en sus escenarios formados a golpe de cartulina y plastidecor. En cuestión de minutos ya estás controlando a un Mario que se embarca en una aventura se tintes legendarios. Además, en los primeros compases lo hace junto a un surtido de personajes inéditos del Reino Champiñón que aportan más valor si cabe al desarrollo.

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Nos quedamos especialmente atrapados por el combate. Sencillo, sí, pero que va tomando tracción conforme pasan las horas y se introducen nuevas mecánicas. Cada momento de duelo nos lleva a las tablas de un teatro de cartón. No entraremos en detalles, pero sí podemos decir que el sistema por turnos no desentona para nada con las corrientes modernas que se pueden ver hoy día. Se debe tener en cuenta el arquetipo del rival al que nos enfrentamos para aplicar un tipo de golpe concreto. Si saltas sobre un enemigo que tenga un casco con pinchos, te pincharás. Las posibilidades son amplias.

También queremos hacer especial hincapié en la exploración. Los entornos tridimensionales, pese a tener la cámara fija en perspectiva casi 2.5D, aguardan muchos secretos que nos ayudan durante el viaje. Hay tintes de backtracking que por el momento no hemos podido descubrir al completo, pero que sin duda dejan la puerta abierta a volver cuando estemos formados en habilidades. Y es que precisamente en las habilidades juega muy bien con el humor.

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Pondremos como ejemplo la primera habilidad desbloqueaba. Un malvado ente pone sobre nuestra cabeza una maldición que nos permite transformarnos en avión de papel cuando queramos. De maldición a bendición, y es que poder hacerlo nos permite salvar largas distancias entre obstáculos. Situaciones así se abren de poco en poco tiempo. Es divertidísimo.

Remake con todas las letras

No tenemos dudas de que Paper Mario: La puerta milenaria en Nintendo Switch es la mejor manera de descubrir o rememorar un auténtico clásico de la compañía en este siglo. Es un título diverso, repleto de situaciones y que sabe entender al jugador a la hora de proponer retos. Queda mucho para el análisis, pero estas primeras horas han sido espectaculares. El juego tiene previsto su lanzamiento el próximo 24 de mayo.