Impresiones de Monster Hunter Wilds, una entrega que mejora la fórmula y apunta a ser uno de los mejores juegos de 2025

Una nueva entrega de Monster Hunter no puede sino emanar la ilusión a borbotones de los fans de la saga y hasta de la propia Capcom. La comunidad creció exponencialmente con Monster Hunter Tri en Wii y lo hizo aún más con World en PC. Después de la fantástica entrega que fue Rise en Switch, manteniendo la calidad a la que estábamos acostumbrados y logrando grandes ventas aúnsiendo una exclusividad temporal, Monster Hunter Wilds llega para que los cazadores de todo el mundo revivan de nuevo las sensaciones de derrotar a bestias enormes y monstruos legendarios.

Como sabéis, Capcom ha lanzado un par de betas a día de hoy (queda una más) y en Meristation no nos hemos podido quedar de brazos cruzados esperando a su respectivo análisis. Con motivo de la beta os queremos dejar unas impresiones sobre lo qué está ocurriendo con esta saga legendaria. Y, sobretodo, sobre cómo Capcom a día de hoy es una de las empresas que mejor está tratando al usuario alargando la siguiente beta 24 horas más por culpa de la caída de PSN o haciendo directos para comentar los cambios y feedback recibidos de la propia comunidad.

La cacería definitiva está en Monster Hunter Wilds

Nuestras sensaciones con Monster Hunter Wilds no pueden ser más positivas. Más allá de la transparencia que han tenido con los jugadores, a nivel jugable el título pinta realmente bien. Aunque las betas no han tenido los cambios que sí estaban reflejados en el benchmark que publicaron recientemente, debemos decir que no comentaremos los errores visuales o de rendimiento que hayamos podido sufrir y nos centraremos en las sensaciones jugables que, como hemos dicho, no pueden ser más positivas.

Como grandes novedades tenemos la eslinga (un gancho), el escenario y nuestra montura, el Seikret. Sí, en Rise ya teníamos montura, pero en Monster Hunter Wilds no ataca, sino que actúa de mochila donde guardar un arma secundaria para cambiar cuando nos apetezca (aparte de la mejora en movilidad que nos genera). Una vez montados en el Seikret, podemos activar el modo automático para que nos lleve directamente al objetivo o controlarlo por nuestra cuenta para ir recogiendo la gran cantidad de objetos que podemos ir recolectando por el vasto escenario donde se ubica la beta.

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Este es solo uno de los lugares que podemos recorrer y decimos “sólo uno” porque está confirmado que Monster Hunter Wilds tendrá localizaciones muy variopintas. Cada una de ellas tendrá diferentes monstruos vagando así como una base en la que prepararnos para cada misión. Nos encanta, eso sí, que podamos acceder del campamento base al lugar donde nos encontremos con toda la fauna sin pasar por una pantalla de carga. Las localizaciones de caza en Monster Hunter Wilds también son totalmente abiertas y sin pantallas de carga. Es cierto que sigue dividido por zonas numeradas, una seña de identidad de la saga, pero parece más una manera de comunicarnos rápidamente con otros jugadores para señalar nuestra ubicación que una limitación.

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Novedades que dan una vuelta de tuerca a la fórmula

La última novedad es la eslinga, otra de las maneras que tenemos de usar el entorno a nuestro favor. Hemos derribado enormes estalactitas contra Doshagumas, enraizado al todopoderoso Arkveld y explotado bombas de luz desde la lejanía contra el Chatacabra. A diferencia de otros títulos donde al gancho le proporcionan la movilidad, en Monster Hunter Wilds, la eslinga sirve como detonante de un elemento del entorno natural. La estrategia es clave y usar todas estas opciones en nuestro beneficio es crucial para sacar ventaja frente a los monstruos.

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Pasando ya a la acción, Monster Hunter Wilds es uno de los títulos de la saga más complejos al que nos hemos enfrentado. Los veteranos de la saga tendrán que lidiar con los puntos débiles de los monstruos mientras que los más novatos tendrán primero que aprenderse la cantidad de nuevos combos que han añadido a las armas. Hay ciertos movimientos que son familiares a anteriores entregas, pero han cambiado los combos de manera que algunos lleguen a ser infinitos o añadido de nuevos para que, aunque siempre hayas controlado ese arma, ahora tengas que asimilar nuevos ataques con los que adaptarte.

Volviendo a los puntos débiles, como novedad, es un gran acierto por parte del equipo de Capcom. Sí, antes los monstruos ya tenían puntos débiles, pero los jugadores no atendían demasiado a ellos porque la diferencia no era tan notable. Ahora, en Monster Hunter Wilds, si atacas a los puntos débiles puedes ir provocando heridas que puedes rematar y causar un daño brutal gracias al modo concentración. Aparte de ese remate, también causarás un gran daño en esa zona durante un tiempo si concentras ahí tus ataques. La particularidad de las heridas es que pueden aparecer en varios lugares que tal vez no son tan accesibles como en un ala o en el lomo de los monstruos, por lo que tendrás que aprovechar los derribos para rematar las heridas más inaccesibles.

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El cooperativo vuelve a marcar el camino al éxito

Aceptamos nuestra derrota al admitir que ni con 3 cazadores jugando en cooperativo logramos matar a Arkveld, el que supuestamente será el monstruo insignia en Monster Hunter Wilds. La limitación de los 20 minutos en la beta y la falta de experiencia complicaron las cacerías sobremanera. Nos dimos cuenta en ese momento de lo importante que es usar todas las mecánicas que nos ponen a disposición como la eslinga, aprovechar las heridas de los monstruos o, incluso, montarnos en él para atacar y distraerle mientras nuestros compañeros se encargan de atacar desde el suelo.

Arkveld nos pareció realmente complicado porque tiene un poder devastador y las cadenas que sobresalen de sus extremidades son muy complejas de esquivar. Aparte, cuando realiza su ataque supremo crea una explosión tan grande que puede matarte si tienes menos del 75% de vida del poder que tiene este monstruo. Chatacabra fue muy sencillo, un monstruo tutorial, pero el Doshaguma, al ir acompañado, nos complicó más la cacería hasta que un amigo decidió lanzar unas cuantas bombas boñiga para separarlo del grupo, una estrategia que facilitó mucho las cosas.

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En general las sensaciones fueron muy buenas. Se disfruta mucho en solitario, pero lo cierto es que el componente cooperativo de Monster Hunter Wilds nos gusta mucho. Como pequeña queja podemos hablar de una interfaz que vemos menos amigable para el usuario que en anteriores títulos, pero suponemos que es cuestión de acostumbrarse o que la acaben de pulir en el juego final. Por otro lado, han confirmado ya el regreso de grandes monstruos como el temible Gore Magala, el robusto Gravios o la legendaria Rathian, por lo que el futuro de Monster Hunter Wilds promete ser espectacular. El 28 de febrero ya podremos disfrutar de la nueva entrega de la saga para PC, XBOX y PS5. Ya solo nos queda decir… Happy hunting!