Guía de videojuegos y fonotecas ocultas. Las mejores recopilaciones musicales escondidas en juegos

El estreno del genial y adictivo Theatrhythm Final Bar Line, con sus más de 500 composiciones musicales que abarcan la historia de Final Fantasy y más allá (si te haces con todos los DLCs, la base son algo menos de 400), nos ha hecho recordar que hay auténticas joyas en forma de fonotecas incluidas en multitud de títulos. Y hemos recopilado unas cuantas, porque si en Final Bar son el centro de la función como base de su jugabilidad, en los casos que os mostramos, tal cantidad de música podría haber pasado desapercibida porque se incluye como extra.

Celebrando la música de videojuegos desde la arqueología retro a los juegos actuales

Estas increíbles fonotecas no se agrupan de forma monolítica, por el contrario, reciben más o menos atención por parte del desarrollador. Así, podemos encontrar música que se sucede sin tener siquiera un listado en el que ver los títulos por separado, bandas sonoras completas hasta ahora inéditas, recopilaciones enormes en las que echar más tiempo que en los propios juegos, integración de la bso como bonito extra o música descargable para acompañar de forma externa al juego pasando por caja. Todo un amplio crisol donde hay un videojuego en particular con una biblioteca musical que brilla con la intensidad de un sol. Prepara los oídos y sube el volumen, que empezamos.

Super Mario 3D All-Stars

Esta recopilación en la que dolió no ver incluida una obra maestra absoluta como Galaxy 2, tiene en su interior un regalo para los fans de Mario: la inclusión de las bandas sonoras completas de cada juego. Y es un regalo por ciertas particularidades que os contamos a continuación.

Collection of Mana

Esta recopilación de tres maravillosos juegos incluye las bandas sonoras del Mistic Quest de Game Boy (26 cortes), el Secret of Mana de Super Nintendo (44 cortes) y el inédito por estas tierras Trials of Mana (60 cortes). También de la super, curiosamente es el único que viene traducido a nuestro idioma. Este maravilloso extra muestra sin embargo dejadez porque no incluye siquiera un listado de temas, estos van sucediéndose uno tras otro (los hemos tenido que contar uno a uno, vaya). Y sorprende, por la cantidad de música que incluye y la calidad que atesora.

Disney Classic Games Collection: The Jungle Book, Aladdin, & The Lion King

Auténticos clásicos de los plataformas 2D de principios de los 90, esta recopilación incluye Aladín, El Rey León y, por reclamo popular, El libro de la selva. Este último, inicialmente se habilitó por descarga para posteriormente incluirse en el pack tanto en digital como en físico. La expansión incluía igualmente la versión de Aladín de supernes como complemento a la de Megadrive (mucho se ha escrito sobre el origen, desarrollo y enfrentamiento en las tiendas, y patios del colegio, de estas dos versiones).

Con múltiples juegos que incluyen las iteraciones llegadas a los 16 bits y a portátil, el colofón lo componen nutridas galerías de diseño artístico y de personajes, impagables vídeos con el making off (aunque en VO en inglés) y, a lo que vamos, las bandas sonoras: Aladín con 56 temas del juego base más los que se añadieron vía DLC, el Rey León con 32 y El libro de la selva con tres cuartos de lo mismo, que no disponemos del extra y aquí estamos dando información de primera mano a través de nuestras propias bibliotecas de juegos. ¿El Incentivo de estas bandas sonoras? Que resultaban adaptaciones sonoras con las limitaciones de la época de la mítica y oscarizada música original de Disney.

Compañías míticas y recopilaciones retro, una de cal y otra de arena… que se miden por paladas

No hay aquí término medio, ni siquiera en los productos de una misma compañía. Si Namco sus Museum y Gallery tienen poco de museo y galería más allá de los mismos juegos y en Konami echamos de menos extras musicales en los Collection de Castlevania (qué oportunidad perdida aquí), Contra y Arcade Classics Anniversary; en Capcom encontramos los dos extremos. De la total ausencia de fonoteca en Beat Em Up Bundle a los más de 400 temas recopilados en Fighting Collection. Esta soterrada celebración de la saga Darkstalkers se complementa además con cientos de artworks repletos de material inédito.

En los Megaman Legacy Collection, cuatro recopilatorios que abarcan del Mega Man de Nes a los de PSX ya con la coletilla X, entre suculentos extras que incluyen anuncios de tv e incluso una película de anime completa, tenemos escuetas muestras de bandas sonoras. Lo bueno es que, a pesar de todo, el número de cortes termina siendo generoso por pura acumulación de títulos. Por último, las más modernas incorporaciones de Capcom, los Arcade Stadium, se lucen en todo menos en el material extra, que no existe más allá de la incorporación de manuales, tal vez porque se centran más en el enfoque online.

SNK sí es más continua y coherente en el tiempo con sus ediciones. 40th Anniversary Collection, que es muy interesante porque engloba los primeros años de la compañía en 25 juegos, de Alpha Mission (1983) hasta World Wars (1987), incluye una enciclopedia completa que es oro puro. La sorpresa es que está con textos en español y se adereza con toneladas de material inédito, publicidad de la época, maquinas recreativas, bocetos raros y nunca vistos, las guías originales en japonés. El caso es que también podemos hallar temas de las bandas sonoras de 13 de los juegos que incluye.

En la Samurai Shodown: Neo Geo Collection, que incluye siete juegos de la mítica franquicia de lucha con espadas, del original (1993) a Samurai Shodown Perfect (2020) tenemos el museo con apartados dedicados a la historia, los personajes, 8 entrevistas en video con sub en español, una vista entre bastidores con bocetos originales de cada juego, un caramelito para los más fanáticos como son 7 vídeos de combates internacionales con textos explicando el contexto de cada uno, y claro, la característica música con predominancia de la flauta y su toque medieval asiático. Los temas incluidos por cada título, Samurai Shodown, Samurai Shodown II, Samurai Shodown III, Samurai Shodown IV Amakusa’s Revenge, Samurai Shodown V, Samurai Shodown V Special y Samurai Shodown V Perfect, oscilan entre 21 y 36.

La fonoteca de Super Smash Bros. Ultimate, la joya de la corona

Llegamos al sumun de las recopilaciones musicales incluidas como extra. Super Smash Bros. Ultimate, el atípico y festivo juego de lucha de Nintendo Switch, ya nos hizo preguntarnos cómo habían metido en una tarjetita más de 80 luchadores y más de 100 escenarios (vale, algunos de ellos vía dlc, pero el grueso ya estaba en el juego base), pero es que su Fonoteca es una absoluta barbaridad, porque incluye nada menos que 1036 temas que suman la friolera de 36 horas, 6 minutos y 48 segundos de reproducción. Una auténtica locura.

Si bien la mayoría es un homenaje a la historia de Nintendo en toda su amplitud, también se abren las puertas de par en par a la Historia del videojuego en general. Temas originales, remasterizados o regrabados para la ocasión, se trabajó codo con codo con todos los compositores originales. Tal cantidad de cortes se agrupan por franquicia, pero también podemos hacer lo propio al gusto con listas personales de reproducción.

Como colofón, un modo escucha que ha implementado a la postre adictivo Theatrhythm Final Bar Line: la posibilidad de escuchar la música con la pantalla de Switch apagada como si fuera un reproductor y no una consola. Se aseguran así más horas de música ininterrumpida porque la batería aguanta así tranquilamente largas sesiones de escucha. Sabemos de más de uno que ha echado muchas más horas al modo reproducción que al juego en sí, y es que por sí sola, la Fonoteca, por su enormidad y valor, bien valdría la compra del juego. Pasamos a desgranar el contenido título a título con número de temas y duración total, trascrito a mano tal cual nos lo muestra la consola.

Series de juegos:

Fuera de la órbita de Nintendo (o de sus derechos, como puede ser Banjo), tenemos ese maravilloso homenaje a toda una serie de ilustres invitados a la fiesta como:

Para terminar, en el apartado Otros, encontramos la friolera de 104 cortes con una duración de 3:34:50 que incluye joyas como Baten Kaitos o Golden Sun, y rarezas que rozan lo enfermizo como la música de la interfaz de Wii: Duck Hunt, Tetris, Ballon Figth, Ice Climber, Pilotwings, Golden Sun, 1080 Snowboarding, Monster Hunter, Baten Kaitos, The Wonderful 101, Famicon Medley, PictoChat, Electroplankton, Rhythm Paradise, Nintendogs, Brain Training, la música de la Wii (Shp, Channel, Plaza), Wii Sports, Tomodachi Life, Rescate Mii, Stile Boutique, Nintendo Land, Wii Party, Miitopia… De locos.

Las otras islas del tesoro

Hay juegos que vienen con su propia banda sonora. Resulta una rareza y, por eso mismo, suponen algo que alabar. Ocurre por ejemplo en The Way Remastered, aventura 2D y joya indie pixelada, que viene con su propio reproductor de música con toda su bso. Son 29 temas maravillosos de tono etéreo, pura nostalgia de relatos del futuro que puedes escuchar con una bella y evocadora imagen del juego de fondo. Ojalá más ejemplos así. Y extraño, aunque no tanto, son las bandas sonoras completas que podemos adquirir por separado de forma digital por unos pocos euros, como las magníficas de Virginia y Everybody gone to the rapture, que no se integran en el juego sino que quedan en la consola o PC como archivo aparte.

Por último, hay casos muy particulares, como uno que ejerce de epitafio a una obra y, como decíamos al principio, la música es base del juego, como AVICII, en la que tuvo tiempo de participar el malogrado DJ. Y Once Upon a Jester, con sus desarrolladores que a la vez son un grupo indie. El juego, como contamos aquí, se sustenta en una serie de canciones que conforman un disco de pop exquisito que, a la vez y extrañamente, no es accesible por separado de la historia que cuenta el juego (aunque sí que está volcado en plataformas digitales).

Estando este artículo basado en nuestras colecciones particulares, estamos segurísimos que nos dejamos grandes ejemplos en el tintero. Nos mostramos deseosos de que nos hagáis llegar vuestras marcas del tesoro que nos indiquen las X donde encontrar nuevos, mágicos y, por supuesto, musicales lugares. Os escuchamos.