Cine / Crítica
Elemental de Pixar, crítica. ¿Quién dijo que agua y fuego fueran incompatibles?
Pixar Animation Studios relata una historia de amor y reflexiona sobre la tradición y el miedo a lo diferente en una película algo convencional pero tierna.
El fuego y el agua son elementos antagónicos, enemigos irreconciliables. Unas gotitas bastan para que las llamas se retuerzan, pierdan consistencia y se vean amenazadas con la extinción. De la misma manera que el agua disipa el fuego, sus lenguas carmesí queman la tierra, que por el contrario se mantiene firme ante el impetuoso silbido del viento. Así se conforma un círculo Elemental, título que da nombre a la nueva película de Disney Pixar, disponible en cines a partir del próximo 14 de julio.
En la ciudad de Elemental conviven el fuego, el agua, la tierra y el aire, elementos segregados por su propia composición. Candela (Leah Lewis) es la hija de dos seres de fuego, una joven ardiente destinada a heredar la tienda de su padre. A diferencia de su progenitor, la joven tiene problemas para controlar su ira, que estalla con demasiada frecuencia. Todo empieza a cambiar cuando conoce a Wade (Mamoudou Athie), un muchachito de agua con las emociones a flor de piel, muy llorón y empático.
Tras el fracaso en taquilla de Lightyear, Pixar necesita una película capaz de revertir la situación. Su nueva obra es una vuelta a su cine más tradicional, un trabajo de bellísima factura técnica y artística, que presenta una ciudad desbordante y preñada de detalles. El diseño captura la fisicidad fluctuosa de sus protagonistas, que mutan en función de los elementos con los que entran en contacto.
Entre la tradición, el amor y la herencia de los padres
En esencia, Elemental cuenta una historia muy humana: la gente fuego se marchó de su país para buscar una vida mejor, por lo que no deja de ser un alegato contra la intolerancia y el racismo. Viven segregados por barrios como consecuencia de una supuesta incompatibilidad entre elementos, pero al mismo tiempo, Candela y Wade entablan una relación de lo más peculiar, una historia de amor que nace de una presunta diferencia, pero que demuestra que es posible incluso en esas circunstancias tan adversas.
Parte de la narración se sustenta sobre el vínculo que mantienen Candela y su padre, los deseos de uno y de otro, las expectativas de vida que se proyectan sobre los hijos y la responsabilidad que eso supone para cada uno. Todos estos temas reflexivos se apoyan en un humor bastante blanco y alegre, que logra equilibrar el tono del drama y darle un enfoque más simpático. La bonita banda sonora de Thomas Newman (Buscando a Nemo) adquiere tonos hindúes, que se identifican con el elemento de fuego.
Elemental es una película convencional en su esencia, que no arriesga tanto como otras producciones de Pixar, pero que resulta tierna y entretenida. Además, deja cierto poso en sus mensajes, en una época en la que la intolerancia ha vuelto a aflojar. Agua y fuego eran compatibles después de todo.