Crítica de ‘Kimetsu No Yaiba - Rumbo al entrenamiento de los pilares’, ¿película o maratón de capítulos?

No es una película. Eso es todo lo que hace falta saber de la segunda cinta de ‘Kimetsu No Yaiba’, llamada en nuestro país ‘Guardianes de la noche - Rumbo al entrenamiento de los pilares’. No hay un planteamiento, nudo y desenlace ni uno puede subirse a la historia sin indicaciones previas. Esta nueva adaptación a la gran pantalla es más bien un maratón de capítulos que sirve a modo de aperitivo de cara a la próxima temporada. Un adelanto imprescindible, pero sólo recomendable para los fans del anime que lo lleven al día.

A diferencia de ‘Tren infinito’, la anterior película, esta nueva entrega no coge un arco del manga y lo adapta de principio a fin entre explicaciones para recién llegados, sino que es un híbrido un tanto extraño. Empieza repitiendo en la gran pantalla los episodios finales de la temporada tres (la situada en la Aldea de los Herreros) y después enlaza con los primeros compases de la cuarta, la del entrenamientos de los Pilares. O dicho de otro modo, la cinta alcanza su clímax durante la media hora inicial y después su ritmo se desploma. Va de más a menos y deja un sabor de boca un tanto extraño. Cuando arranca lo interesante va y se acaba de manera abrupta.

Para los fans de la serie resulta imprescindible y súper recomendable. Volver a disfrutar en pantalla grande de las escenas finales de la temporada tres, y en concreto de cierto momento clave con Nezuko, nos emocionará y tendrá al borde de las lágrimas como la primera vez. Del mismo modo, las explicaciones que se dan sobre el villano y sobre hacia dónde se encamina todo son de los más reveladoras y prometedoras. Sirve como repaso y aperitivo de lo que se viene en primavera. Ahora bien, si la cuarta temporada también comienza repitiendo lo que sucede en ella, la “película” carecerá automáticamente de cualquier valor a partir de su estreno. Veremos.

Es una lástima porque, a diferencia de lo que nos pasó con ‘Tren infinito’, nos ha quedado la sensación de que no funciona como producto independiente ni sirve de puerta de entrada a nadie. Tampoco la animación parece haber dado un paso adelante al saltar a la gran pantalla, como sí hizo en su antecesora. Aunque ‘Kimetsu no Yaiba’ es bonito de por sí y destaca entre los animes por su acabado visual, en cines compite en las grandes ligas y con productos de animación aún más llamativos si cabe.

Por tanto, si relajamos las expectativas y nos la tomamos como lo que es, como un maratón de capítulos que repite el final de la temporada tres y adelante el principio de la cuarta, genial. Si esperamos una película de animación como ‘Tren Infinito’ quizás salgamos un poco decepcionados.