Playstation Showcase, un buen evento de juegos, un no tan buen Showcase

Como amante de los videojuegos, la hora de presentaciones que vivimos ayer noche me dejó satisfecho. Hubo nombres importantes, anuncios de juegos atractivos y tráilers para el recuerdo. Se antoja complicado no salir del evento con un puñado de juegos en la mente, dada la diversidad y calidad de lo mostrado. Además, se hizo con buen ritmo, sin más corte que ese tráiler de la película de Gran Turismo colado a traición antes de la parte álgida del Showcase -pero perdonaremos a Sony, a fin de cuentas esa película es una apuesta singular y el cruce de intereses entre videojuegos y cine en este caso es demasiado elevado-. Spider-Man 2 cerró el evento, como era de esperar siendo una de las mayores apuestas exclusivas de los estudios de PlayStation este año, e hizo lo que tenía que hacer y se esperaba.

Vimos mucho y bueno. Assassin’s Creed Mirage dejó muy buenas sensaciones y la impresión de que Ubisoft acierta recuperando el espíritu original de la saga; Alan Wake II luce realmente bien; Dragon’s Dogma 2 no impresionó visualmente, pero el primero es un juego tan fantástico que sólo el hecho de que la secuela esté ahí es más que bienvenido; Nomada Studios nos volvió a obsequiar con su talento artístico y visual con Neva; vimos incluso alguna sorpresa interesante como Phantom Blade, que se une a la larga lista de juegos de acción interesantes que se producen en Asia, pero con largos tiempos de desarrollo a sus espaldas y sin fechas de lanzamiento a la vista -ya acumulamos unos cuantos como Stellar Blade (que supuestamente sale este 2023, publicado por Sony), o Black Myth: Wukong-. Y hubo más anuncios dignos de subrayar -Towers of Aghasa resultó particularmente interesante, pero el ser el primer proyecto de un pequeño estudio indie obliga a adoptar cierta cautela-.

Sin embargo, es imposible ignorar toda la expectación que rodeaba a un evento que no se celebraba como tal desde septiembre de 2021. En 2022 tuvimos State of Play, que son más concentrados y específicos, a veces incluso sobre un único juego. Por eso hay esa distinción entre unos y otros. Los Showcase están establecidos como los grandes escaparates que fijan el horizonte de PS5 a corto y medio plazo y lo que esperan los admiradores de PlayStation como marca era algo que marcase claramente los elementos diferenciadores de su consola con respecto a los demás. A ese respecto, el evento de ayer resultó algo trastabillado y las impresiones iniciales eran de que fallaba algo, una brecha que se haría más amplia bajo la luz de la reflexión y el análisis de lo presentado.

Como apuntó certeramente el popular Shinobi602 en Twitter, ayer no se nos ofreció una panorámica de lo que podemos esperar de los estudios internos de Sony, que es -o debería ser- una de las principales funciones de un Showcase. Bungie es estudio interno, pero Marathon es multiplataforma. El recientemente fichado Firewalk presentó su nuevo juego, Concord, con un curioso aire setentero pero sin arrojar ninguna luz sobre qué clase de juego podemos esperar. Guerrilla obviamente no podía estar después del ritmo que ha llevado con Horizon, pero la ausencia de Naughty Dog se hizo patente, al igual que Santa Monica, que tenía proyectos en paralelo a God of War -incluyendo el nuevo juego de Cory Balrog-. Tampoco supimos nada de Sucker Punch, Bluepoint o Bend, en lo que hubiera sido una buena oportunidad de enseñarnos al menos un fragmento de lo que están trabajando.

En el showcase de 2021 se nos ofreció teasers tanto de Spiderman 2 como de Wolverine, se mostró Uncharted 4 para PC -que es algo que se podría haber planteado aquí con el ansiado Bloodborne-. Y en cartera estaban cosas como Gran Turismo y God of War: Ragnarok. En cambio, aquí la propuesta de juegos internos de los estudios de PlayStation ha resultado bastante más discreta. Dejarlo todo a Spiderman 2 es demasiado peso, incluso para Miles y Parker, además de que es un juego que en un gameplay extendido como ese va a resultar forzosamente continuista con lo que ya hemos visto -otra cosa será el juego, de Ragnarok también se dijo en su primera exposición que parecía una expansión del primero y obviamente no fue así-. Incluso el hecho de que Sony presentara un nuevo hardware, Project Q, se sintió como un pie de nota. El dispositivo ya estaba más que filtrado y el evento hizo poco para ayudarnos a entender cuál es el mercado de una pantalla con mando para stremear juegos de PS5.

Xbox detectó rápidamente esta debilidad específica, y sabiendo que sus aficionados necesitaban de una de esas alegrías tribales que regalan las guerras de consolas, se lanzó a hacer un tweet cargado de segundas intenciones, en el que se dejaba claro que buena parte de los títulos más destacados que habíamos visto llegarían también a Xbox, incluyendo Dragon’s Dogma II, Alan Wake 2, Neva, The Talos Principle II, Marathon, Assassin’s Creed Mirage o Metal Gear Solid Delta, que podría haber sido un bombazo si no se hubiera filtrado y hubiera sido algo más que una cinemática sin fecha aproximada de lanzamiento. Es un síntoma de que el Showcase no sirvió para marcar grandes diferencias de catálogo.

Sin duda, PlayStation se siente confiada tal y como marchan las cosas, y quizás eso explique su falta de interés a la hora de enseñarnos algo más del futuro del catálogo. Las ventas marchan estupendamente y cuenta con dos pesos pesados exclusivos este 2023 como son Final Fantasy XVI y Spiderman 2, que darán un buen empujón en todo el mundo durante los próximos meses. Pero cuando organizas tu exposición más relevante, después de dos años, es comprensible que se busque más de lo que vimos. A veces, hace falta un poco más que una buena selección de proyectos y tráilers, y este hubiera sido un gran momento para un golpe en la mesa que no se produjo y que se echó en falta.