En mis sueños más inquietos, Silent Hill 2 Remake no pinta bien

“En mis sueños más inquietos, veo esa ciudad”, decía la carta que, supuestamente, Mary envió a su marido, James Sunderland, a pesar de llevar varios años muerta. Yo también tengo sueños inquietos. De hecho, esta misma noche he tenido una pesadilla en la que, en lugar de esa ciudad, lo único que aparecía era el nuevo tráiler de Silent Hill 2 Remake, la nueva versión del clásico de Konami desarrollada por Bloober Team.

Pero no es eso lo que me preocupa, pues los sueños, sueños son. Lo que me aterra es entrar en nuestra web, echar un vistazo al resumen del State of Play y comprobar que, lejos de ser fruto de una pesadilla, es completamente real: Silent Hill 2 Remake ha mostrado todas sus cartas, y como fan incondicional —más bien devoto— del juego original, creo que las cosas no pintan precisamente bien para el regreso del que ha sido, es y será uno de los juegos de terror más laureados de todos los tiempos.

El hecho de apostar por un remake nunca me ha parecido mala idea, aunque no puedo decir lo mismo de la decisión tomada por Konami a la hora de elegir un estudio que se haga cargo del proyecto. No tengo nada personal contra Bloober Team, pero no creo que el equipo polaco esté capacitado para abordar una obra tan especial, y el gameplay recién compartido no ha hecho más que confirmar mis peores temores.

Silent Hill 2 es un título muy, muy, muy particular; una historia de terror única en su especie que nos lleva —y nos hace sentir en nuestras carnes— a través de emociones como la pérdida, el dolor y la culpa, entre otras. Nuestra compañera Laura Luna lo resumió a la perfección hace tres años. Un videojuego repleto de simbología, en el que menos es más y en el que los monstruos solo existen para recordarnos que, a veces, el peor de los horrores nace en nuestro interior.

¿Por qué pienso que Bloober Team no es el estudio adecuado para tratar Silent Hill 2? Simple y llanamente, porque ya ha intentado seguir su estela sin éxito en más de una ocasión. Los polacos nunca han ocultado su admiración hacia la obra que Team Silent nos regalón allá por 2001 pero, en mi modesta opinión, todavía no han demostrado comprender por qué es tan especial.

Porque conforme jugamos a Silent Hill 2, poco a pocos nos vemos sumidos en una pesadilla en la que ni siquiera somos conscientes de haber entrado. Una manera de hacer al jugador partícipe de la obra que solo está al alcance del más talentoso de los creativos. Otros, sin embargo, se empeñan en hacernos creer que el terror no es más que un ruido extraño debajo de la cama, una sonrisa maliciosa al fondo de un pasillo y un televisor que se enciende por arte de magia en mitad de la noche.

En su momento tuve la oportunidad de jugar a Layers of Fear, a Layers of Fear 2, a Observer y a Blair Witch, y aunque no tengo intención alguna de valorar si me parecen buenos o malos videojuegos, en todos he encontrado algo que me sirve para desear que James Sunderland estuviese muy lejos de sus creadores. Mención especial merece The Medium, título en el que la palabra “inspiración” quizá se quede corta para explicar diversos elementos del juego que, en cuanto los vi, tuve algo muy claro: este remake no es una buena idea.