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Xokas cocina la tortilla de patatas perfecta: “El debate con o sin cebolla no tiene sentido”
El streamer se apunta a los vídeos de cocina y presume de su técnica con la tortilla, adquirida según él de todas las veces que ha ido a Betanzos.
Cuando Xokas dijo que su nueva casa de 2 millones le convertía en “un soltero de oro” y le abría todo un mundo como creador de contenidos, el streamer se refería a que con ella podría empezar sus propios directos de cocina al más puro estilo Arguiñano. Y apenas ha tardado dos “programas” en abordar el mundo de las tortillas de patata, un tema en el que, como siempre, él es quien más sabe.
“Voy a hacer una tortilla, pero no voy a hacer una tortilla cualquiera. Voy a hacer cómo se hacen las tortillas. Porque vosotros sois unos fantasmas y habéis hecho unas cuantas tortillas y huevos fritos y tal en vuestra vida, pero no sabéis hacer bien una tortilla. Como yo he ido a comer muchas veces tortilla a Betanzos, que es el sitio en el que se hacen las mejores tortillas del mundo, tengo la técnica con la que hacer una buena tortilla”.
¿Con cebolla o sin cebolla?
Para Xokas, el debate sobre si debe llevar cebolla o no es “estúpido”. “Realmente de las dos formas está buena la tortilla. No es necesario que lleve o no lleve cebolla. Está bien de las dos formas. Depende mucho más del punto de cocción del huevo. Hay gente a la que le gusta muy líquida, gente a la que le gusta compacta y que esté pasada... Me la sudan vuestros gustos. Yo la voy a hacer como se debe hacer que es ni una cosa ni la otra. No puede estar derramándose entera ni puede estar completamente compacta como si fuera una suela de zapato. Como diría el Rey Salomón, la virtud está en el término medio. Estoy bastante seguro de que la voy a hablar. No cocino mucho, pero esto es como andar en bici”.
“La mayor diferencia que te genera ponerle cebolla o no es la jugosidad. La cebolla te aporta un extra de jugosidad por dentro. Juega a favor de la textura, pero yo generalmente la hago sin cebolla. Porque sí, porque a veces me repite. Cualquiera de las dos es válida y no lo digo por no mojarme, sino porque no veo una diferencia muy grande entre una y otra”.
El truco: pochar la patata
“La tortilla se hace poquito a poco. Hay que esperar a que la patata esté un poquito hecha, muy suavemente. Que se vaya pochando en aceitito de oliva bueno, virgen extra. En cuanto esté pochada le metemos con todo. Después las rompes en un plato con un poco de papel de cocina, las secas bien, las metes en el huevo y les echas sal y pimienta antes de devolverlas a la sartén. Así queda como en los restaurantes”.
“Cuando pochas las patatas quedan increíbles, pero con un poquito de aceite así que no son muy sanas, no es lo ideal. Pero así te marcas una tortilla histórica. Es una comida gocha, rica, pero si no tienes cuidado te comes un litro de aceite”.
El error de novato: dejarla líquida
“Lo juntas todo bien y lo rompes en el huevo. La rompes de manera que quede pochándose con el huevo. Que no queden trozos grandes, sólo pequeños. Muy tranquilamente, sin prisa que es como se cocina. Esto no solamente es bueno para que esté más sabrosa, sino también para que esté muy compacta. Porque cuando tú haces la tortilla y no sabes hacerla bien, la haces en trozos desiguales, en picos. Te queda como con huecos, con espacios entre las patatas y eso hace que no quede bien compacta y rica y buena. Así la patata se empapa bien del huevo y luego la tortilla queda bien formada. Hay que darla con esmero y que absorba bien”.
Queda añadir pimienta negra, “un toquecito”, y un poquito de óregano. Después a fuego lento recolocando trocitos. Yo le suelo dejar entre tres y cinco minutos a fuego muy lento para que quede por fuera dorada, no demasiado tampoco, y por dentro blandita, pero sin líquido. Líquido no. Eso es que te ha quedado poco hecha y que te has pasado. Si en tu plato hay una piscina es que no la has hecho bien. A mí me encanta cruda, pero hecha.
¿Algún consejo para el maestro? ¿Qué os parece su tortilla?