Actualidad
California obligará a las tiendas digitales a admitir que los usuarios no compran, sino que alquilan contenido
El estado de California (EEUU) impulsa una ley pionera en el terreno del contenido digital que obligará a las compañías a aclarar que el contenido que ofrecen no se vende, sino que se licencia.
Se ha escrito un nuevo capítulo en el eterno debate entre formato físico o formato digital. El gobernador de California ha firmado una nueva ley que obliga a las tiendas digitales de cine, música y videojuegos a aclarar a sus clientes potenciales que el contenido que compran no son compras como tales, sino licencias de uso que pueden expirar. Se trata de una legislación pionera en este terreno a favor de los usuarios que puede suponer quebraderos de cabeza para las grandes compañías.
California dice “no” a los abusos de las tiendas digitales y obligará a que aclaren que solo venden licencias de uso de su contenido y no el contenido como tal
Tal y como relata The Verge, el pasado 26 de septiembre de 2024 Gavin Newsom, el gobernador de California, firmó la Ley AB2426 de Protección al Consumidor, Publicidad Engañosa y Bienes Digitales. Tal y como su propio nombre indica, se trata de una nueva ley dedicada para proteger a los consumidores ante los abusos de las plataformas de contenido digital de cine, televisión, música o videojuegos.
La legislación vigilará muy de cerca cómo cada plataforma se refiere al contenido que ofrece: mientras que la inmensa mayoría de ellas refleja que venden contenido, dicho contenido en realidad no es adquirido para su posesión permanente por parte de los usuarios, sino que les es licenciado. Es decir, se les otorga acceso temporal a aquello por lo que pagan, pero dicho acceso se puede revocar por diferentes circunstancias como una expiración de la licencia o un incumplimiento de los términos de uso y condiciones del servicio.
La nueva ley es muy concreta y prohibirá usar términos como “comprar” mientras que no se informe de manera clara y concisa a los usuarios de que no están obteniendo un acceso sin límites a aquello por lo que han pagado. Además, otra de la imposiciones de esta ley es que las tiendas digitales tendrán que aclarar a los clientes que adquieran licencias susceptibles de ser revocadas la lista de restricciones que este contenido en particular posee. Las empresas que no se adhieran a estas nuevas reglas podrán ser multadas por publicidad engañosa.
Este nuevo marco legal no afectará a plataformas que ofrezcan descargas de contenido offline de manera permanente. Pese a que esta ley entra en vigor en 2025, puede sentar un precedente que haga que se extienda a otros estados del país o que incluso dé el salto a Europa.
Esta medida afectaría a servicios como la PlayStation Store, la Microsoft Store, la eShop de Nintendo Switch o, Epic Games Store o Steam, ya que en ellos se puede adquirir todo tipo de contenido multimedia como series de televisión, películas, música y videojuegos. No afectaría a otras como GOG, ya que ofrecen los instaladores y ejecutables de videojuegos de PC sin DRM.
¿Cuál es la diferencia entre comprar, alquilar y licenciar?
Aunque estemos acostumbrados a comprar contenido digital, el término “compra” no es del todo preciso para referirnos a la adquisición de videojuegos, cine, series o música en este formato porque suele estar sujeto a ciertos términos de uso y condiciones del servicio de cada plataforma en particular. Por tanto, la palabra correcta para referirnos a estas adquisiciones sería “licenciar”, que es básicamente que la plataforma nos da un permiso de uso de un determinado contenido, pero no pagamos por su posesión.
Técnicamente el contenido en formato físico como videojuegos o películas tampoco se compra, pues entre los deberes y obligaciones de sus propietarios están el hecho de no producir copias ilegales, ya que es algo perseguido por la ley. Estrictamente hablando, al comprar un videojuego físico no se adquiere la propiedad intelectual del software, sino una licencia de uso con un soporte físico para acceder al mismo. No obstante, el formato físico da una mayor libertad a los usuarios, puesto que si quieren deshacerse de un juego o una película que ya han disfrutado pueden hacerlo en el mercado de segunda mano y obtener algo de dinero a cambio.
Lo que esta nueva ley californiana pretende es aclarar a los usuarios que el contenido digital que adquieren puede ser revocado en cualquier momento para que tengan presente la diferencia de los distintos tipos de propiedad existentes. En casos de cierres de tiendas digitales como el del Xbox 360 Marketplace nosotros mismos hemos comprobado que hay contenido que se ha perdido, marcado como “no disponible” pese a haber pagado por él en su momento, lo cual es un abuso flagrante de la plataforma, y un recordatorio de que este contenido nunca fue nuestro en primer lugar.
En la práctica, las licencias de uso funcionan de manera más similar a los alquileres que a una compra tal y como la entendemos. Pagamos por obtener algo cuyo acceso puede sernos revocado a posteriori. Aunque no haya una devolución como en los alquileres, esta accesibilidad solo de carácter temporal es la principal diferencia con respecto a una compra al uso, algo que nos dota de accesibilidad permanente o vitalicia.
En cualquier caso, los temas de licencias digitales son muy complejos y que cuanto más claro tengamos el tipo de acceso se nos ofrece a algo por lo que pagamos, mejor, ya que esto nos permite tomar una decisión informada.