¿Qué película descubro hoy?
‘Memento’: el primer juego de Nolan con el público, convertido en película de culto
El film del director británico fue su primera prueba piloto de lo que vendría después. El germen de lo que ha ido desarrollando con mayor o menor éxito en su dilatada filmografía.
Los Oscar 2024 fueron la consagración definitiva en el séptimo arte de Christopher Nolan. Su duodécima película y quizá la de menos autor de todo su filmografía. Hoy recuperamos ‘Memento’ (2000). Ese trabajo estrenado en los primeros meses del Siglo XXI que era un buen anticipo de lo que nos vendería Nolan en muchas de sus películas. ‘Memento’ era el germen de los que disfrutamos después en su trilogía del misterio del ser humano: ‘Origen’; ‘Interstellar’ y ‘Tenet’.
‘Memento’ no era su primera obra de Nolan. Esa es ‘Following’, obra rodada en blanco y negro y en 16mm que ya dejaba con la boca abierta. ‘Memento’ es otra cosa. Una película de culto, que ha engrandecido su figura con el paso de los años. ‘Memento’ es Nolan y Nolan es ‘Memento’. Un thriller a la altura de los grandes films de su generación que absorbe al espectador como siempre pretende al director. Su primera prueba piloto de un mundo al que Nolan le ha gustado introducir continuamente al público. Giros de guion, montaje endiablado, un desconcierto adictivo. En definitiva, jugar con la mente del que está viendo la película.
En ‘Memento’, el personaje que interpreta Guy Pearce (otro actor de la larga lista de interpretes sin nominación al Oscar) sufre un tipo de amnesia originada durante el asesinato de su esposa. No sólo Pearce sale más que airoso. Las actuaciones de Carrie-Anne Moss, en su estado de gracia tras ′Matrix’ y del siempre soberbio Joe Pantoliano le dan empaque a la película. Todo encaja. Nolan juega con la línea temporal a su antojo. Aturde, confunde. Nada es lo que parece y lo que parece está impregnado de misterio y suspense. Un trabajo que no hay que perderse para entender cómo es el Nolan posterior. Y una película que si ya se ha visto, un nuevo visionado siempre saca a relucir cosas nuevas. Hasta se entiende de distinta manera.