Las granadas de humo de Counter Strike 2 son lo que el género shooter lleva 20 años pidiendo

Dicen que la felicidad está en las pequeñas cosas. En el mundo de los videojuegos, todos los cambios que marcaron un antes y un después fueron considerados matices, al menos en su día. Eran cosas secundarias en las que nadie se fijaba cuando juego al que pertenecían era anunciado. Porque habitualmente, lo que todos esperamos de una secuela es el clásico “más y mejor”. Ver la experiencia original elevada a la enésima potencia. Un salto gráfico y una propuesta que pula cualquier fallo previo. Pero como decimos, es en los pequeños detalles donde reside la grandeza.

Con Call of Duty 4: Modern Warfare, la gente ensalzó mil y dos características, pero la mayoría no caímos en la cuenta de que lo verdaderamente importante era la inclusión de la fórmula RPG en su modo multijugador. Aquello fue lo que terminó perdurando y lo que hizo evolucionar el género shooter. Con Destiny, lo último que uno hubiera destacado eran sus menús, pero aquí estamos hoy día, con hasta los Assassin’s Creed y God of War copiando esa misma interfaz para equipar objetos y complementos. Lo mismo con el osado que nos permitió tumbarnos además de agacharnos, quien se atrevió a poner un pequeño mapa del nivel en las esquinas inferiores de la pantalla y el (a menudo maldito) invertor de la regeneración automática de vida. Nadie se compraba un juego por esos cambios, pero después nadie concebía un juego sin ellos.

Y es imposible no pensar lo mismo al ver las granadas de humo de Counter Strike 2. Si alguien sabe de gestos, de pormenores, esa es Valve, y donde otros hubieran mostrado 8 mapas nuevos, explosiones a la altura de Michael Bay o cambios disparatados como un modo historia para Counter, ellos se centran en lo importante, en los detalles. En vez de un tráiler cinematográfico, la desarrolladora ha presentado la secuela con un puñado de vídeos en los que desgrana novedades tales como el nuevo humo de sus granadas, el cual interactúa con el escenario y se amolda al mismo. Tiene en cuenta los lugares donde se encuentran elementos del entorno y no los ocupa ni invade, sino que los rodea, los “abraza”, y las balas y granadas lanzadas a través de él limpiarán su espacio en tiempo real.

En Counter Strike: Global Offensive, por poner un ejemplo, si tú arrojabas una granada de humo, ésta explotaba y se expandía a su alrededor sin tener en cuenta el escenario. Su radio de acción y efecto era siempre el mismo. En Counter Strike 2 será todo lo contrario. Si lanzas esa misma granada en un interior, su humo se desplegará por la estancia, no a través de las paredes. Es decir que su humo recorrerá los pasillos, las escaleras o la forma que tenga la habitación en la que nos encontremos.

En el pasado, si alguien te ponía una bomba y lanzaba una granada de humo encima de la misma, tenías que arriesgarte y meterte a ciegas en la humareda. Ahora puedes hacer un par de disparos, hacer un agujero en ese impávido manto gaseoso y ver lo que ocurre al otro lado. Pero de manera efímera, durante apenas un par de segundos. Después el humo vuelve a cerrarse como una cortina y limita otra vez nuestra visión. La estrategia y el factor sorpresa entran en una nueva dimensión y sólo queda esperar a la beta de Counter Strike 2 para descubrir el ingenio con el que los jugadores aprovechan esta característica.

¿Es una chorrada? Quizás. Pero son este tipo de chorradas las que luego tienen peso real en el gameplay, las que se palpan a los mandos al jugar, las que se recuerdan y añaden un nuevo grado de inmersión y divertimento a la experiencia. No será la única del juego. Se han presentado aún más novedades de Counter Strike 2 y Valve ha contestado ya a las 5 preguntas que todos nos hacemos con la secuela, como si se conservarán las skins.