Anime
‘Jujutsu Kaisen’ y la reunión familiar más intensa y brutal del anime
El enfrentamiento entre Toji y Megumi Fushiguro ha sido uno de los puntos más destacados del último capítulo de ‘Jujutsu Kaisen’.
Todo tipo de sucesos no dejan de desencadenarse en la actual temporada de ‘Jujutsu Kaisen’, con un arco de ‘El Incidente de Shibuya’ que está cumpliendo con las enormes expectativas que en él había depositadas. El encarcelamiento de Satoru Gojo es un enorme problema que está afectando al resto de protagonistas, y el mal ya se ha desencadenado en su peor forma posible con el regreso de Sukuna, poseyendo de nuevo el cuerpo de Yuji Itadori y demostrando en este último capítulo la enorme amenaza que supone para todos su presencia.
El anterior capítulo nos mostró el enorme poder de Toji Fushiguro, el personaje ya fallecido había regresado a la ‘vida’ tras apoderarse de un cuerpo que quiso utilizarle, pero no fue capaz de mantener el control sobre este personaje. Su combate contra Dagon dejó claro de lo que es capaz uno de los seres más poderosos de la obra, y tras acabar con él, llegó el turno de seguir dejándose llevar por su instinto y buscar a otra futura víctima. ¿De quién se trata? Megumi Fushiguro, su hijo, y que desconoce que el ser que trata de matarle es su padre biológico. Un combate en el que la diferencia entre uno y otro es enorme, y que en el momento que parece todo va a llegar a su fin, por un momento, Toji recupera su humanidad, recuerda quién es el que tiene enfrente, y al preguntarle por su nombre, se siente enormemente aliviado al ver que continúa siendo un Fushiguro y no un Zenin, acabando por sí mismo con su presencia en el mundo y permitiendo sobrevivir a su hijo.
‘El Incidente de Shibuya’ no deja de ir a más en ‘Jujutsu Kaisen’
Un momento de máxima tensión, la aparición de Sukuna pone la situación al límite, y es difícil de imaginar todo lo que está por llegar. Las muertes van sucediéndose una detrás de otra, y cuesta ver a alguien más allá de Satoru Gojo con la capacidad para frenar el mal que supone la resurrección del llamado Rey de las maldiciones.