Ibai responde a quienes le acusan de haberse drogado tras un partido de la Kings League

Ibai Llanos no puede evitar estar en el candelero permanentemente, y eso conlleva en ocasiones ser víctima malentendidos. Eso es lo que le ha ocurrido tras un encuentro de la Kings League, donde preside del Porcinos FC, y donde le grabaron en unas circunstancias en las que no salió del todo favorecido, con lo que no tardaron en surgir rumores malintencionados.

Y es que entre las horas, probablemente intempestivas, y la luz de la cámara del móvil, Ibai no salió precísamente favorecido, con lo que se comenzó a especular con que el streamer vasco estaba borracho o incluso drogado. Ibai se paró a saludar a un fan, fue grabado, y las reacciones fueron esas. Ahora toca conocer su versión, dada en uno de sus directos.

La aclaracion de Ibai

“El otro día jugamos contra Aniquiladores. Viene un chaval y me dice ‘Ibai, ¿cuántos likes para que me des una camiseta de Porcinos?’”, comienza explicando Ibai. “Y le digo ‘20.000′. Resulta que ese TikTok, atención, tiene 1,3 millones de likes. ¿Pasa algo? No, me alegro por el chaval, desde aquí le mando un saludo. ¿Cuál es el problema? El tío me pone la luz del móvil en la puta cara y todos los comentarios son en plan ‘Ibai encocado’, ‘Ibai drogado’, ‘Ibai se mete de todo’, ‘Mirad las pupilas’... No me lo puedo creer, soy gilipollas”.

“Soy un meme andante. Me como un puto bocata de pavo con queso y un Nestea. Termino, veo el partido de DJ MaRiiO y me paro a atender a un chaval. ¡Todos los comentarios de que voy drogado!”, continúa explicando. “Hay gente además diciendo ‘Mira cómo lleva las pupilas, va muy drogado’. El problema no es que la gente piensa que me drogue, algo que me da un asco tremendo, porque desgraciadamente en mi infancia he tenido en mi entorno tantos problemas que me dan un rechazo profundo. Lo que me preocupa es que en un miércoles normal, donde me he comido un bocata de pavo, la gente piense que soy un drogadicto”.

Y es que como deja claro el vídeo publicado en TikTok, entre la luz, el sudor y el cansancio, no era el mejor momento para Ibai Llanos.