Esta característica de Pokémon Oro, Plata y Cristal fue una auténtica revolución para la época

Los juegos de la Segunda Generación de Pokémon (Oro, Plata y Cristal) supusieron una revolución tremenda con respecto a los títulos anteriores. No solo venían cargados de una nueva zona por explorar además de la sorpresa de visitar la región anterior, sino que también introdujeron una característica clave: el ciclo de día y noche, posible gracias al reloj interno que poseían los cartuchos.

El ciclo día y noche en Pokémon Oro, Plata y Cristal: un factor clave para crear un mundo más vivo que nunca

Los títulos de la Primera Generación de Pokémon (las ediciones Rojo, Azul y Amarillo) fueron un auténtico éxito para Game Freak, si bien es cierto que su escasa experiencia en el desarrollo de este tipo de videojuegos hacían que la aventura apenas conservara alicientes para seguir jugando una vez que completábamos la aventura principal.

Es por ello que decidieron subir la apuesta a la hora de desarrollar las ediciones Oro y Plata, los primeros dos títulos de la Segunda Generación. El principal añadido de peso fue el ciclo de día y noche, lo cual dotaba de una mayor verosimilitud al mundo de los juegos. Gracias al reloj interno de los cartuchos, ahora se podía hacer de día o de noche en los juegos tal y como sucede en la vida real.

Este cambio de horario in-game no era solo algo meramente cosmético, sino que tenía repercusiones en la propia jugabilidad, como en la aparición de determinados Pokémon. En un mismo parche de hierba pueden aparecer diferentes criaturas en función de la hora del día, y esto daba más realismo a los juegos, amén de aumentar su rejugabilidad. Por ejemplo, Pokémon diurnos como Sentret (inspirados en ardillas) aparecerán durante el día, mientras que otros nocturnos como Hoothoot (inspirados en búhos) solo aparecerán de noche.

Game Freak no fue conformista y al hecho de que las horas del juego transcurren como en la vida real añadieron la posibilidad de avanzar días de la semana. Es decir, cuando finaliza un día, se pasa al siguiente de la semana. Y, de nuevo, esto tampoco era algo meramente “decorativo”, sino que afectaba a ciertos elementos de juego como la posibilidad de encontrarnos con personajes que nos regalan objetos o poder participar en eventos como el concurso de captura de bichos en el Parque Nacional, celebrado solo ciertos días de la semana.

Todos los elementos afectados por el ciclo de día y noche en Pokémon Oro, Plata y Cristal

A continuación os dejamos con una lista completa de todos los elementos en los que influye el paso del tiempo en Pokémon Oro, Plata y Cristal:

¿Cómo se consiguió crear el ciclo de día y noche en Pokémon Oro, Plata y Cristal?

El ciclo de día y noche en los juegos de la Segunda Generación de Pokémon se consiguió gracias a la presencia de un pequeño chip de reloj en tiempo real (RTC, real time clock en inglés). Es decir, en cada uno de los cartuchos de estos juegos, además de los chips de la ROM del juego en sí, la SRAM para guardar partida y el mapper de memoria, también había un pequeño chip dedicado para este reloj.

Dado que este chip consumía energía de la pila interna de los cartuchos de forma constante, su principal punto negativo es este precisamente: el drenaje persistente de energía que hacía que la vida útil de las pilas de estos juegos fuese muy reducida en comparación con las de los juegos anteriores. Mientras que en condiciones ideales, las pilas de juegos como Pokémon Rojo, Azul y Amarillo pueden durar hasta cuarenta años porque solo se utilizan a la hora de guardar partida, este goteo constante de energía en Oro, Plata y Cristal hacía que solo durasen entre cinco y diez años.

Debido a esta particularidad del hardware, es imposible que un cartucho repro logre plasmar de forma fidedigna esta característica única de los juegos originales. En su lugar, cada vez que entramos y salimos de una zona, la hora cambia de forma arbitraria, efectivamente empeorando la experiencia de juego general.