El capítulo 1080 de One Piece reivindica a Garp como uno de los personajes más fuertes del manga

Ya sabéis lo que dicen. De tal palo, tal astilla. Conociendo la fuerza de Luffy, dudar del poderío de su árbol genealógico era cosa de necios. Más aún sabiendo que su padre es Dragon, el líder del Ejército Revolucionario, y su abuelo Garp, el héroe de la Marina. En cualquier caso, ya sabemos cómo es la comunidad de One Piece: defensora de las causas perdidas y patrona de todas aquellas teorías insostenibles (cuanto más inverosímiles, mejor). Por ese motivo, Oda ha querido despejar cualquier atisbo de duda y poner las cosas en su sitio. En el capítulo 1080 de One Piece, el autor se ha sacado un as de la manga (de ahí el término, manga-ka) y ha puesto en acción a Garp, desatando todo el potencial de éste sobre la isla de Hachinosu y demostrando que estamos ante uno de los personajes más fuertes de la serie.

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Parafraseando a Gandalf a nuestra manera, un Monkey D. nunca llega tarde ni pronto. Llega exactamente cuando se lo propone. Y a su manera, claro. Que la manera de esta familia tan particular sea surcando los cielos, sobrevolando con su barco los campos de batalla, ya no es culpa nuestra. Porque así aterrizaba Garp en Hachinosu, la isla de Barbanegra. Justo del mismo modo en que Luffy llegó a Marineford para rescatar a Ace. Un arco considerado de los mejores de la historia del manga, pero que todo sea dicho, no terminó de hacer justicia al vicealmirante, pues al margen de un rápido encontronazo con Marco, apenas le vimos ser regateado por su nieto (en una escena aún más ridícula que la protagonizada por Obi-Wan y Leia en la serie fan service sobre el mítico jedi). Bueno, eso y morder el polvo a manos de Sengoku.

Porque el vínculo que unía a Garp con Ace le tenía atado de pies y manos, y con algo más resistente que unas esposas de piedra marina. Le atenazaban los lazos del deber y la familia, ambos enfrentados. Le inmovilizaron y dejaron a la espera de ver cuáles cedían antes. Pero cuando Akainu le arrebató la vida a su ahijado, Garp no pudo contenerse y se dispuso a vengarse en ese mismo momento, al menos hasta que Sengoku le detuvo. Y si el líder de la Marina, su almirante de la flota, se toma la molestia de frenarte, lo mismo (y llamadnos locos si queréis) es recomendable hacer un poquito de caso. El caso es que todos habíamos oído hablar de la leyenda de Garp, pero a la hora de la verdad, lo único que vimos fue cómo le temblaron las piernas y le ajustaron la correa. Ahora bien, tras lo ocurrido en el capítulo 1080 de One Piece, la pregunta es evidente, ¿y si Sengoku no hubiera temido por la vida de su amigo, sino por la de Akainu?

El Galaxy Impact, el ataque Garp en el capítulo 1080 de One Piece, demuestra que en Marineford se contuvo y que si Sengoku le paró los pies no fue porque temiera verle perder la vida a manos de su volcánico almirante, sino porque estaba convencido de que era capaz de acabar con Akainu y terminar así de hundirse la vida. De héroe a infame criminal. Porque no se ha visto nada en la serie como el alarde de haki que acaba de hacer. Sólo se nos vienen dos nombres a la cabeza que estén por encima en ese sentido: Shanks y Gol D. Roger. Como ellos, Garp no ha comido ninguna fruta del diablo y todo su poder se basa en eso, la manifestación de su fuerza de voluntad. Sabíamos que era de los pocos capaces de usar las tres clase de haki, pero tras semejante puesta en escena, ahora entendemos que vaya tan seguro por la vida de su fuerza y reputación como para despreciar a los Dragones Celestiales en el Levely.

A Garp no le ha hecho falta aterrizar en Hachinosu para arrasar con la plaza de la ciudad y decenas de edificios. Desde la distancia, con una onda expansiva proyectada desde su puño, imbuido con haki del conquistador, el héroe de la Marina ha sembrado el caos y destruido parte de la isla, facilitando el rescate de Koby, la misión por la que en el fondo se encuentra allí. Y ojo porque ha venido solo. Iba siendo hora de que Oda pusiera un poco de respeto sobre el nombre de la armada y que presentara a más miembros de cara a la guerra final. Este capítulo 1080 también ha cumplido en ese sentido y nos ha presentado a algunos de sus compañeros en la armada: Kujaku, Hibari y Golem.

La primera es nieta de Tsuru, a quien ya conocíamos, y parece tener una fruta del diablo que recuerda a la de Tama. ¿Es cosa nuestra o puede convertir en siervos a todos los que golpea con su látigo? La segunda es una francotiradora que recuerda a Usopp, no sólo por su cargo, sino por su especialidad: dispara flores como balas. Y el tercero es un “hombre de barro”, a medio camino entre Cracker, Galdino y Caribou. Veremos si entre ellos y Garp son capaces de conquistar Hachinosu, donde Teach sólo ha dejado atrás a cuatro de sus hombres de confianza: Avalo Pizarro, Shyriu de la Lluvia, Vasco Shot y Buque de Guerra. Además nos ha presentado la habilidad de cada uno de ellos. La fruta shima shima (hombre isla), suke suke (transparente), gabu gabu (alcohol) y deka deka (gigante). Pero para más detalles, mejor leer el capítulo.

Concluyendo, Garp ha trepado de un solo puñetazo a lo más alto de nuestra escala de poder y ardemos en deseos de ver qué más tiene para mostrar una vez cabreado y sin nadie de su nivel cerca para evitar que se descontrole. ¿Podrá reconstruir Avalo Pizarro la isla de Hachinosu gracias a su poder, la fruta del hombre isla? ¿Habrá caído Garp en una trampa y hará las veces de Jiraiya/Ace, desencadenando la guerra final y la furia de Luffy? ¿O será capaz de tumbar él sólo a media tripulación de Barbanegra, recuperará el respeto perdido de la Marina y se revelará como el personaje vivo más fuerte de One Piece? Siempre con permiso de Shanks, claro. Preguntas, preguntas y más preguntas.