‘Dragon Ball’ y el origen de la nube Kinton de Goku: ¿de dónde sacó Toriyama su inspiración?

Los fans más veteranos de ‘Dragon Ball’ seguramente guarden un gran recuerdo de las primeras aventuras de Goku, cuando no era más que un chaval que seguía la pista a las Bolas de Dragón y viviendo toda clase de aventuras junto a sus amigos, mucho más terrenales de lo que posteriormente llegaría con Dragon Ball Z. Y la célebre nube Kinton tenía un papel muy destacado en la forma de desplazarse de Goku, incluso formando parte de algún que otro combate como ayuda extra. Pero, ¿de dónde sacó Akira Toriyama, creador del manga, la inspiración para crear tan peculiar objeto mágico? La respuesta se encuentra entre la propia obra clásica china que motivó el universo de ‘Dragon Ball’: Viaje al Oeste.

¿De dónde sale la nube Kinton de ‘Dragon Ball’?

La nube Kinton es una especie de objeto mágico de color amarillo y aspecto esponjoso con cierta personalidad y capaz de entablar una relación de amistad con su “dueño”, en este caso, Goku. Eso sí, para ser capaz de montarse en ella y viajar a toda velocidad por el cielo es necesario ser una persona de corazón puro. Y sí, tal y como ocurre con la propia historia y el universo de ‘Dragon Ball’ -o al menos en sus inicios-, la obra clásica china Viaje al Oeste también inspiró la creación de la nube Kinton.

Y es que la obra china a cargo de Wu Cheng’en y publicada a finales del siglo XVI está protagonizada por Sun Wu-Kong, también conocido como el Rey Mono, un guerrero de aspecto simiesco y pelaje amarillo el cual equipa un bastón muy similar al icónico bastón mágico de Goku y que en ocasiones viaja sobre una nube. Y aquí estaban todos los ingredientes para crear a Goku, su bastón mágico y la nube Kinton a ojos de Akira Toriyama.

Sin embargo, la nube Kinton fue perdiendo protagonismo a medida que avanzaba la serie y Goku se hacía mayor, ya que el aumento de poder de los guerreros a partir de la entrada de la saga de los Saiyans en adelante ha sido exponencial, por lo que ya no era necesario contar con objetos mágicos, a excepción de las judías mágicas, claro está.