¿A qué juego hoy?
Doom es un pilar fundamental de los FPS y si no lo has jugado puedes hacerlo gracias a Game Pass
Game Pass nos da la posibilidad de jugar al Doom original de 1993, uno de los mejores videojuegos de todos los tiempos y uno de los máximos exponentes del género de disparos en primera persona.
Doom es a los juegos de disparos lo que Mario es a los de plataformas. No hay más; es un axioma inviolable e indiscutible. Aunque no fue ni mucho menos el primer FPS, sí que es uno de los videojuegos que, junto con otros como Half-Life o GoldenEye 007, ha definido el género y su alargada sombra se siente incluso en nuestra época. Aprovechando que forma parte del catálogo de Game Pass, volvemos a las lunas de Marte y al mismísimo infierno para masacrar demonios.
Doom: un videojuego indispensable para entender la evolución de los juegos de disparos
A estas alturas poco se puede decir sobre el Doom original de 1993 que no se sepa ya, pero intentaremos hacer lo que podamos. Estamos ante un título de disparos en primera persona en su máxima expresión, propio de una época en la que la trama o la historia quedan reducidas a escuetos textos en los manuales y alguna que otra pantalla del propio juego.
Encarnamos a un marine anónimo (comúnmente llamado Doomguy, el “tío de Doom”) que se ve envuelto en el embrollo del siglo: la Union Aerospace Corporation está llevando a cabo experimentos de teletransportación en las lunas de Marte, Fobos y Deimos. Pero algo sale mal, y por los portales comienzan a emerger demonios y todo tipo de criaturas del averno que diezman al personal de las instalaciones militares. Nuestra misión consiste no solo en sobrevivir encontrando la salida de cada nivel, sino también en llevar la lucha al mismísimo Infierno.
Doom tenía un apartado técnico puntero para la época, con sprites de las criaturas distintos, de gran calidad y bien diferenciados entre sí. Los diferentes niveles que componen el juego están muy bien elaborados, y hay un salto cualitativo tremendo con respecto a Wolfenstein 3D, título también de id Software que en cierto modo se puede considerar su predecesor. Mientras que en la aventura de B.J. Blazkowicz la arquitectura de los escenarios era puramente plana, en Doom se introdujeron mejoras como curvas, formas circulares e incluso rampas, dando una mayor sensación de tridimensionalidad al conjunto. Todo un hito para entonces.
La jugabilidad consiste, como comentamos antes, en buscar la salida de cada nivel. Por el camino nos toparemos con muchos enemigos que nos impiden el paso y a los que podemos liquidar con las contundentes armas de nuestro arsenal. A medida que avanzamos los escenarios son cada vez más complejos y no solo necesitaremos las tarjetas de colores para abrir las puertas correspondientes, sino que el juego se permite el lujo de tener puzzles de todo tipo con botones que elevan o bajan plataformas o abren o cierran puertas.
Por supuesto, el rico diseño de niveles también da lugar a muchos secretos en ellos, desde los típicos botiquines hasta potentes armas que no conseguiríamos hasta más adelante de no ser por el secreto en cuestión. En líneas generales, Doom pone a prueba nuestra capacidad de orientación, algo a lo que también ayuda su mapa in-game.
Y hablando de armas, hasta cierto punto Doom estandarizó las armas utilizadas en muchos títulos de disparos lanzados a posteriori. A saber: la pistola débil pero cuyas balas impactan al instante donde apuntamos, la escopeta potente cuyo uso es esencial si queremos infligir gran daño, el lanzacohetes cuyos proyectiles viajan lentamente por el escenario... vamos, que creó tendencia.
Tampoco podemos olvidar la excelente banda sonora de Bobby Prince que ambienta cada nivel a la perfección. Las distintas melodías con clara influencia de heavy metal aportan una personalidad única a este videojuego.
Mención aparte merece su divertido y frenético multijugador, que nos permite enfrentarnos a otros marines en todos los niveles del juego... o completar la aventura en cooperativo. Se trata de un buen pozo de horas que nos mantendrá entretenidos un buen tiempo.
Aunque fue lanzado en 1993, en pleno 2024 la comunidad modder sigue lanzando contenido para el videojuego, principalmente en su versión de PC. Tenemos joyas recientes como myhouse.wad o SIGIL del mismísimo John Romero, uno de los creadores del juego. Al margen de estos niveles adicionales creados a posteriori también tenemos conversiones parciales o totales como Brutal Doom —el DOOM de 2016 bebe mucho de este mod—, Wolfenstein: Blade of Agony o Aliens: Eradication. Gracias a la comunidad estamos ante un juego técnicamente infinito.
5 motivos para jugar a Doom
¿Dónde se puede jugar a Doom y cuánto cuesta?
Hacednos caso cuando os decimos que se termina antes diciendo en qué plataformas no está disponible Doom que enumerando aquellas en las que sí está. No obstante, por motivos de conveniencia, debajo os dejamos con las plataformas actuales en las que se puede jugar a este mítico videojuego:
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