David Fincher desvela por qué Netflix no quiere Mindhunter Temporada 3
Una de las series originales de Netflix más aclamadas, Mindhunter, se queda finalmente sin Temporada 3 y su showrunner, David Fincher (Seven, Zodiac) explica la razón.
Han pasado tres años desde que terminara la segunda temporada de Mindhunter y los fans aún no han superado que nos hayamos quedado sin tercera. La pelota ha ido pasando de un tejado a otro. Que si le iban a dar un descanso. Que si a los actores les habían surgido muchos proyectos. Que si el showrunner, el laureado David Fincher, también tenía problemas de agenda. Y por supuesto, que si Netflix no quería. Esta última versión es la que parece legitimar el propio Fincher, quien ha concedido una entrevista al periódico Le Journal du Dimanche en la que se ha pronunciado sobre la situación de la ficción.
“Estoy muy orgulloso de las dos primeras temporadas, pero es una serie especialmente cara y, a ojos de negros, no hemos atraído a suficiente audiencia como para justificar esa inversión”, explicaba el director. “No culpo a Netflix. Corren sus riesgos cuando lanzan una serie”.
La serie se centraba en las investigaciones de Holden Ford, Bill Tench y Wendy Carr, los agentes del FBI que revolucionaron el mundo de la criminología al estudiar y entrevistar a diferentes asesinos en serie para desarrollar una serie de perfiles que ayuden a atrapar al resto. Mindhunter fue una de las primeras veces que Netflix apostó por un producto de autor con un director de renombre detrás. Fincher logró condensar en ella lo mejor de su filmografía (compuesta de joyas como Seven, Zodiac o Perdida) y su trabajo fue aplaudido de forma unánime por la crítica internacional, pero a Netflix no parecía bastarle.
¿De qué iba a ir Mindhunter Temporada 3?
A finales del año pasado, uno de los directores más habituales de la serie, Andrew Dominiki, explicó que la tercera temporada nos habría mostrado a la Unidad de Análisis de Conducta compartiendo su investigación con directores de cine famosos. “Lo que íbamos a hacer era llevarlos a Hollywood. Iban a quedar con los Jonathan Demme y Michael Mann de los años ochenta. Iban a tratar de hacer público su trabajo para concienciar a la sociedad. Era lo que todos querían hacer. Contar cuando sus personajes salieron del sótano y expusieron a los asesinos”.