Adiós al descuento de Xbox Game Pass: esto es lo que Microsoft ofrece a cambio de quitar el 10% en DLC para sus jugadores
Microsoft aclara el motivo por el que ha retirado el descuento directo en DLCs para los usuarios de Game Pass, y el cambio no gustará a todo el mundo.
El pasado 1 de octubre, Microsoft anunció cambios drásticos en Xbox Game Pass que no sentaron bien a sus suscriptores: una subida generalizada de precios “justificada” con el hecho de añadir servicios adicionales que muchos no pidieron, como acceso al Club de Fortnite o Ubisoft+ Classics. No obstante, un aspecto poco comentado es el hecho de que, tras este cambio, se suprimieron los descuentos que Game Pass ofrecía a sus miembros a la hora de comprar DLCs y otros contenidos descargables. Según la compañía, los usuarios recibirán otras recompensas en su lugar a través del sistema renovado de Rewards.
Microsoft aclara la eliminación del 10% de descuento en DLC para los usuarios de Game Pass: todo forma parte del nuevo sistema de Rewards
A principios de mes, Microsoft provocaba un pequeño gran terremoto en el ecosistema Xbox, anunciando cambios clave en Game Pass, entre los que se incluyen un renombramiento de los distintos niveles de suscripción, así como un cambio en lo que incluye cada nivel, y una subida de precios de los mismos. No obstante, un detalle que pasó desapercibido para muchos fue la retirada del 10% de descuento en DLCs del que gozaban todos los usuarios de Xbox Game Pass Ultimate, siendo este uno de los alicientes del mayor nivel de suscripción.
Los primeros en percatarse del cambio fueron los jugadores de Call of Duty, ya que la franquicia mueve mucho dinero en forma de microtransacciones con la venta de COD Points y lotes de skins, y estos productos de repente no estaban rebajados para los usuarios de Game Pass Ultimate. Según reveló Microsoft en declaraciones a IGN —y que también recoge TrueAchievements—, “en lugar de un descuento en las compras, los suscriptores de Game Pass Premium y Ultimate obtendrán, respectivamente, un 5% y un 10% de puntos a la hora de adquirir ciertos títulos y complementos de la biblioteca de Game Pass”.
“Los miembros Ultimate tendrán un 20% de descuento en ciertos títulos del catálogo de Game Pass. Y además, todos los miembros de Rewards obtendrán puntos al comprar juegos y complementos de la tienda, mientras que los suscriptores Premium y Ultimate ganarán incluso más, hasta el doble y el cuádruple respectivamente“, sentenciaban los de Redmond. En resumen, todo parece ser parte de una estrategia de monetización y retención de usuarios más agresiva que la anterior, en la que Xbox quiere que el dinero que los usuarios introduzcan no salga de su entorno. A base de promociones de cashback y descuentos mediante Rewards, se incentivan futuras compras.
En definitiva, Microsoft ha transformado deliberadamente lo que antes era un beneficio tangible y más evidente —un descuento directo en DLC— en un sistema más difuso basado en puntos y recompensas, que obliga al usuario a permanecer dentro del ecosistema Xbox para recuperar parte de su inversión. La maniobra encaja dentro de una estrategia de fidelización orientada a la retención, pero también transmite una sensación de que el usuario sale perdiendo con el cambio y tiene un menor control sobre sus gastos debido a un sistema más opaco. En un paradigma en el que Game Pass comienza a evidenciar síntomas de saturación y reajustes constantes, este tipo de cambios refuerzan la percepción de que la plataforma se aleja poco a poco de su espíritu inicial: ofrecer más por menos.