Dragon’s Dogma II Previo: entre peones e hipogrifos

Los RPGs estuvieron presentes este 2023 con grandes nombres, escenarios y plataformas. Desde aquellos de muy longevas franquicias a títulos independientes, remasters de juegos de antaño a propuestas que llegaron tras años de desarrollo, a aquellos que están perfilados para estar en la terna del juego del año. Y aunque hay opciones para seguir jugando durante horas por los próximos años, Capcom levantó la mano para avisarnos que ya casi está lista la secuela de un RPG que lanzó en el ya lejano 2011. Hace unos días tuvimos la oportunidad de jugar por una hora Dragon’s Dogma II, uno de los próximos títulos de la compañía previstos para el próximo año para conocer un poco sobre el regreso de esta serie.

Un mundo de aventura

Nuestro demo de 1 hora nos puso en el papel de 3 personajes en distintos puntos del juego y su crecimiento. Comenzamos con una arquera, luego a un peleador hasta finalmente pasar a un ladrón. Con cada uno de ellos cumplimos ciertas misiones sencillas, pudiendo dar un vistazo rápido a sus movimientos y características, así como a las mecánicas de juego que caracterizan a Dragon’s Dogma.

Los primeros minutos que pasamos con la arquera, feron de probar controles y adentrarnos poco a poco a las regiones del norte del mapa. Lo primero a destacar fue cómo el juego aprovecha todo el control, en este caso el Dualsense, para tener acceso a los controles básicos del personaje, así como utilizar combinaciones para acceder a sus movimientos especiales, así como dar indicaciones a nuestros peones.

Cada una de las clases cuenta con sus diferencias arquetípicas que puedes esperar de un RPG. Mientras que el peleador es la clase más neutra con un enfoque en el combate cuerpo a cuerpo pero también en defender con su gran escudo, la arquera tiene mejor control de la situación a distancia, y el ladrón ataca con velocidad con sus cuchillas. Los movimientos especiales siguen este mismo parámetro de clase, aumentando el impacto que tienen sus movimientos. Mientras que la Arquera permitía un mejor uso de su arco y flecha con una mira manual, el peleador usaba su escudo para lanzarse con este hacia en frente o incluso hacer una especie de pirueta en el aire antes de caer con fuerza en el suelo. De igual manera, el ladrón permitía ataques sumamente veloces con sus dos cuchillas.

Por su parte, se encuentran los peones. Estos son otros aventureros con su propia clase que te acompañan a lo largo de la historia, y que el jugador estará encargado de controlar de forma asistida por el propio juego. Aunque son comandos muy sencillos, por lo menos hasta donde vimos en el demo, darles acciones como que esperen, ataquen o incluso te curen a ti o a otro de los peones es parte de la estrategia del juego. Pero por otro lado, es más interesante cómo estos se comportan ante ti. Muy similar a otros RPGs que han salido en otros años, tus acompañantes también tendrán conversaciones y líneas de diálogo constantes a lo largo del camino, comentando sobre lo que han hecho o incluso alabando a tu personaje. Habrá momentos en que también podrás hablar directamente con ellos para que te recuerden detalles como misiones, o alguno que otro chisme que hayan escuchado en alguno de los pueblos. Aunque no es revolucionario, es un detalle que se agradece, haciendo que no sean simples NPCs.

Monstruos por todas partes

Uno de los grandes apartados que llamó la atención en Dragon’s Dogma 2 son sus impresionantes enemigos. Al comenzar la aventura con el luchador aparecimos en una campiña a las afueras de una ciudad amurallada, y al ir girando la cámara para ver lo que nos rodeaba apareció un enorme hipogrifo. Y eso es sólo una parte del bestiario que pudimos ver, ya que también enfrentamos criaturas grandes y pequeñas, desde algunos goblins, grandes lobos, cíclopes y hasta un muy breve enfrentamiento con un dragón, pasando también por harpías y otros seres del bosque.

Los enfrentamientos con estos seres más grandes son más largos y constan de varias barras de energía para poder eliminarlos. La combinación de habilidades, junto con las indicaciones a los peones son necesarias para poder salir victorioso y no morir en el intento.

Un mundo visualmente atractivo

En el apartado visual, tuvimos aspectos que aún tienen que trabajarse (las texturas de ciertos edificios y montañas tenían poca calidad a la distancia) y es entendible pues probamos un trabajo aún en desarrollo, aunque también es probable que así se vea debido a lo enorme que promete ser esta entrega. Sin embargo, esto no significa que todo sea feo ya que cuenta con un gran nivel de detalle en otros aspectos, esto gracias al RE Engine. Los personajes, tanto los que usamos como los que nos acompañaban, así como los que eran parte de la historia, se veían muy bien trabajados, con un enorme nivel de detalle. Por otro lado, entrar a un bosque nos dejó ver un muy bonito detalle en los caminos, los arbustos y árboles con los que nos topamos, pero si hay que destacar algo es el uso. Dragon’s Dogma II no viene a establecer un nuevo estándar gráfico, pero si a mostrarnos un juego de actual generacion con grandes efectos visuales, partículas, efectos de luz, todo para crear una ambientación que promete adentrarnos a este mundo de alta fantasía.

Ciertamente, una hora no fue suficiente para poder entrar en profundidad con cada una de las clases como hubiéramos querído pero si lo suficiente para entender las mecánicas básicas y un poco de lo que podemos esperar. Desafortunadamente aún queda mucho por esperar, ya que aunque Capcom anunció que Dragon’s Dogma II llegará en 2024, aún no tenemos una ventana de lanzamiento definitiva. Sólo podemos esperar que cuando llegue, nos sorprenda como si un dragón bajara desde el cielo.