Assassin’s Creed Mirage va por la mezcla de lo nuevo con lo viejo

Para Ubisoft, la franquicia de Assassin’s Creed se ha vuelto uno de sus títulos más importantes. Y con casi 16 años de historia, y abarcando no solo videojuegos, sino comics, películas y libros, es de reconocer la popularidad que ha tenido a pesar de sus altas y sus bajas. Para sus 16 años, Assassin’s Creed Mirage viene a rescatar parte de lo que conocimos con el primer título, pero al mismo tiempo mostrando los años de experiencia que han tenido a lo largo de varias generaciones de consola. Tras varias horas de juego con la siguiente entrega de Ubisoft Bordeaux, estas son nuestras primeras impresiones.

De regreso a donde comenzamos

Nuestras horas de juego nos llevaron a tres puntos clave dentro de la historia del protagonista Basim Ibn Ishaq, personaje que conocimos en Assassin’s Creed Valhalla. Este personaje lo tomamos desde los primeros minutos, cuando sus pesadillas comienzan a atormentarlo, pero sus sueños por sobrevivir y convertirse en alguien importante lo obligan a tomar trabajos dudosos y peligrosos, llamando la atención de los Ocultos.

En esta primera etapa tenemos un tutorial que nos hace tomar los controles y sentir que todo sigue igual: el parkour, los saltos y los movimientos básicos siguen intactos. Si has jugado un título de Assassin’s Creed, es como tomar de nuevo una bicicleta, sabrás exactamente qué hacer, por donde escalar, saltar y esconderte. Hay algunos cambios puntuales a la hora de escalar por ciertas paredes, pero todo se mantiene de forma muy similar.

Al ser una rata callejera, una de las primeras actividades que tenemos con Basim es el de “tomar prestado” de la gente que nos encontramos a lo largo de las calles, una mecánica que más allá de presionar un botón, integra un minijuego para hacernos de lo ajeno sin ser atrapados. Claro, este inicio no se trató solo de robar y correr por las calles de Bagdad, teniendo una primera misión de infiltración, donde evitar guardias, esconderse y entrar sin ser detectado fue lo importante, al estar completamente desarmado.

Si un Asesino quieres ser

Más adelante, tuvimos la oportunidad de jugar una parte ya cuando Basim toma su entrenamiento como Asesino en la fortaleza de Alamut. Es aquí donde aprendemos no solo sobre el Salto de Fe -uno de los movimientos más importantes para los Ocultos- sino también más sobre el combate y recibimos nuestras primeras armas, tomando las mecánicas de la trilogía reciente, con los gatillos formando parte de los ataques, teniendo también un botón para el esquivar, y otro para hacer el parry y contraatacar. El combate tiende a ser fluido y una vez que entiendes las mecánicas, puedes entrar en combates de forma más sencilla. Si no siempre está la opción de escapar.

Y si bien, el combate puede ser complicado, escapar se convierte en un proceso un poco más enredado y caótico. Las bombas de humo, de ruido y los cuchillos arrojadizos son herramientas que ayudan a que el escape sea más sencillo, pero la notoriedad de Basim es algo que puede complicar las cosas. En una de las misiones a la mitad de nuestra sesión, nos infiltramos a un cuartel para obtener información sobre nuestro siguiente blanco. Aunque el método de infiltración tuvo sus problemas, escapar nos hizo recorrer una parte de Bagdad para por fin perder a los soldados. Aun cuando hay varios soldados a lo largo de la ciudad, los ciudadanos que nos reconozcan también se vuelven un tema a evitar.

Recreando Bagdad

Aunque Assassin’s Creed trajo mapas enormes con su última trilogía, Mirage trae de vuelta a una ciudad contenida, pero que tiene un buen tamaño para ser recorrida. Bagdad del Siglo IX es una ciudad sumamente detallada y que está llena de vida, que cuenta con sus propios distritos muy bien determinados, una tarea impresionante, considerando que a diferencia de muchos títulos anteriores en que Ubisoft pudo recrear de forma fiel muchas ciudades, aquí se recreó a través de descripciones, libros y hallazgos arequológicos una urbe cosmopolita que desapareció por completo.

Fue en la parte final de nuestro demo, con Basim ya convertido en todo un Asesino, que se pudo disfrutar más de esta ciudad. Aunque no pudimos recorrerla toda si recorrimos zonas impresionantes. Esta última parte nos puso en nuestro primer asesinato, pero antes de eso tuvimos que infiltrarnos a una zona portuaria, para posteriormente entrar a uno de los grandes mercados para descubrir la identidad de nuestro objetivo. Aquí se mezclaron todas las lecciones aprendidas hasta el momento, con el sigilo, el parkour y el asesinato como los pilares.

Aunque tuvimos un largo tiempo para explorar varios de los puntos de Assassin’s Creed Mirage, quedamos con la necesidad de ahondar en su nuevo sistema de puntos de progresión, ver sus diferentes árboles de habilidades, y armas a utilizar.

Assassin’s Creed Mirage retoma todo lo aprendido durante 15 años para llevanos a un punto donde el pasado y presente de la franquicia convergen hacia el futuro. Es un juego que hace sentir lo viejo como algo nuevo sin mover mucho la fórmula a la que ha llegado. Será hasta el próximo 5 de octubre que lo tengamos en nuestras manos para conocer el resultado final.