WWE 12 llega con la intención de renovarse, a pesar de formar parte de una entrega anual. Vuelven los luchadores más conocidos del Pressing Catch con diversas novedades. Todo para ser el rey.
Lo que durante muchos años conocimos en nuestro país como Pressing Catch tiene sentido gracias a los protagonistas de este espectáculo puramente norteamericano. Los luchadores son los que crean afición, y es precisamente el plantel de personajes uno de los elementos más importantes de la serie de THQ. Año tras año. En esta ocasión no podía ser menos, y la verdad es que los casi 80 luchadores que podremos obtener en el juego son una muestra destacada de la realidad actual de la WWE. Aunque con matices, ausencias y prácticas no demasiado alentadoras. Desde hace un par de años, el plantel de luchadores de la WWE se ha ido renovando y variando bastante, y eso se nota.
No faltan clásicos casi atemporales pero plenamente vigentes como Triple H, Undertaker o Kane que todavía comparten ring con luchadores de primera línea en estos últimos años como John Cena, Randy Orton, Rey Misterio, Morrison, CM Punk y otros que se han hecho un hueco importante: Sheamus, Rhodes o Kofi Kingston. Los mencionados son seguramente de los más famosos hoy en día, pero la lista está llena de otros luchadores con un peso importante en esta factoría. Como es habitual, el apartado de Divas y sobre todo el de leyendas amplía de manera satisfactoria el plantel. Stone Cold, Booker T, Eddie Guerrero, Brock Lesnar o Edge destacan entre los luchadores desbloqueables cuando avancemos en el juego. Los problemas vienen con la política de DLCs y algunas ausencias. Luchadores imprescindibles dentro de la historia de la WWE como Shawn Michaels o Randy Savage están disponibles en un DLC.
Una opción que seguramente a nivel comercial es todo un acierto, pero es una verdadera lástima para el usuario tener que pasar por caja para disfrutar del legendario HBK, siempre presente hasta la edición 2010 en el roster de Raw y como leyenda el año anterior. Pero ni él ni Macho Man son los únicos. The Rock llega como pre-reserva exclusivo con la edición especial, Batista (otro luchador muy querido entre las recientes grandes estrellas) lo hace como DLC; lo mismo para Jim Ross, Mick Foley o Jerry The King Lawler entre otros. Ni rastro de leyendas presentes en otras entregas como Ric Flair o Bret Hart; así como tampoco de personajes carismáticos como los hermanos Jeff y Matt Hardy o de Chris Jericho, otro muy pedido por los fans. A pesar de todo ello, y lamentando alguna ausencia que clama al cielo, lo cierto es que como plantel actual de lo que es la WWE hoy en día es casi impecable. Pero no perfecto, como podría haber sido. Y empañado, sobre todo, por la política de DLC.
En este punto precisamente hay otra de las novedades de este año. Las técnicas finales (con Y o triángulo) se pueden cortar, por lo que según que movimientos no serán seguros en medio de una refriega de más luchadores de la cuenta. Además, ya no se ejecutan visualmente en el centro de la pantalla como pasaba anteriormente, sino que se realizan allá donde estemos nosotros y el enemigo. Existe el movimiento Comeback también, útil en luchadores a punto de caer rendidos que sacan fuerzas de flaqueza y sorprenden al enemigo. Otro elemento que se ha modificado es el de las sumisiones. Ahora, una vez ejecutamos uno de estos movimientos tenemos que pulsar repetidamente los botones de acción para intentar ejecutarla con éxito. Por el contrario, nuestros enemigos pueden intentar escabullirse incluso cogiéndose de las cuerdas del ring.
El resultado, con todo este elenco de posibilidades, es satisfactorio. El control y las acciones a realizar tienen un proceso de adaptación, pero una vez superado la realidad es que funciona perfectamente y es rápido e intuitivo. Además de divertido y accesible, dos virtudes a tener en cuenta. Otra cosa es el peso decisivo de los contragolpes y aprender a dominarlos, algo más complejo que pasar al ataque. Añadido a este panorama tenemos unos rivales de la CPU mucho más exigentes que antaño. La dificultad del juego se ha visto claramente incrementada en esta entrega, haciendo que a nivel normal cueste lo suyo acabar con luchadores con medias normales, sin entrar en las super estrellas de noventa para arriba.
El otro gran modo es el de Road to Wrestlemania, aunque vaya a menos incomprensiblemente. Pasamos a tener solo tres historias que vivir, como malo de la película en el papel de Sheamus, otro neutral como Triple H y uno a elegir con un personaje creado. Ni el desarrollo, ni el backstage ni la sucesión de combates es digna de mención, sino todo lo contrario. Cuenta con menos historias que en otras ocasiones y ser muy poco flexible, con restricciones en combates sin previo aviso, elementos que cortan la acción y, en definitiva, un desarrollo mal estructurado. Puede acabar haciéndose repetitivo a pesar de tener algunas tramas interesantes.
Otro de los puntos menos convincentes de esta entrega WWE'12 se encuentra, precisamente, en el rendimiento online. Tenemos multitud de opciones, ya que se respetan las variantes de los modos offline, pero tiene el funcionamiento chirría. Siempre ha estado en el ojo del huracán, y de momento parece ser que es bastante irregular en este sentido. Partidas que funcionan bien, sin alardes pero jugables, y otras en las que es complicado salvarnos de un pinfall -hay que pulsar el botón en un momento concreto- o hacer un counter en condiciones debido al lag. Eso si consigue conectar y no se cae antes de empezar un combate, como ha ido pasando desde que el juego saliera oficialmente a la venta en Estados Unidos. Ya hay parche previsto de THQ para solucionar estos problemas online y otros bugs que han registrado algunos jugadores pero que nosotros no hemos llegado a sufrir en las diversas sesiones de juego con WWE'12. Compartir contenido -como personajes- es uno de los elementos destacados del online de esta nueva entrega.
7.5
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.