Samba de Amigo: Party Central o cómo los Joy-con se convierten en maracas al ritmo de la música

Dos maracas, temazos y un gran desafío. Samba de Amigo, un juego musical original de Dreamcast, tiene una nueva entrega en camino. SEGA ha anunciado que el próximo título será exclusivo para Nintendo Switch y que saldrá a la venta el próximo 29 de agosto. Lo que cambia es que no habrá maracas como tal, ya que los Joy-Con servirán para el mismo propósito. En MeriStation hemos emulado a Antonio Machín y hemos pasado un par de horas dándole a las maracas, por lo que aquí tenéis nuestras primeras impresiones con Samba de Amigo: Party Central.

Jugar sentado es una posibilidad, pero este juego es uno de esos que te hace moverte y sudar un poquito (o mucho, dependiendo del tiempo que pases jugando frente a la pantalla). Al principio de la partida, todavía algo tímidos, nos quedamos plantados en la silla, mirando de soslayo al de al lado. Es inevitable sentir un poquito de vergüenza en los minutos iniciales, pero una vez te despojas de ese lastre, estalla la diversión.

Música y maracas: así funciona Samba de Amigo: Party Central

El título desarrollado por SEGA dispone de varios modos de juego, pero iniciamos nuestra andadura musical en Rythm Game, la modalidad estándar. A nivel mecánico, el título nos desafía a seguir el ritmo y a mover cada una de las maracas en el momento preciso, cuando el indicador llega al circulito correspondiente. En función del timing o del color del indicador la puntuación será menor o mayor.

Además, hay momentos en los que tenemos que mover los mandos frenéticamente para obtener más puntos, o desplazarlos en línea o en diagonal hacia la dirección que se nos muestra. El ritmo de los temas y el nivel de dificultad influye en la velocidad y en la sincronización de todos los movimientos.

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Estar sentado limita los movimientos, lo que no sería demasiado importante si el juego no pidiera mimetizar posturas con las maracas. En medio de una partida, mientras mueves los Joy-Con de derecha a izquierda, tendrás que extender los brazos hacia arriba, hacia un lado o tal y como muestre el monigote en pantalla. De hacerlo correctamente, recibirás puntos extra, que servirán para determinar la nota final.

Minijuegos y otros modos de juego

A las posturas hay que sumarle un bonus especial, los minijuegos. Sin interrumpir el tema, la ruleta decidirá qué minijuego disfrutas. Por ejemplo, encontramos uno de copiar los movimientos y otro de chocar los cinco a los personajes que van acercándose. Todo esto se mezcla durante la misma partida y proporciona diversión inmediata con no poco desafío, porque las cosas como son: vais a sudar de lo lindo. Es asimismo un juego muy competitivo cuando lo compartes con un amigo o varios desconocidos a través del modo online.

El modo Party of Two para dos jugadores incluye también el duelo de ritmo, así como el modo Love Checker, que mide la sincronización de cada jugador. Show Down plantea una batalla para dirimir quién es mejor... y el perdedor tendrá que participar en una ruleta de minijuegos.

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No pudimos probar ni World Party —un modo con eliminatorias para hasta 8 jugadores— ni la modalidad online, aunque ambos apuntan a ser muy divertidos, porque hasta en solitario lo es. Lo que sí pudimos experimentar de manera superficial es el modo StreamiGo!, en el que tendremos que completar misiones para ganar seguidores en redes sociales.

Samba de Amigo: Party Central nos ha enganchado a ritmo de Azukita, el tema que más sonó y que quizá a alguno le generara pesadilla porque se puso en bucle. Todo apunta a un buen regreso de la saga. Su entrega más reciente fue una versión del clásico, que salió a la venta para Wii.

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