Onimusha Tactics (GameBoy)

La saga Onimusha ha reportado a Capcom muchos beneficios, los que ha llevado a la compañía a expandir los horizontes de la saga fuera de la aventura/acción para llevarla a otros géneros, en este caso a la estrategia por turnos, muy apropiado dado su caracter bélico.

Onimusha seguramente es el nombre que más dinero ha hecho ganar a Capcom en esta generación, con dos partes en PS2 que han superado el millón de unidades vendidas. Con esta popularidad a cuestas no es de extrañar que la compañía de Osaka pretenda explotar lo máximo posible esa licencia, experimentando con diferentes tipos de juegos, pero todos con el sello Onimusha bajo el brazo, tal y como ocurre en este Onimusha Tactics.

La premisa del juego es bien sencilla y conocida, adoptando una perspectiva isométrica para visualizar un mapa dividido en casillas. En cada turno se podrán mover las unidades propias, así como el contrario hacer lo propio con las suyas, todo para cumplir ciertos objetivos que pueden ser desde eliminar al rival hasta cualquier otra cosa. Además tienen la particularidad de que cada unidad posee un grado de experiencia y unas habilidades propias, aumentando estas a medida que adquiera más experiencia y vaya subiendo niveles. Esto ha motivado que a esta clase de juegos se les llame SRPGs (Strategy Role Playing Games), un género que cuenta como uno de sus ilustres a Final Fantasy Tactics, cuya versión para GBA está a punto de llegar a España.

Una vez explicados los fundamentos, ya se puede uno concentrar más en el juego en si. El protagonista de la historia se llama Onimaru, un miembro del clan del Ogro que había marchado fuera de sus tierras para entrenar. De repente un mensaje de su maestro le obliga a abandonar el entrenamiento y a dirigirse rápidamente a su tierra de origen. Al parecer, uno de los grandes demonios del infierno, Genma, pretende conquistar y destrozar tu hogar, cosa que no puedes permitir por supuesto.

Esta historia está enmarcada en la propia de Onimusha 2, por lo que a lo largo del juego se pueden ver algunos rostros conocidos que incluso se presentarán en batalla contigo. La mecánica de batalla no guarda excesivos cambios con respecto a otros juegos del mismo estilo. Un mapa principal propondrá los diferentes escenarios seleccionable y permitirá la gestión previa de tus tropas (que se componen de pocas unidades pero muy fuertes y con personalidad), pudiendo entrar en batalla una vez que hayas organizado a las 8 personas que pueden estar en tu bando.

Como era de esperar, en el campo de batalla no es solo dirigir donde ir y a quien atacar. Para empezar la posición es muy valiosa, ya que no es lo mismo un ataque desde arriba que desde abajo. Estos conceptos son bien conocidos para los que ya tienen experiencia en esta clase de juegos (en lo que GBA se muestra muy prolífica). Tampoco los ataques se limitan a simples golpecitos de espada, sino que se han incorporado diversos movimientos especiales por personaje según su evolución (que Capcom se ha encargado de dotarles de la espectacularidad que acostumbra en la saga).

Para desarrollar a los personajes hay varios métodos. Por un lado, Onimaru puede absorber almas con su espada, tal y como se espera del protagonista de un Onimusha, que luego pueden ser canjeadas por ciertas habilidades. Las piedras Genma también tienen una importancia capital, ya que estas permiten crear objetos y mejoras de distinta clase, por lo que se deberán buscar las 9 que hay.

En cuanto al desarrollo de la historia, Onimusha Tactics parece un tanto lineal, con una longitud considerable de hasta 40 escenarios, pero sin aportar nada rabiosamente nuevo para los SRPG y sin contar con una dificultad muy alta, lo que podría servir a los más jóvenes para introducirse en esta clase de juegos. El desarrollo de la historia también se hace ciertamente previsible, aunque hay que destacar algunos toques de estilo que se han utilizado, como es la incorporación de unos pergaminos ocre a modo de "escenas cinemáticas" que van explicando la historia a medida que sumergen al jugador en la ambientación de la época.

A este respecto hay que decir que si bien el apartado gráfico de este título no es para tirar cohetes, si posee algunos puntos remarcables, como el uso de una paleta más bien oscura, que da un ambiente diferente y más desolador que el que da los coloridos gráficos de FFT, o el uso de muchas ventanas de diálogo, encabezadas por las ilustraciones de los personajes que hablen cuestión, que ayuda un poco a zafarse de ese aire de "muñequitos" que suele haber en bastantes SRPGs.

Onimusha Tactics es un juego bien hecho, que no aporta mucho al género, pero que no parece flojear especialmente en ningún apartado. Resulta un complemento estupendo para los amantes de la saga, ya que aparte de entrelazar la historia se trata de un juego accesible, quizás hasta demasiado de cara a los más veteranos, pero que el resto podrá masticar tranquilamente y sacarle el sabor. Ahora solo queda que llegue a Europa, cosa que está por confirmar.