Metal Hellsinger, análisis. Dispara al ritmo del mejor metal

Entre las múltiples bondades que convierten al videojuego en algo maravilloso, están sus casi infinitas posibilidades, el enorme campo a explorar que ofrece, sus múltiples variantes. Pese a los años que comienza a acumular a sus espaldas, esta bendita forma de entretenimiento digital nunca deja de sorprendernos. Esto ocurre incluso en casos como el de este soberbio Metal Hellsinger que hoy analizamos, un título que se inspira en propuestas ya existentes, como son Bullets Per Minute, Crypt of de NecroDancer o el propio Doom Eternal, pero que sabe dotar al conjunto de un aire fresco y personal para ofrecer una experiencia muy original y propia.

Lo cierto es que el resultado final de esta rompedora obra es el esperado atendiendo a las raíces de sus creadores. Por un lado, tenemos a David Goldfarb, veterano de la industria con experiencia en juegos de disparos en primera persona como Payday 2 o Battlefield 3 y Bad Company 2. Por otra parte, tenemos al estudio The Outsiders, afincado en la Suecia cuna del death metal melódico y del llamado sonido de Gotemburgo que a principios de los 90 desarrollaran bandas como At The Gates, In Flames o Dark Tranquility entre otros. Con estos precedentes, no sorprende que estemos ante un cañero fps de ambientación metalera y demoníaca que supedita su desarrollo al ritmo de la atronadora banda sonora que nos acompañará en todo momento.

La expectación por el título era alta, no en vano fue galardonado como videojuego más esperado entre los usuarios de Pc en la pasada Gamescom. Y la recepción inicial tras el lanzamiento no podría ser mejor, con un 97% de críticas positivas en Steam. Lo cierto es que el juego, si conectamos con su propuesta, nos parece una soberana maravilla, uno de los títulos más frescos dentro del género de disparos en primera persona, y una fuente inagotable de diversión para muchas horas si nos gusta picarnos con marcadores de puntuación y profundizar en mecánicas llenas de posibilidades. Disponible en PC, PlayStation 4, Xbox One, PlayStation 5 y Xbox Series, y en Game Pass de lanzamiento. Bienvenidos a la oscura era del Metal Rhythm Shooter.

Huída del infierno

A pesar de que la trama en este tipo de títulos no suele ser más que una mera excusa para liarnos a tiros, los suecos de The Ousiders han tratado de imbuír a su título con una historia interesante que dé un adecuado trasfondo a la sinfonía de plomo que vamos a protagonizar. Encarnamos a la Extraña, habitante del Inframundo que ha sido aprisionada en el Infierno y despojada de su más preciado tesoro, su propia voz. En compañía de la parlanchina calavera Paz, que hará las veces de narrador, deberá superar los 8 niveles del Infierno para enfrentarse a la Inquisidora Roja, causante de su aprisionamiento.

La trama se narra a través de escenas semiestáticas tipo cómic de bella factura, que se nos mostrarán a modo de intro y al comienzo de cada nivel. Sin ser un guión digno de un Óscar, se agradece dicho trasfondo para ilustrar el ascenso de nuestra protagonista de alma atormentada a barda infernal. El final abierto con que concluye la aventura dá pié a una continuación, y dado lo mucho que hemos disfrutado del título, no podemos más que alegrarnos ante la expectativa de una posible continuación.

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Desgraciadamente, la campaña no es excesivamente extensa, quedándose en unas 5 horas siendo generosos. Se nos ha hecho corta, pese a los 3 niveles de dificultad en que podemos jugarla, y los desafíos adicionales son una tanto repetitivos a nivel de puesta en escena. También echamos en falta algo más de variedad entre las huestes enemigas que despachamos, algo especialmente sangrante en lo tocante a diseño (que no mecánicas) de jefes finales. Esta falta de contenido es el principal lunar del título, pero se ve compensada por una rejugabilidad que según nuestros gustos, se puede hacer casi infinita.

Music is the weapon

Parafraseando al infame rail shooter del 94 que incluía a los Aerosmith, aquel Revolution X de infausto recuerdo, en Metal Hellsinger la música es el arma. Todas nuestras acciones están supeditadas al ritmo de la demoledora banda sonora que nos acompañará a lo largo del juego. Debemos ajustar nuestros disparos y movimientos al ritmo de la música, de forma que nuestras acciones se volverán más eficaces si las acompasamos al fluir del impás sonoro. Para que esto resulte más atractivo, la música se irá desplegando por capas, y aumentará en intensidad si nuestro sincronismo con la misma es el adecuado.

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Dicha música comenzará con la base rítmica de la pista al inicio del nivel. Si nuestras acciones se adecúan a su tempo, se irán sumando pistas a la mezcla, añadiendo guitarras eléctricas y más elementos y ganando en intensidad. Si lo hacemos correctamente un multiplicador irá aumentado de nivel, x2, x4, x8 y finalmente un x16 donde se desata el infierno y se añaden voces a la música. Todo ello produce una retroalimentación en el jugador, que acumula adrenalina eliminando enemigos y moviéndose al compás de la música, y se ve recompensado viendo como esto provoca un in crescendo de la banda sonora que a su vez aumenta ese flujo de adrenalina. Resulta extremadamente satisfactorio.

Esto requiere de un cambio de chip frente a la jugabilidad habitual del género, de modo que se necesita un pequeño tiempo para habituarnos. Una vez nuestro cerebro hace click e interioriza las nuevas reglas de este fps, os garantizamos que la experiencia se vuelve una delicia y si os va el género, la ambientación y la música de corte metalero, la cosa adquiere tintes verdaderamente épicos. Metal Hellsinger ofrece una de las experiencias más frescas y satisfactorias dentro del género en mucho tiempo. Los niveles son totalmente lineales, sin secretos ni rutas alternativas, y concatenan una serie de arenas cerradas a despejar antes de poder seguir avanzando, como hacen muchos de los shooters en la actualidad.

Todo ello no terminaría de fluír si la jugabilidad no fuera la adecuada, y no solo es el caso, si no que el título ofrece muchas más mecánicas y posibilidades de lo que aparenta a simple vista, siendo uno de esos títulos fácil de entender- difícil de dominar que hará las delicias de los que busquen un buen desafío. La Extraña es un personaje ágil, cuenta con doble salto, un botón de dash o desplazamiento rápido, y un arsenal más que adecuado, de manejo contundente y satisfacorio. Se nota mucho la influencia del gran shooter de los últimos años, un Doom Eternal del que también hereda la mecánica de ejecuciones de enemigos debilitados que nos permitirá recargar vida, por supuesto siempre al ritmo de la música.

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El arsenal no es demasiado amplio, una espada y la calavera Paz, que portamos siempre, y otras 4 entre las que solo podremos elegir 2 en cada fase. Más que suficiente si tenemos en cuenta que su potencia depende de si ajustamos su uso al ritmo de la música, y dado que cada una cuenta con cadencia, cargadores y tiempo de recarga diferentes, nos proporcionarán una serie de posibilidades muy diferentes y tendremos que ajustar nuestra forma de jugar a las elegidas, siempre respetando el tempo de la música. Aunque como ya hemos mencionado hay que recargar, la munición es infinita, por lo que no habrá que preocuparse por buscarla. Superando unos retos opcionales, ganaremos una serie de Sigilos que nos otorgan bendiciones con habilidades especiales, pudiendo elegir solo 2 en cada fase. Todo ello ofrece grandes dosis de personalización para probar múltiples acercamientos a las fases, y esto se multiplica si tenemos en cuenta que cada nivel tiene su propia canción con su tempo al que nos debemos ajustar.

Metal Hellsinger esconde mucho más de lo que parece, nos ha encantado la multitud de posibilidades, herramientas y mecánicas que posee para ofrecer diferentes formas de jugar. Los multiplicadores y combos nos permiten alcanzar puntuaciones que se nos mostrarán al final de cada nivel, así como nuestra posición en los marcadores globales online. Y es aquí donde entra una rejugabilidad y posibilidad de pique que hace que le perdonemos el escaso contenido que ofrece. Aquel que disfrute de superar retos, tiene para muchas y muchas horas puliendo su desempeño en cada uno de los niveles para tratar de progresar en el ranking, cosa que engancha de verdad.

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Dream Team Metalero

Como no podía ser de otra manera en un título así, el sonido es el indiscutible protagonista y estrella del show. La banda sonora es demoledora y muy cañera, un despliegue de death metal melódico glorioso. Para ello, se ha tirado la casa por la ventana y se ha contado con un elenco de voces estelar entre lo más granado del panorama metálico actual. Serj Tankian de System of a Down, Matt Heafy de Trivium, Alissa White-Glüz de Arch Enemy, Mikael Stanne de Dark Tranquility, Randy Blythe de Lamb of God, Björn Strid de Soilwork o Tatiana Shmaylyuk de Jinjer son algunas de las voces que sonarán es las canciones que nos acompañarán en nuestro viaje por el inframundo. Voces que recordemos solo escucharemos cuando alcancemos el multiplicador máximo jugando sincronizados con la banda sonora. Es increíble que un pequeño título independiente haya reunido semejante elenco, sin duda un auténtico sueño para los seguidores del buen metal.

No se nos ocurre mejor incentivo para motivarnos a despachar enemigos y movernos al ritmo de la música que escuchar semejantes voces mientras lo hacemos. Para redondear un apartado sonoro magnífico, se han contado con dos de las voces más prestigiosas de la industria del videojuego, Troy Baker y Jennifer Hale, que harán las veces de Paz y la Inquisidora Roja, y que como no podía ser de otra manera tratándose de semejantes profesionales, hacen un trabajo soberbio. Por si esto no fuera suficiente, The Outsiders han comentado que están trabajando en la posibilidad de emplear cualquier canción en el juego, lo cual sería un añadido tremendo.

A nivel visual, Metal Hellsinger es un título cumplidor sin más. En parte se agradece, porque ello repercute en una estabilidad y fluidez gráfica sin grandes requisitos que resulta imprescindible y se agradece muchísimo en un título donde el ritmo es la premisa que marca su jugabilidad. Los diseños de los escenarios son atractivos y bastante variados, los modelados de personajes están bien trabajados y detallados, y en general estamos ante un título competente visualmente sin ser ninguna demostración técnica, siendo además plenamente consciente de que sus gráficos no son su principal baza para conquistar al jugador.

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