Siéntete un escarabajo. We love Katamari!

Introducción Katamari Damacy (PlayStation 2)El mundo esta lleno de fenómenos inexplicables. Están los avistamientos de ovnis, las curaciones milagrosas, la llegada de Bush a presidente… Y luego están las veces en que algunos juegos aclamados popularmente no llegan a Europa. No se sabe por qué, pero hay juegos nipones que tras ser reclamados insistentemente consiguen llegar a tierras americanas, pero que se quedan sin visitar Europa. Y miles de jugadores se quedan con las ganas de poder jugarlos si no es que recurren a la importación. Katamari Damacy (PlayStation 2)Katamari Damacy es uno de los grandes fenómenos inexplicables. Fue juego revelación en varias ferias, incluidas el E3 del año pasado. Su sencillez parecía augurar una rápida conversión pero nada más lejos de la realidad. Es cierto que llegó a América, donde quizás hay una tendencia más alta a juegos digamos 'más serios' que a las extravagancias que muchos lectores calificarían como 'frikadas'. E incluso llegó a precio reducido debido a que como ya he dicho, con lo sencillo que es el juego tampoco había mucho trabajo que hacer. Pero no, no ha llegado a Europa y parece que seguirá sin hacerlo mientras que su segunda parte bautizada como 'We Love Katamari' esta en camino. Por lo visto, no es verdad que todos amemos Katamari. Katamari Damacy (PlayStation 2)Seguramente más de un lector se esta preguntado qué es Katamari Damacy para que critique tanto su no importación a nuestro querido territorio. Un divertido personaje tiene que hacer rodar una bola con un magnetismo tal que todo objeto que toca de hasta un cierto tamaño se queda enganchado. De esta forma la bola crecerá en tamaño, con lo que adquirirá la capacidad de enganchar cosas todavía más grandes y así sucesivamente hasta llegar a un diámetro requerido. Y todo esto para crear las estrellas que nuestro padre, el rey del universo, ha destruido en un momento de embriagadez. Un argumento espectacular, ¿verdad? Katamari Damacy (PlayStation 2) Nuestro personaje es un diminuto ser con la cabeza en forma de cilindro. Nuestra arma una bola magnética llamada katamari. Nuestro único enemigo el tiempo. Y el medio de alcanzar nuestro objetivo es cualquier cosa que veamos en la pantalla. No hay enemigos, luego tampoco no hay a quien disparar y matar. Uno de los pocos juegos pacíficos que quedan a día de hoy, si es que el hecho de apisonar animalitos con nuestra cada vez más gigantesca bola puede considerarse pacífico, claro. Katamari Damacy (PlayStation 2)Tampoco hay más inteligencia artificial que la de una serie de animales y objetos que dan vuelta por la pantalla siempre haciendo el mismo trayecto para molestarnos. De hecho, tampoco necesitaremos mucha inteligencia de la que no es artificial para superar el juego, ya que con tener algo de reflejos y habilidad con el mando llegaremos a un final. Un juego fácil, sencillo y para todos los públicos. Algo corto, cierto, pero tremendamente entretenido y que dificilmente olvidaremos.Gráficos Katamari Damacy (PlayStation 2)Quien ponga por primera vez su juego en una playstation 2 (de importación claro esta), y vea por primera vez la introducción no conseguirá reaccionar hasta pasados unos largos segundos mientras una típica gota de sudor gigante de los dibujos animados cuelga de nuestra cabeza. Y es una situación que se repitió en cuanto varios amigos la presenciaron por primera vez. Te deja sin palabras, que no es lo mismo que con la boca abierta. Katamari Damacy (PlayStation 2)La caracterización de lo que aparece en pantalla es "excéntrica", a falta de encontrar una palabra mejor, demuestra claramente lo que nos espera por delante. Patos tocando la trompeta, elefantes soltando arco iris, setas de colores, colores por todos lados y una música pegadiza. Seguramente algún japonés comió demasiado sushi mientras trabajaba en las oficinas de Namco, pero gracias a él tenemos una de las presentaciones más divertidas que existen. Katamari Damacy (PlayStation 2)Una vez empezado el juego, el rey del universo, un ejemplo de que los reyes no deberían usar mallas cuando están tan bien dotados, nos da paso a los diferentes escenarios. Cada uno esta lleno de miles de objetos diferentes que debemos recoger. Desde chinchetas hasta un godzilla gigante, cualquier cosa puede aparecer en el mundo de Katamari Damacy. Al principio llevamos una bola pequeña y tenemos pequeños objetivos, así que nos movemos por habitaciones pequeñas y patios. A medida que la bola es mas grande pasamos a niveles superiores y empezamos a ver casas y movernos por calles. Al final, con el tiempo llegaremos a poder recoger islas enteras. Katamari Damacy (PlayStation 2) Los dibujos son en cel-shading simple. Casi todos son muy cuadriculados, lo que no quita que sean detallados. Seguramente a primera vista parezca un motor gráfico simple, pero da mucho de si viendo la cantidad de objetos que mueve en pantalla. Solo cuando estamos cerca de conseguir el diámetro máximo podemos admirar lo grande que llega a ser el escenario y los centenares de objetos que tenemos enganchado en la katamari. Por el camino hemos recogido cualquier tipo de objeto, así viniendo a la mente, zapatos, pastas, personas, macetas con flores, cangrejos, osos de peluche… Es magnífico el trabajo para recrear tantos y tan variados objetos que no dejan de sorprender a cada minuto que jugamos. Sonido Katamari Damacy (PlayStation 2)Na naaaa, na na na nara naraaaa, nana na nara raaaaaaaaa. Es imposible escuchar la melodía de Katamari Damacy una sola vez y no acabar tarareándola. Es peor que la barbacoa de Georgi Dan. Es una melodía que se pega y como comiences a tararearla por la mañana, te iras a dormir con ella. La banda sonora contiene música alegre y de diferentes estilos. Algunas no son tan buenas, pero en general todas se pegan y conjunta perfectamente con la acción del juego. Tampoco hay mucho más sonido. Y doy gracias a ello porque unas voces cómicas en semejantes 'personajes' podrían ser terribles. Si en el apartado gráfico su sencillez brillaba con luz propia, la música es otra estrella más de su firmamento.Jugabilidad Katamari Damacy (PlayStation 2)La finalidad de katamari es avanzar pantallas creando bolas del diámetro especificado. No hay excesivas pantallas y en general puede llegar a ser corto, aunque siempre podemos repetir las pantallas para conseguir superar el tamaño de la bola. Porque al fin y al cabo, cada bola serán estrellas o constelaciones del firmamento y a más grande, más bonito, ¿no? Recoger cada objeto en su momento y en un orden adecuado para que la bola crezca como es debido no siempre es fácil. Si pillamos objetos finos pero alargados, la masa dejará de ser circular y costará más maniobrarla. Si chocamos con algo demasiado grande para nosotros, algunos objetos saltaran de la bola. Parece que no, pero tiene su estrategia, no es solo arrasar con todo lo que hay. Katamari Damacy (PlayStation 2)El control del príncipe recolector de estrellas es un poco difícil de pillar al principio. Algo difícil tendría que haber sino el juego perdería gracia. Con un analógico movemos la bola mientras que con el otro gira alrededor de ella. Con la combinación de ambos podremos moverla adecuadamente por los caminos abiertos mientras que hay algún movimiento específico para coger velocidad o dar la vuelta rápidamente. De hecho más que difícil debería decir que es diferente y que hay que acostumbrarse, pero una vez que lo tengamos dominado será fácil conducir la katamari por el escenario. Katamari Damacy (PlayStation 2)La posibilidad de controlar un escarabajo pelotero gigante, que es la primera sensación que tienen algunos al ponerse al mando, es sensacional. Y su nivel de dificultad, aunque nada terrible, también está bien ajustado. A cada nuevo nivel el desafío será mayor, aunque generalmente siempre supondrá un incremento de tamaño respecto al anterior. Al acabar se nos mostrará el pedazo de bola pegajosa que hemos conseguido y su repercusión en el cielo en forma de constelación. Original, de nuevo. Katamari Damacy (PlayStation 2) Además del juego principal existe un extra de modo 2 jugadores. A pantalla dividida, 2 personas se batirán en una arena de combate a conseguir la bola más grande en el tiempo determinado. Teniendo en cuenta que un katamari puede enganchar a su oponente si se pone por delante y que a pantalla partida se hace más difícil de ver donde están los objetos, las batallas suelen ser de resultados imprevistos. Si tenemos un amigo con el que jugar el juego adquiere algo más de vida, ya que de por si puede llegar a cansar sobretodo una vez conseguidas todas las pantallas.

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