007: NightFire, Impresiones (Xbox)

Nightfire es el último título multiplataforma protagonizado por el incombustible James Bond. Una combinación compuesta por Night: sigilo, misiones encubiertas y misterio; y Fire por las armas, la factura técnica y las explosivas mujeres que acompañan a Bond en el juego...

Ser agente y ser secreto es algo que James Bond no tiene muy claro. El MI6, en efecto, confía en sus habilidades, pero eso de pasar desapercibido no es precisamente su fuerte. Y no lo es ni en los libros ni el el cine ni en los videojuegos. Lo decimos porque, además de armar todo tipo de escándalos públicos (pueden ver como en Goldeneye destrozaba media St. Petesburgo con un tanque), sus juegos alcanzan un éxito a menudo incontestable. Rare triunfó. Black Ops no. Y Eurocom quiere volver a hacerlo tras su más que meritorio paso con The World Is Not Enough.

Uno sí, uno no, uno...
Puede resultar bastante cruel, pero en los últimos años se ha explotado a James Bond más de lo que nos gustaría. Al menos a los usuarios de consola. Esto ha repercutido sobremanera en la calidad de los programas: mientras que Goldeneye ha sido catalogado (con razón) como uno de los mejores shooters subjetivos de todos los tiempos, El Mañana Nunca Muere se convirtió en una mala copia del juego de Rare.

Más adelante, Eurocom pudo enmendar el desaguisado de Black Ops (aunque éstos también se "lucieron" con la conversión para PSX, realmente mediocre), y posteriormente, la propia EA se encargó de programar un modesto Agent Under Fire en casi todos los aspectos. Lo dicho: uno sí y otro no. Ahora toca la buena.

Se mantiene la base
Para empezar, han aprovechado parte de la base de Agent Under Fire. Los propios fundamentos de ese juego tenían ya de mano algunas carencias y cierta precariedad en el planteamiento, pero parece ser que a Eurocom le vale a la hora de diseñar Nightfire. Lo primero que debemos recalcar, ya que para eso estamos hablando de los cimientos, es que el juego usará dos motores gráficos totalmente distintos.

El primero es una mezcla entre el desgastado 'engine' de Quake III y Half Life. El lector puede sentir cierto recelo por ello, pues se trata de códigos en momentos de decadencia (Lihtech y Unreal Engine copan los proyectos actuales), pero por lo que hemos podido comprobar se están utilizando de manera soberbia. Por eso no hay que temer ya que, como comentaremos más adelante, la realización gráfica está a la altura de las circunstancias (nada de texturas de "cartón", por ejemplo).

El otro motor sale directamente de las oficinas de EA, en esta ocasión de la subsidiaria canadiense que actualmente está enfrascada en Need For Speed Hot Pursuit 2 (bastante interesante, la verdad sea dicha). Como su nombre indica, y para quienes ya conozcan la saga de conducción, se trata de un motor centrado en las carreras, y destaca por un suave modelado de los coches y lo que parece ser una estabilidad en la tasa de frames bastante elevada, pese a que las explosiones pueden provocar más de un tartamudeo.

Queda claro, pues, que la base es la misma: dos conceptos en un sólo juego que deberán encajar perfectamente si no quieren que el mecanismo chirríe. Cosa que pasa a menudo y que de hecho condenó a su predecesor.

Carrera subjetiva y shoot'em up automovilístico
¿Como se plasma esta unión de engines? Pues con dos desarrollos de la acción distintos. El primero es el más convencional, en el que la aventura se ve desde los ojos del protagonista. Las misiones, por supuesto, se irán añadiendo a medida que vayamos progresando, siempre partiendo de una serie de objetivos primarios que deben ser resueltos.

Hay cosas que mejorar respecto a su predecesor: por ejemplo, a menudo se cortaba el juego con una escena cinemática que terminaba la misión por ella sola. La verdad es que daba la sensación de que todo estaba más guiado que las soluciones de un autodefinido. Parece ser que, además de ampliar el margen de maniobra, se han propuesto una serie de puzzles con resolución abierta.

Los otros niveles parece que serán muy parecidos a los ya vistos. Además de las persecuciones en coche (otra vez habrá algún modelo de Aston Martin y un BMW Z8 a nuestra disposición) armados hasta la guantera, podremos batirnos con los
secuaces de Rafael Drake (leer el párrafo de la globalización) sobre motos de nieve, pudiendo guiarla mediante los pasos laterales de un lado a otro. Tendrá menos libertad de movimiento que cuando conduzcamos, pero mucha más que en las pantallas del tanque y del raíl subterráneo de Agent Under Fire.

Guionistas con experiencia
Como decíamos al principio del avance, el guión de Nightfire no tiene vínculo directo con los filmes del agente secreto, aunque por supuesto si que entronca de alguna manera. Por supuesto el protagonista lo es todo, pero también el villano megalómano, las mujeres de curvas vertiginosas, las traiciones traperas y las escenas de alto riesgo. Bond es inconfundible, y escribir un argumento que lleve impreso su estilo no es algo muy difícil.

Tema candente: la antiglobalización
De la Guerra Fría (contexto que inspiró a Ian Flemming crear éste personaje), pasamos a otro tipo de guerra, la mediática. El movimiento antiglobalizador es el eje sobre el que girará la trama de Nightfire, por lo menos al principio: Rafael Drake es aparentemente el jefe de un reconocido grupo ecologista que intenta velar por el respeto hacia la naturaleza. Vamos, es de aquellos que promueve los piquetes contra los que no se acogen al pacto de Kyoto. Sin embargo, detrás de éste propósito se esconde un objetivo más oscuro: la dominación global. Lo de siempre, aunque al menos parece ser más incisivo de lo habitual..

Soy Brosnan y no un monstruo genético
Algún día nos animaremos a hacer un reportaje sobre ello. ¿Qué pasa cuando un estudio tiene una licencia fílmica pero el actor es demasiado reputado para ceder sus derechos de imagen o, sencillamente, sus representantes deciden reservarlos? Pues que salen monstruos transmutados que recuerdan a intérpretes famosos. Por ejemplo, en el malogrado Misión Imposible para N64 y PSX, en lugar de Tom Cruise había una especie de imitación de John Travolta.

Sin ir más lejos, en Agent Under Fire, el agente secreto era un cruce entre Roger Moore y Tymothy Dalton, éste último el peor Bond que ha pasado por las pantallas de cine; es más, en la portada Electronic Arts tapó con un velo oscuro la cara del protagonista para que no se notara. Ingenuos.

No ha hecho falta este recurso de dudosos resultados para que James Bond llegue a nuestras pantallas con la imagen que tenemos de él. Pierce Brosnan, el actor que le encarna en las salas de cine de medio mundo (ahora tiene en preparación "Morir Otro Día"), lucirá rostro después de TWINE, que fue la última vez que tuvimos pistas de él. Por lo pronto le hemos visto en algunas capturas y en el "packaging" del juego. Es un dato importante en el fondo.

Gráficos y sonido mejorados
Agent Under Fire era un juego correcto gráficamente, con algún que otro alarde pero que, sin embargo, parecía hecho deprisa y corriendo. Eurocom no ha querido hacer lo mismo con su juego y usando los dos motores ya mencionados está puliendo la mayoría de los errores de su predecesor.

Con el pulso de hierro
Miren el catálogo actual de juegos de acción y juzguen; un montón de buenos shooters están a punto de caramelo, y James Bond Nightfire no hace más que complicarnos la vida con otra propuesta rebosante de buenas ideas. Si te va el sigilo y las misiones encubiertas, Nightfire es la opción que andabas buscando. De momento sabemos que Electronic Arts tiene intención de lanzarlo en España el 27 de noviembre. Mientras no se retrase, tenemos dosis de tensión y acción asegurada para antes de la llegada de los Reyes Magos.