Godfall
- PlataformaPC6.2PS4PS56.2
- GéneroRPG, Acción
- DesarrolladorCounterplay Games
- Lanzamiento19/11/2020 (PC, PS5)10/08/2021 (PS4)
- TextoEspañol
- VocesInglés
- EditorGearbox Publishing
Análisis Godfall, el primer ‘miss’ de PS5
Analizamos uno de los primeros títulos para PlayStation 5, que se queda corto en sus apartados esenciales.
Los primeros juegos de una nueva consola cargan siempre con un estigma propio de las ‘line up’ de salida: demostrar la potencia de la siguiente generación, de qué es capaz un nuevo sistema, qué puede hacer ese hardware. Y a veces eso pasa mucha factura. Godfall, que lleva desde noviembre en tiendas -sentimos el retraso en traeros la review, pero ¡más vale tarde que nunca!-, que también está en PC, ha formado parte de su ola inicial, tiene cosas buenas, pero otras inexplicables, o motivadas quizás por estar listo a tiempo. ¿Es malo? ¿Merece la pena invertir en él? Pues depende de varios factores.
Caín y Abel con espadas
¿Qué es Godfall? Pues como el mismo juego reseña en su pantalla del menú de la consola, es “el primer ARPG de acción looter - slasher centrado en el combate cuerpo a cuerpo”. Se trata de un cruce entre un juego con modo Campaña y un ‘GaaS’ (Juego de Servicio) más propiamente dicho. Tiene elementos de uno y de otro, y forma un híbrido tan curioso como divertido y mejorable.
Cojamos el último God of War, reduzcámosle la trama mucho, abramos un poco más sus escenarios, y añadámosle una estructura de misiones más propia del Destiny de Bungie que del típico hack ’n slash en tercera persona, y una progresión / personalización RPG. El resultado es Godfall, un título que básicamente es un hack ’n slash en 3ª Persona, pero que adolece de fallos inexplicables y aciertos muy buenos.
Lo primero, la trama, que es de lo peor del juego: Aunque tiene su toque de tragedia clásica, la historia de dos hermanos enfrentados en un mundo de Ciencia Ficción y Fantasía a la vez -parece el Gods of Egypt de Alex Proyas esto- se antoja tópica y muy superficial en cuanto a que es una mera excusa para unir argumentalmente la plétora de misiones que tenemos por delante. Puede que al principio llame la atención, porque desde luego la cinemática inicial es muy atractiva, pero se diluye y además termina de una forma anticlimática desde luego.
Los 3 Reinos
A lo largo de un modo campaña de unas 10 horas -aunque quien desee seguir jugando tiene más contenido ‘endgame’ al terminar en forma de ‘recuerdos de Orin’- la trama nos lleva a varios reinos fantásticos, aunque no de la mano, sino que el juego nos dará la opción del recorrido que queremos hacer: Divididas en diferentes misiones a lo largo de 3 reinos temáticos, Tierra, Aire, Agua, tenemos misiones principales como asaltar una atalaya, enfrentamientos con Jefes Finales, misiones de Caza -con cierto regusto a lo Monster Hunter- o únicas, siempre indicándote cuál es el nivel recomendado para afrontarlas y qué recompensas en forma de loot raro te vas a llevar.
Dentro de estas, y aunque el desarrollo es guiado, hay espacio para explorar y hasta encontrar diferentes caminos. La gracia es que los materiales exóticos que necesitamos para mejorar el equipo -sí, también hay crafting- se encuentran en diferentes vetas según el reino, y quizás te quedes corto/a de un mineral en particular y tengas que hacer una misión más en el reino del agua, o de tierra.
Déjà Vu tempranero
El problema principal de Godfall es que si bien al inicio se hace muy entretenido, llega un momento en que se empieza a repetir ante tus ojos, y acabas dándote cuenta que todo vuelve a ser lo mismo una y otra vez. El hecho de que para pasar de zona se nos obligue a repetir misiones 2 y 3 veces, o sea, hacer lo mismo 2 y 3 veces, ya indica que aquí no ha habido el ajuste debido. O que lo han dejado para que el modo Campaña no durase la mitad o menos…
También tenemos un modo libre en el que explorar y buscar el loot que necesitamos. Pero se nos ayuda con una ‘visión del detective’ al más puro estilo Batman Arkham. En resumen, acabas aburrido/a de visitar los mismos escenarios, y las misiones no se convierten más que en un trámite monótono para acceder a quizás lo mejor del juego a nivel de gameplay: los Jefes Finales.
Boss Rush
Los enemigos estándar de cada nivel hay que decir que son variados -aunque honestamente parecen descartes o versiones alternativas de la saga Souls de From Software-, y cada uno tiene sus ataques y formas de vencerlos. El problema es que no hay demasiada variedad, y una vez transcurridas las primeras horas ya sabes cómo vencerlos. Esto tampoco es especialmente malo, pero la redundancia del juego provocas que acabes hartísimo/a y a veces te dediques a pasar de ellos e ir directamente al objetivo de cada misión -tampoco te penaliza el juego por ello, únicamente pierdes la recompensa y los puntos de experiencia que te fueran a dar.
Ahora puedes decir, “vale, sí, pero es que levelear es importante en este juego, ¿no?” Pues sí, pero la dificultad general de Godfall tampoco es especialmente elevada, y el tedio asoma pronto. La verdadera gracia está en los Mid-Bosses y sobre todo en los Final Bosses, tremendos estos últimos y que elevan con mucho la diversión de la propuesta: Cada uno tiene sus patrones, ataques y hay que estudiarlos para vencerlos, decidiendo qué combinación de armas e ítems es mejor.
Pero si se cuentan, Jefes Finales como tal hay apenas 6 en la campaña. Y los Mid-Bosses, aunque vistosos y divertidos también, tampoco son demasiados en número y presentan menos desafío.
Mejor en trío que solo
Un acierto sin duda es haber integrado una campaña que se puede jugar de forma individual, o junto a dos amigos. Y es aquí donde Godfall dispara su diversión, puesto que abrirse paso en compañía y vencer juntos a los jefes es una absoluta gozada, y hace que la repetición no sea tan tediosa. Pero no entendemos cómo Godfall no tiene un sistema de matchmaking, sino que te exige que tus compañeros de juego sean contactos de tu listado de amigos en PS.
Caballeros del Zodíaco
A la hora de recuperar vida, hay elementos destructibles del escenario que te dan orbes verdes para ello, que también los puedes obtener de los enemigos vencidos. Y para ayudarte contra los jefes finales, tienes en tu inventario ítems en forma de amuletos y Piedras de Vida que se recargan con los orbes que sobran, y cuya capacidad de curación aumenta según vas encontrando nuevas piedras -pasando por ejemplo de un ítem que cura un 50% de la vida a uno que cura un 65%. Puedes llevar hasta tres, y lo mejor es su inmediatez de uso porque están mapeadas en el botón Cuadrado.
De hecho, hablando de lootear y farmear, prepárate no solo para abrir los cofres que veas en el juego, sino buscar en los rincones del escenario y romper todo lo que parezca susceptible de romperse. ¿Por qué? Porque no sólo te dan dinero, sino también materiales exóticos del universo Godfall que necesitas para una de sus funciones más épicas: Construir armaduras.
En Godfall las armaduras son algo más que sólo un elemento estético: Tu personaje empieza con su armadura básica, pero en un punto del juego se descubre que puedes construir más, cada una con un aspecto absolutamente diferente y un acabado que cambia a tu personaje según la que lleves -estilizándolo para atacar más rápido, volviéndolo más tipo ‘tanker’, etc-, y por descontado: con skills diferentes.
Con un total de 12 -hola, Saint Seiya-, cada una tiene sus atributos, sus características gracias a un árbol de habilidades propio basado en su energía y que debes ir potenciando. En diversos momentos del juego te darán la opción de forjarlas. Y lo que es mejor: si te gusta la ‘build’ del personaje que llevas -tu elección de armas e ítems equipados, al crear una nueva armadura puedes equiparla de cero con todo lo que llevas, o copiar el equipo de una armadura a otra. Por ello, el looteo es esencial, ya que ni son baratas en precio ni en materiales conforme vas avanzando.
Aunque en sí, a pesar de que le añade otra capa más a la gran personalización del personaje, decidirte por una u otra tampoco modifica en demasía el desarrollo, ya que aportan más modificadores en golpe, daño, curación, etc de cara al combate, pero tampoco en demasía.
Un último apunte en la sección del equipo es que también hay más elementos que modifican la potencia, daño y demás de las armas, resistencia, etc. Objetos en forma de anillos y amuletos que te equipas y que encontrarás explorando el universo de Godfall, como parte de la recompensa de una misión, etc.
Capitán Godfall
La jugabilidad es sencilla de aprender, pero bastante divertida: Ataque débil, ataque fuerte -aunque las animaciones tan contundentes que tiene cada uno hace pensar que ambos son fuertes-, dash, carrera, ataque en carrera, ataque potenciado, escudo para defenderse de golpes y disparos -y parry si lo pulsas en el momento adecuado.
El escudo puede tirarse a los enemigos al más puro estilo Capitán América -tranquilo que vuelve-, pero eso sí, tiene un penalizado de recarga para que no abuses. Y podrás hacer -según el enemigo- un golpe contundente o final con R3 si has conectado varios golpes incluso aunque le hayas quitado solo media barra de vida.
Al principio, las armas son básicas, pero luego irás obteniendo otras más tipo Infrecuente con diferentes atributos, porcentajes y sets propias de skills -por ejemplo hay unas espadas dobles llamadas Rompealmas que con varios enemigos el ataque básico no les hace daño, pero cada golpe te sirve para acumular daño y soltárselo al enemigo cuando empiezas a golpearle utilizando ataque fuerte. Otras tendrán ataque mejorado según la naturaleza del enemigo -por ejemplo un martillo que hace más daño a las criaturas de fuego-, y aportarán distintos % a atributos como la velocidad de carga.
Slasher
Cada arma tiene su propio combo de ataque débil, ataque de ruptura, ataque de carga manteniendo R2 pulsado, y sus propias técnicas de arma llamadas Técnica del Norte y Técnica del Sur, que se activan pulsando L2 y luego R1 ó R2 para por ejemplo darle más daño a los filos, o atraer a un enemigo lejano para reventarlo cuerpo a cuerpo -ideal para los soldados con armas energéticas que disparan.
Al usarlas, notarás un poquito de la magia háptica de los gatillos Dualsense desplegarse cuando cargas el golpe, pero ojalá se hubiera aprovechado más la tecnología del mando en este apartado. El ‘pero’ que le ponemos es que son sólo 5 tipos / categorías de armas, ya quieras golpear dentro del cuerpo a cuerpo a mayor o menor distancia, y el escudo como única arma para el largo alcance. Sin duda, Godfall se habría beneficiado más si hubiese tenido por ejemplo arcos y ballestas para combinarlas con las espadas y mazas, y así poder cubrir más en un combate.
Esto es un ARPG, y por tanto hay un apartado en forma de tablero para personalizar las skills de cada personaje que quieras llevar -puedes hacerte varios. Puedes centrarte en la fuerza pura y tener armas devastadoras, o hacer combos de ataques rápidos y combinarlos con técnicas para aspirar la vida al enemigo, curarte tu y que él esté más débil, o crear un doble de ese enemigo para que luche junto a ti. También puedes por ejemplo comprar una habilidad para que mientras uses un arma, cargues la otra, y cuando la tengas cargada, cambias y golpear con ella con un daño mejorado durante 30 segundos.
Cuidado con poneros a cambiar de arma o cambiar el equipo si hay enemigos cerca, porque la pantalla de ajustes in-game no detiene el juego, y mejor usarla cuando has limpiado una zona. De echo, para ver la cantidad de veces que vas a morir tienes un indicativo claro en cuanto te matan, ya que no hay que reiniciar nada, sino que empiezas en el mismo punto que moriste, y además conservas tu loot y los enemigos conservan la barra de vida que les dejaste al morir.
Bloom Lightning MAX
Visualmente, aunque hablamos de un título de estreno de la consola -y por tanto que no aprovecha todo lo que PS5 puede dar de sí-, Godfall te entra por los ojos por mérito propio. Primero por su espectacular dirección artística, que juega a mezclar conceptos y estilismos visuales de juegos como Destiny, WoW o Skyrim y films como el Avatar de James Cameron, en una suerte de comunión entre tecnología espacial con mundos pura Espada y Brujería.
Y luego porque su calidad gráfica es muy notable: los brillos en las armaduras, reflejos en los escenarios, el diseño impresionante de armaduras… El Bloom Lightning está por defecto al máximo, y aunque a veces provoca que veamos al enemigo más por lo que brilla que por su diseño en sí, es tan abigarrado todo que mola. El aspecto diferenciado de cada reino lo hace destacar aún más, porque por ejemplo los escenarios del Reino de la Tierra es como recorrer la Tierra Media de Tolkien añadiendo elementos aquí y allá de No Man’s Sky. Lo malo es que los escenarios de cada reino repiten diseños en demasía, y al cabo de unas horas te parecen todos iguales.
Al igual que todos los títulos de PS5, Godfall te permite elegir entre 2 modos: Rendimiento o Resolución, por si quieres 1080p a 60 frames o más resolución a una tasa de 30fps. Obviamente, en Resolución el acabado gráfico es más impresionante, pero también lo es la caída de frames, que no entendemos cómo bajan de 30 incluso en zonas sin enemigos ni apenas efectos, simplemente cuando lo activas. Recomendamos que lo pongais en Rendimiento, porque también la dinámica de su gameplay se beneficia de esto, y esperamos que el estudio parchee este problema.
A nivel sonoro, encontramos un buen trabajo sin duda. Los sonidos de las armas son contundentes, y las voces -en inglés- cumplen con su cometido, aunque la del protagonista Orin suena como si intentase imitar al Peter Cullen / Optimus Prime de Transformers sin duda. El score de Ben Macdougall es ciertamente interesante, porque logra tener esa dimensión de conflicto entre dioses, al tiempo que no olvidar los toques de ‘música de tráiler’ actual para los combates. Un trabajo entre electrónico y sinfónico con algunos ‘highlights’ encomiables con una calidad por encima de la media y que suena también muy bien fuera del juego.
Conclusión
Con tantos aciertos como fallos y/o desaciertos, Godfall puede presumir de un sistema de combate simple pero divertido, con posibilidades y un enorme abanico en cuanto a personalización, aunque se queda corto en tipos de armas. Y es que esto mismo se puede aplicar al resto del juego, que oscila entre elementos acertados y otros desacertados, cosas buenas y cosas a mejorar o directamente arreglar. Ciertamente, si sabes a lo que vas, a combatir a saco, lootear y farmear por los mismos escenarios, Godfall puede gustarte -más aún en multi- y engancharte, pero es imposible no ver todo lo que debe corregirse. Podría haber sido un grande, pero se ha quedado en un intento de grande.
Lo mejor
- El diseño de las armaduras, espectaculares, y la dirección artística con esa mezcla de estilos.
- Gráficamente entra por los ojos
- Las misiones de Caza y ese toque Monster Hunter que aportan
- Su sistema de combate y todas las opciones de personalización
- Su multijugador a 3, una gozada yendo con 2 amigos
- Los Jefes Finales, lo más divertido…
Lo peor
- …Pero son muy pocos y tampoco especialmente complicados de vencer
- Que el multi no tenga Matchmaking
- La caída de frames en el modo Resolución por debajo de 30, inexplicable
- La trama es anecdótica, mal resuelta
- Los menús de personalización no tienen una navegación muy intuitiva
- Sólo 5 tipos de armas, y de largo alcance ninguna aparte del escudo
- La reiteración (y repetición) de misiones
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.