Dreams in the Witch House, análisis. Aventura gráfica inspirada en Lovecraft

Es difícil discernir cuales fueron exactamente las razones de la pérdida de popularidad entre el gran público que experimentó el género de la aventura gráfica a finales de los 90. Sin solución de continuidad, el género pasó de ser la niña bonita de jugadoras y jugadores a experimentar una alarmante falta de atención. Hubo quién achacó al género de inmovilismo, de incapacidad de evolucionar en su propuesta, de ser capaz de ofrecer algo más que lo ya visto. Todavía recordamos cómo en 2005 se nos vendió el Fahrenheit de David Cage como la evolución de la aventura gráfica y el nuevo rumbo que esta debería tomar, cosa que afortunadamente ni mucho menos fue así.

Es por ello que se agradecen y mucho intentos tan interesantes por llevar el género un pasito más allá como hace este magnífico Dreams in the Witch House, el cual a la fórmula clásica de aventura gráfica le añade toques de rol y de juego de supervivencia, de manera bastante acertada. Por si esto no fuera suficiente, toma su ambientación del relato corto homónimo de Lovecraft, Los Sueños en la Casa de la Bruja, y la verdad es que su puesta en escena recrea de manera estupenda las sensaciones de la obra del genio de Providence.

Nuestro veredicto final es positivo, y en general hemos disfrutado mucho del título. No es perfecto, nos habría gustado que tuviera un mejor trabajo en los puzles, y que nos permitiera visitar alguna localización más y algo más de variedad en el desarrollo, pero esto se perdona teniendo en cuenta que estamos ante la obra de un pequeño estudio independiente finlandés, valorando además el atractivo precio de 10,99 euros con que se lanza a la venta. Así pues, solo nos queda armarnos de valor para enfrentarnos a los ominosos horrores que acechan en los resquicios entre dimensiones, y rezar para mantener la cordura al final del viaje.

Los sueños de la casa de la bruja

Como ya hemos comentado, el título es una versión jugable del relato homónimo de Lovecraft. Encarnamos al estudiante Walter Gilman, quien en pleno 1929 se muda a Arkham, Massachusetts, para comenzar sus estudios en la prestigiosa Universidad de Miskatonic. Su tía le ha conseguido alojamiento en una vieja casita cercana, donde nuestro protagonista se acomodará para hacer frente a su inminente vida universitaria. Para su desgracia, pronto comprobará que algo realmente extraño está ocurriendo en la casa Dombrowski, y será víctima de unas pesadillas que cada vez resultarán más difíciles de distinguir de la propia realidad.

Hay fuerzas ocultas operando en el lugar donde Walter se hospeda, y como no descubra pronto qué está ocurriendo, su existencia y la de la mismísima realidad se verán seriamente comprometidas. Si habéis leído el relato de Lovecraft, ya sabréis por dónde van los tiros, ya que el guion sigue el del relato. La buena noticia que nos ofrece este particular mejunje de géneros es que podremos afrontar los hechos desde múltiples acercamientos, pudiendo tejer nuestro propio devenir de los acontecimientos. Eso sí, deberemos aceptar las consecuencias de nuestras acciones.

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Podremos centrarnos en nuestros estudios y vida universitaria, tratando de subsistir con nuestros exiguos ingresos, o enfrascarnos en la locura y sumergirnos en arcanos conocimientos ocultos que nos llevarán a contemplar horrores sin nombre. El tiempo pasa inexorablemente, en ciclos de día y noche, y la víspera de mayo marcará el final de nuestra aventura. Lo que hagamos hasta entonces dependerá completamente de nosotros, y todo ello desembocará en alguno de los múltiples finales que ofrece la aventura. Desgraciadamente, de momento el título no cuenta con traducción de sus textos al castellano, siendo dicha localización una posibilidad que todavía no se ha concretado.

Sobrevive, si puedes

En apariencia, estamos ante una aventura gráfica con control por puntero e inventario clásica, pero solo en apariencia. Si desplazamos el cursor a la parte superior de la pantalla, a mayores del inventario, veremos una serie de estadísticas de nuestro personaje, a las que habrá que prestar mucha atención. Deberemos vigilar si Walter tiene hambre, si está descansado, si tiene frío, está mojado o herido, y actuar en consecuencia cuando alguno de estos estados alcance valores preocupantes. Tendremos que racionar nuestros escasos ingresos para satisfacer nuestras necesidades, y buscar métodos alternativos de obtener ingresos, siendo el dinero y su gestión un apartado muy importante de la aventura.

A mayores de esta vertiente de survival, veremos la influencia del género del rol en una serie de parámetros de nuestro personaje, que podremos trabajar para mejorar. La salud, conocimientos matemáticos, de química y relacionados con lo oculto, y la propia cordura del personaje son atributos que según nuestro desempeño mejorarán o empeorarán, permitiéndonos realizar ciertas acciones, obtener información y avanzar por determinadas ramas de la aventura.

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Como ya hemos comentado, tendremos total libertad para afrontar la aventura, mientras el tiempo transcurre inexorablemente en ciclos de día y noche hasta la víspera de mayo que marca el final de la misma. Varios elementos del juego serán aleatorios, para fomentar la rejugabilidad del título. Es muy complicado ver todo lo que ofrece en una primera partida, es más, muchas cosas se nos escaparán mientras nos centramos simplemente en subsistir malamente. El título fomenta el aprender sus mecánicas y experimentar para ahondar en todo lo que tiene por ofrecer. Nuestra primera partida nos ha durado unas 6-7 horas, y nos dejamos muchas cosas por hacer. El título cuenta con 3 niveles de dificultad y un modo Hombre de Hierro de dificultad extrema donde solo podremos guardar la partida una única vez.

En general, el desarrollo del título nos ha gustado, con un par de peros. Se echan en falta más localizaciones y tareas a realizar, volviéndose un tanto tedioso el devenir en determinados momentos. Tampoco estamos ante un juego que brille a nivel de puzles, y eso le penaliza como aventura gráfica. Ni hay demasiados ni resultan especialmente brillantes, aunque es cierto que varios de ellos se nos escaparán mientras seguimos el curso de la aventura y nos centramos en mantener a nuestro personaje en valores óptimos. Y es que llegaremos al punto de que si perdemos la cordura totalmente, algo no excesivamente complicado dado el horror que nos rodea, nuestro personaje intentará suicidarse, y la muerte nos acechará de manera natural a lo largo del juego.

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Pixel de los 90

El apartado visual del juego apuesta por un pixel art muy acertado, que además evoca aquella Lucas primeriza. Tanto a nivel de sprites, como de animaciones y fondos, el trabajo realizado por Atom Brain Games con su título es magnífico. Solo hace falta ver las capturas que acompañan al texto para ser conscientes de ello. La dirección artística casa de maravilla con lo que uno esperaría que fuera la plasmación de la obra de Lovecraft en forma de videojuego. Cierto es que se echan de menos más localizaciones, pero en general no se le puede pedir mucho más a nivel gráfico a un título de estas pretensiones.

Sí que nos apena el hecho de el título no cuente con voces para sus personajes, perdiendo parte de inmersión por ello. Deberemos limitarnos a leer textos, sin ningún tipo de diálogo hablado en toda la aventura. La banda sonora, cumple y tiene momentos donde llega a brillar, y donde se nota la mano del compositor Troy Sterling Nies.

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