Chained Echoes
- PlataformaPCPS4NSWXBS9PS5XBO
- GéneroRPG
- DesarrolladorMatthias Linda
- Lanzamiento08/12/2022
- TextoInglés
- EditorDeck13
Análisis
Chained Echoes, análisis. El último gran pelotazo que nos dejó 2022
JRPG excepcional donde su único creador, más que limitarse a homenajear a los clásicos, los reimagina con un resultado que lo coloca entre los más grandes del género.
El pixel art y los homenajes a los juegos de la era dorada de los 16 bits son a estas alturas, más que una moda, una tendencia. También es cierto que no es oro todo lo que reluce, y que no basta el tirón de la nostalgia para legitimar un enfoque que lo justifique todo. Podemos encontrar pues, juegos flojos, buenos y, como es el caso que nos ocupa, excepcionales. Porque sí, Chained Echoes es un clásico moderno. Deck13 nos trae un juego que desde ya, es referencia entre los JRPG, aumentando aún más la apuesta que ya supuso el genial Crosscode. Os invitamos a que leáis nuestro análisis para entender mejor el doble sentido que tiene, en este justificadísimo caso, esta definición.
Chained Echoes y el recuerdo de otra época
Y es que todo aquí es más complejo y rico de lo que parece a simple vista. Mientras hay estudios de desarrollo independientes que se afanan por recrear los juegos de antaño, Matthias Linda, casi único responsable de Chained Echoes (Ya llegaremos a eso) se empeñó en traer de vuelta su recuerdo de estos juegos. Y es este un enfoque muy diferente, porque desde nuestra mente infantil, todo es mucho más increíble de lo que, seguramente, era en realidad. Así pues, Matthias se ha empeñado en dar forma a la magia casi irreal que duerme poderosa e indeleble entre los algodones de la infancia.
Por poner un ejemplo claro, los fondos en Chained Echoes son más detallados de lo que pudieron ser entonces en un juego de hace 30 años. Los encontramos más coloridos, intentando igualar la hermosura y la grandeza de lo que guardamos en nuestra memoria, que lo que fueron realmente. Os habrá pasado alguna vez, reencontraros con una de vuestras películas favoritas de niño y pensar, no puede ser, pero si era maravillosa, cómo es esto tan cutre. Ese es el punto.
Por otro lado, y aunque esto sea cierto, hay que decir que los principales referentes de Mattias Linda no han envejecido un ápice. No es volver a ver Mi amigo Mac y llevarse las manos a la cabeza, es enfrentarse a ET después de toda una vida y llorar de nuevo. En las entrañas de Chained Echoes laten fuertes Chrono Trigger, Suikoden II. Terranigma, Xenogears o Final Fantasy VI, por poner tres ejemplos evidentes.
Adora lo que amas, destrúyelo después y levanta una catedral sobre sus escombros
Chained Echoes comienza con una de las escenas más recurrentes en los JRPGs. Pensad por ejemplo en Zelda: A Link To The Past o, mejor, en el mencionado Chrono Trigger. Te despiertas por la mañana, tu madre te mete prisa para que te levantes de la cama, que ya es tarde y el sol brilla en lo alto. Te levantas cascarrabias mientras ella descorre las cortinas y la luz llena de vibrante color la habitación. Se acerca a ti, te dice algo increíblemente grosero, te quedas sin habla… y te suelta una bofetada anticlimática que se queda resonando entre tus atónitos oídos. Fundido a negro.
¿Qué acaba de pasar?
No somos un único personaje alrededor del cual se arremolinará un grupo de aguerridos héroes. Saltamos de escena, de lugar, de personajes. Ahora una princesa de incognito, después un famoso literato, una carismática ladrona que derrocha personalidad, un par de ladrones que son mucho más de lo que aparentan… Empiezas a esbozar una sonrisa. Deseabas volver a vivir la historia de siempre y todo ha saltado por los aires, pero te gusta, mucho además. Es lo nuevo construido sobre lo viejo, sustentándose en lo familiar pero insuflando nueva vida, fresca, inédita. Es el recuerdo de niño pasado por el filtro de alguien que ya no lo es, que se ha vuelto más exigente, y que quiere más.
La variada trupe no gana un rincón en nuestro corazoncito cuando nos cuenta sus circunstancias, empatizamos a los dos segundos con cada personaje porque los ponen en nuestras manos. Una y otra vez. Y ahí sale otra de las fortalezas del juego, su escritura. Simple pero perfecta, directa al meollo definiendo personalidades en un par de frases de lo que será un grupo variopinto. Alrededor, la historia de una paz frágil que se viene abajo por los que se alimentan de la guerra. Traiciones palaciegas, magnicidios, una tensión que lo sobrevuela todo. Algo terrible se avecina, y sus latidos hacen temblar la tierra presagiando, desde un insondable misterio, lo peor.
Desafortunadamente, Chained Echoes nos llega en inglés. Cosas de no tener detrás apoyo de una gran distribuidora. Esperamos que esto se solucione con el tiempo vía parche, como ya ocurrió, por ejemplo, con el magnífico y carismático Eastward. No porque las ventas del juego se disparen aupadas por los vítores de la prensa y el público que ya lo haya jugado, sino porque estamos convencidos de que, de no ser así, en España y Latinoamérica el idioma va a echar a mucha gente para atrás, y este juego se merece lo mejor, y los hispanohablantes también. En este punto en particular, sí que parece que seguimos en 1992.
Las mecánicas de antaño acomodándose entre las facilidades del ahora
El combate, uno de los buques insignia de los JRPGs, luce también en Chained Echoes. Es por turnos, pero no aleatorio. Las limitaciones técnicas de antaño están superadas, por lo que podemos ver a los enemigos en pantalla y decidir, en la mayoría de los casos, si nos apetece o no batirnos. Al habitual toma y daca de ataques físicos y armas, se añaden elementos interesantes, en especial, el Sistema Overdrive.
Al principio puede resultar hasta molesto por inesperado. Vamos atacando y sufriendo daño con la típica sucesión casi automática de ataques. Y es pasado unos pocos minutos que se nos da el toque de atención. Deja el piloto automático, que aquí tienes que pensar. El duelo ha ido aumentando el baremo de una barra que se divide en tres colores, naranja, verde y rojo, siendo el segundo el de extensión más larga y el último el más corto. Cuando estamos en la zona verde nuestros guerreros lucharán pletóricos, haciendo más daño y recibiendo menos. Pero si actuamos a lo loco el marcador se colará en la zona roja, donde somos menos efectivos y sufrimos más los ataques del enemigo.
Así, pronto nos damos cuenta de que ciertas acciones mágicas, o defenderse, por ejemplo, reducen el nivel, por lo que empezamos a planificar una estrategia movimiento a movimiento. Y no solo depende de nosotros, los enemigos también varían nuestra barra conforme batallan, por lo que hay que estar siempre jugando con mantenernos en la zona verde de mayor efectividad. A los pocos combates y ya siendo conscientes de la mecánica, el sistema resulta de lo más gratificante a los mandos.
Más allá de eso y de las típicas opciones de utilizar armas, magia u objetos, hay otra barra que iremos llenando hasta poder realizar un ataque especial. Para entonces ya sabremos qué personaje hace más pupa al enemigo, por lo que será el encargado de gastarla. Otro detalle estupendo es que tenemos generalmente cuatro personajes en acción directa, pero hasta otros cuatro en la reserva asociados de forma particular. Así, al estilo Tag de ciertos juegos de lucha, podremos traer al frente a cierto guerrero cuando su partenaire esté herido de gravedad. Y algo muy importante, lo haremos sabiendo que el que se enfrenta fresco como una rosa en el campo de batalla es tan carismático y potente como el que pasa a la reserva. De hecho, tal vez es incluso mejor, pero hemos preferido mantenerlo escondido, cual as en la manga, esperando el momento decisivo. Pura estrategia, puro gozo jugable.
Valandis, el mundo, es enorme, y ya apabulla desde su misma ciudad de partida. Colorido, luminoso y excelentemente diseñado, el territorio te anima a explorar. Si bien hay cofres escondidos que dan plantas medicinales y otros objetos sin demasiada importancia, en cuanto te encuentras como regalo una nueva armadura sabes que merece la pena rebuscar en cada rincón. Todo suma, y aunque vamos desactivando cristales de desplazamiento rápido, muchas veces apetece ir a pie por si nos encontramos con una cueva o minerales con los que mejorar nuestro equipo en herrerías. Ojo, el juego facilita además su disfrute permitiéndonos guardar en cualquier momento, otra gran diferencia con los juegos clásicos, que nos obligaban a hacerlo en lugares específicos.
El desplazamiento se vuelve más ágil con Sky Armor, mechas que activar sobre el terreno y que podemos vestir en batallas decisivas. Es aquí Xenogears (y su descendiente Xenoblade) quien hace acto de presencia. Por supuesto, cuando desbloqueamos el barco volador (de tono steampunk por su motor a vapor), todo se multiplica, y con ello, nuestras ganas de seguir viajando por el mundo. Un detallazo el que tanto las armaduras de combate como nuestro barco sean personalizables, porque se refuerza así nuestro vínculo con el juego.
Hay mucho más que contar, como supondréis, en un juego que no para de crecer en opciones y posibilidades, con personajes interesantes y con una historia potente que se adereza con importantes giros, pero dejamos en vuestras manos lo maravilloso del descubrimiento. Eso sí, no podemos cerrar este texto sin poner en un altar a Eddie Marianukroh, el autor de la banda sonora y de los pocos que han ayudado a Matthias Linda en su titánico trabajo de siete años.
La música eleva aún más la increíble experiencia que ya es de por sí jugar a Chained Echoes. Y aquí se rompe de nuevo la baraja, porque, aunque hay reminiscencias a lo mejor que han dado sagas como Final Fantasy en sus orígenes, la instrumentación deja atrás los 16 bits para vestir de gala nuestros oídos con la tecnología y posibilidades actuales. Cada tema es una barbaridad que estar escuchando en bucle de por vida.
Conclusión
Chained Echoes es, según las propias palabras de su creador, el “magnus opus” de toda una vida. Matthias Linda ha realizado, casi en solitario, un trabajo sorprendente y excepcional a lo largo de siete años aupado por el apoyo incondicional en Kickstarter. Los bakers respondieron en masa ante lo que parecía una bella carta de amor a los clásicos JRPGs de la era dorada de los 16 bits, pero han recibido a cambio mucho más. Porque más que un remedo de esa época es una reinterpretación desde el propio recuerdo, pasado además por el filtro de la consciencia presente de un adulto. Chained Echoes se eleva así sobre el cúmulo de juegos que intentan reflejar pixel a pixel aquellas épicas historias que disfrutamos entre finales de los 80 y principios de los 90, y nos entrega una experiencia que construye sobre lo ya creado aportando familiaridad, pero también innovación y sorpresa. Su música, con reminiscencias de clásicos como Final Fantasy, eleva desde la riqueza que brinda la tecnología actual una historia, unas mecánicas, unos personajes y un mundo como no hay otros. Si no tenéis problemas con el inglés (por favor, que el éxito que está teniendo nos traiga más pronto que tarde una traducción) y os van los JRPGs 2D, tiraos de cabeza a por él. Os lleváis para casa uno de los mejores exponentes del género que vais a jugar durante mucho tiempo.
Lo mejor
- No es solo un homenaje al JRPG clásico, es muchísimo más.
- Su historia, su mundo, sus personajes, su sublime música.
- El combate, por turnos, es capaz de sentirse fresco con adiciones tan acertadas como el Sistema Overdrive.
Lo peor
- Por ahora, está sin traducir a nuestro idioma de forma oficial
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.