Call of Duty: Black Ops 4, Análisis - Digno heredero al trono de los Battle Royale

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Estuvimos el pasado mayo en Los Ángeles, en el evento de presentación a nivel mundial de Call of Duty: Black Ops 4, donde pudimos probar el juego por primera vez y os dimos nuestras impresiones. Os dimos también cobertura completa de la beta tanto del multijugador estándar de la última entrega de Call of Duty como de Blackout, su apuesta por el Battle Royale. En octubre estuvimos de nuevo en Los Ángeles, visitando las oficinas de Treyarch para jugar a la versión final del juego en PC. Ahora más que nunca estamos capacitados para hablaros de Black Ops 4 en profundidad; de sus pormenores, sus pros, y sus contras.

Blackout, el Battle Royale de Call of Duty: Black Ops 4

Comenzaremos este análisis hablando de algo que, valga la redundancia, ha dado mucho de qué hablar desde que se anunció por primera vez: el modo Blackout de Black Ops 4. Efectivamente, se trata de un Battle Royale al que se le ha aplicado la fórmula Call of Duty. Es decir: tenemos un escenario enorme en el que hasta 88 jugadores se darán cera hasta que solo quede un ganador, aunque en el modo Cuartetos (Quads) pueden jugar hasta 100 jugadores. Hay variantes por parejas y por escuadrones de cuatro personas para darle algo más de vidilla, aunque las bases son las de este género tan relativamente nuevo.

Debemos ser completamente honestos con vosotros aquí, y con esto no es que en otros momentos no lo hayamos sido. A quien escribe estas líneas, Blackout le dejó muy frío durante la beta multijugador del mes de septiembre en PS4. No obstante, tras haberlo probado en profundidad, y, lo que es más importante, tras haber tenido la ocasión de haber formado equipos cohesionados y bien comunicados para el modo cuartetos, y todo esto además en un entorno de cero lag, la experiencia ha sido extremadamente positiva.

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Una vez que superemos la curva de aprendizaje inicial, que consiste en acostumbrarnos a las pequeñas idiosincrasias de Blackout como los submenús in-game para utilizar objetos consumibles o acoplar accesorios a las armas, nos toparemos con un Battle Royale muy digno, notablemente superior a PlayerUnknown's Battlegrounds, y que puede mirar de tú a tú a Fortnite Battle Royale.

Curiosamente, lo que más interesante nos ha parecido a nivel jugable en Blackout no son tanto los elementos inherentes a los juegos de este tipo, sino el comportamiento de las armas. El armamento no funciona igual en Blackout y en los modos multijugador estándar de Black Ops 4. En el modo Battle Royale, nuestro arsenal tiene un alcance efectivo que viene delimitado tanto por el tipo de arma, como por el arma concreta. Las balas tienen caída, por lo que debemos medir muy bien las distancias, especialmente con fusiles de precisión y fusiles de asalto con miras de varios aumentos.

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La gran pregunta sigue siendo el tipo de soporte que tanto Activision como Treyarch planean dar a este modo de juego mediante eventos temporales, y otras novedades. Por lo pronto sabemos que con el Black Ops Pass, que es un servicio premium por el que hay que pagar, obtendremos cuatro skins extra para Blackout, pero poco más. Esto por sí solo —y más siendo de pago— se antoja insuficiente, por lo que, como decimos, debemos esperar un par de meses, o tres, para ver cómo se va desarrollando todo.

Inmersión de combate

Call of Duty: Black Ops 4 se sitúa, cronológicamente, entre Black Ops 2 y 3. Pese a que no tiene un modo campaña al uso, sí que es cierto que tiene un componente narrativo que nos ha sorprendido para bien teniendo en cuenta que teníamos unas expectativas muy bajas al respecto.

En el CG de Especialistas podremos disfrutar tanto de las historias de los diez especialistas distintos del juego como de un arco argumental general que nos explica un poco el contexto sociopolítico en el que se encuentra inmerso el mundo de Black Ops, así como el auge de los implantes cibernéticos. Las escenas generadas por ordenador están muy trabajadas y tienen un acabado más que decente, aunque es precisamente en lo jugable de estos segmentos donde se hace aguas, puesto que son simplemente partidas contra bots. A este respecto, este «modo historia» nos recuerda mucho al de un juego de lucha por su planteamiento —historias individuales, podemos ver solo las de los personajes que nos interesen si así lo queremos—, aunque en su ejecución es algo muy parecido a lo que se hizo en su momento con la Campaña de Unreal Tournament III.

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Precisamente la excusa de la inmersión de combate sirve para dar contexto a las partidas multijugador del juego. Recreaciones seudohistóricas cuya función es dar entrenamiento virtual a los especialistas de Black Ops 4. El juego consta de un total de 14 mapas y 8 modos de juego. La lista completa de escenarios del juego base es la siguiente:

Debemos aclarar aquí que la cifra de mapas nuevos es de diez, puesto que Firing Range, Jungle, Slums y Summit son versiones remasterizadas de los escenarios homónimos de Call of Duty: Black Ops. Los modos de juego a los que podemos jugar son Duelo por Equipos, Todos contra Todos, Buscar y Destruir, Dominio, Punto Caliente, Baja Confirmada, Control, y Atraco. La oferta es amplia, bastante decente, y las posibles combinaciones de modo de juego y mapa son generosas. Además, hay soporte para bots, y juego a pantalla partida. Estos dos elementos son clave en un contexto en el que cada vez se prioriza más y más el juego en línea, olvidándose del «multijugador de sofá».

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Nuestras impresiones generales de los modos de juego estándar es que se trata del Call of Duty más pulido hasta la fecha. Se ha cocinado a fuego lento para gustar tanto a jugadores casuales como expertos, haciendo énfasis en los e-Sports. Sigue la filosofía de Quake III Arena: fácil de aprender a jugar, pero difícil de dominar. Desde un primer momento tenemos en cuenta todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance, y los posibles juegos mentales que puede haber con las habilidades de especialista; esto saldrá a relucir principalmente en las listas de juego extremas —donde no hay HUD y morimos de un par de tiros—, y en los modos más tácticos como Control y Atraco.

La oferta más amplia de zombis hasta la fecha

Por último, aunque no menos importante, no podemos olvidarnos del modo Zombis. Una constante de los Call of Duty de Treyarch —e incluso otros CoD de otros estudios han adaptado para sí este curioso y divertido modo de juego— desde que comenzase como nivel de bonificación en 2008 con Call of Duty: World at War.

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En esta ocasion tenemos tres mapas de lanzamiento, que se convierten en cuatro si adquirimos el Black Ops Pass. Por un lado tenemos IX —pronunciado «Nueve»— y Voyage of Despair, pertenecientes a la nueva historia, llamada Caos, en la que conoceremos a cuatro nuevos personajes. Nueve está ambientado en un circo romano al que los personajes han llegado tras viajar en el tiempo, y Voyage of Despair nos propone sobrevivir en el mismísimo Titanic tras haber chocado con el iceberg... y estando infestado de zombis.

Blood of the Dead es un remake de Mob of the Dead de Call of Duty: Black Ops 2. Las aventuras del grupo de Origins, conocido como Primis, no acabaron en Revelations en Black Ops 3. Algo ha salido mal, y el Kronorium ha reescrito sus páginas. El destino exige la sangre de Dempsey, Nikolai, Takeo y Richtofen, por lo que deben escapar de la versión infernal de la prisión de Alcatraz.

El cuarto mapa es otro remake más de uno de los favoritos de Black Ops: Five. Esta versión remasterizada se llama Classified, y en él, Ultimis, los personajes originales del modo Zombis de World at War, llegan hasta el Pentágono, el mismo sitio en el que lucharon anteriormente Kennedy, McNamara, Nixon y Castro contra la horda de zombis.

La gracia del modo Zombis está en que no es un modo de defensa por oleadas al uso, sino que posee un sistema de progresión limitado a cada partida en el que perdemos todo avance una vez que morimos, de forma similar a un roguelike. Es precisamente por esto por lo que engancha tanto; siempre tenemos a nuestro alcance esa «partida perfecta», donde resolvemos el easter egg del escenario en cuestión realizando una lista de tareas concretas, todo en pos de obtener bonificaciones dentro del juego, y desbloquear los logros y trofeos relacionados.

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Además de poder disfrutar de forma normal a esta vertiente de Black Ops 4, hay varias novedades que ponen de manifiesto el mimo que se le ha dado al modo Zombis de esta entrega. Para empezar, sabed que nunca tendréis que volver a jugar solos: ahora el modo soporta bots, y su inteligencia artificial es sorprendentemente buena para todo lo que tenga que ver con el combate y la gestión de recursos. También hay modificadores con los que podemos personalizar aún más nuestras partidas haciendo todo tipo de ajustes, aunque por motivos obvios se deshabilitan los logros y trofeos. Otro añadido interesante es un selector de dificultad, así como un tutorial, y un modo de juego extra llamado Rush que es un giro de tuerca mucho más arcade a la fórmula habitual y en el que básicamente los escenarios se transforman por completo, haciendo que el número de niveles de Zombis se duplique virtualmente. Por lo demás la fórmula se repite con respecto a lo ya visto en anteriores entregas, aunque ahora llueve aún más a gusto de todos, si es que esto era posible.

Sobre lo visual y lo sonoro

Nuestro principal pero con respecto a Call of Duty Black Ops 4 es cómo luce a nivel visual. Lo hemos jugado principalmente en PlayStation 4, y las capturas de pantalla adjuntas a este texto han sido extraídas directamente del juego, jugado en una videoconsola PS4 Pro. Pese a que las escenas generadas por ordenador lucen de forma espectacular y cumplen su función con creces, Black Ops 4 no es puntero técnicamente, y a nivel visual se nota que podría ser mejor. Eso sí, en cuanto a rendimiento sigue siendo el rey. Funciona a las mil maravillas, incluyendo Blackout.

Entremos en materia: a nivel gráfico, el modo de juego que mejor se ve es el modo Zombis. Tanto los modelos de los personajes como el diseño de los escenarios, y el posicionamiento del objeto de atrezzo más estúpido que se os ocurra rezuma mimo por los cuatro costados. Entenderíamos que los modos multijugador estándar deberían tener una calidad acorde con respecto a lo visto en Zombis, aunque no es el caso. Aquí va nuestra teoría: para que Blackout funcione como debe, se han hecho considerables y comprensibles recortes a nivel gráfico. Recortes que parecen mantenerse en los modos multijugador, y esta parece haber sido la solución rápida cuando lo lógico —y óptimo desde el prisma de la fidelidad visual— sería haber creado un módulo multijugador lo más sólido posible y, a partir de ahí recortar para Blackout.

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El juego, como decimos, lo hemos podido jugar en una consola PS4 Pro y aunque las comparaciones son odiosas, sin ir más lejos, WWII, el Call of Duty del año pasado, parece mucho más cuidado en el apartado visual.

Black Ops 4 está completamente doblado al castellano; algo que pudimos comprobar desde las betas que hubo durante los pasados meses de agosto y septiembre. El doblaje es más que decente, aunque la ausencia de modo campaña al uso le ha pasado factura al apartado sonoro, pues hay un número menor del habitual de composiciones, y la mayoría de ellas quedan reservadas para el modo Zombis, o breves leitmotivs para las victorias del multijugador, o la intro de Blackout. La banda sonora no es mala, aunque es inferior a la de anteriores entregas.

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El rendimiento de Black Ops 4 en PC

Como dijimos más arriba, tuvimos ocasión de jugar a Call of Duty: Black Ops 4 en equipos high-end equipados con NVidia GeForce GTX 1080 Ti y 32 GB de RAM. Las capturas de pantalla de esta sección pertenecen a esta versión del juego, en la que han colaborado Blizzard y Beenox.

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Como ya sabéis, en esta ocasión, Black Ops 4 utiliza Battle.net como cliente para PC. Esta versión rinde realmente bien, y el control es absolutamente perfecto aquí. El autor de este texto es más bien jugador de consola que de PC, y aún así consiguió quedar primero en algunas partidas jugadas con y contra equipos compuestos por periodistas de otros medios especializados, y desarrolladores de la propia Treyarch. Tanto Activision como Treyarch han puesto medios para que se tome más en serio a este Call of Duty en la escena de los e-Sports, especialmente entre los usuarios de compatibles, y esto es de agradecer ante tanto ninguneo con entregas anteriores.

El juego en 4K a 60 FPS se ve de infarto, y la experiencia aquí es la mejor posible si tenemos un equipo que cumpla los requisitos recomendados para poder correrlo a esta resolución y tasa de frames. Al igual que con la versión de consolas: no es un exponente a nivel gráfico, aunque rinde a buen nivel.