Age of Empires 4, análisis. Un clásico para los jugadores de hoy

Regresa el mito de la estrategia en tiempo real. Varios lustros nos separan de la última entrega principal de la saga Age of Empires. Desde aquel 2005 con Ensemble Studios y el ecosistema Xbox aún por formarse, la franquicia ha pasado por una época de absoluto silencio. Durante esta franja hemos visto el compromiso de Microsoft por mantener su legado presente. Alguna edición definitiva por aquí, otras expansiones inéditas por allá… pero faltaba la guinda para confirmar su regreso: un nuevo capítulo.

Age of Empires 4: fecha de lanzamiento, precio y tráileres

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Age of Empires 4 llega como un clásico renovado para los jugadores de hoy y siempre. Relic Entertainment no tenía una tarea sencilla. Los canadienses fueron elegidos por su excepcional trayectoria en las mismas artes. Company of Heroes o Dawn of War son solo algunos de los ejemplos de la marca que han dejado en el RTS. Su trabajo en esta cuarta entrega es, sin lugar a duda, a la altura de su legado.

Accesible, a la par de complejo

Es indudable que este capítulo sirve como una puerta de entrada a una masa que desconocía (o nunca dio el paso) qué es lo que hace especial a Age of Empires. Desde el primer momento transmite una labor meticulosa por hacer que el novato conozca el bucle jugable sobre el que se construye su fórmula. Una fórmula que no viene de hoy, ni de ayer; más de 15 años a sus espaldas le convierten en un estilo de juego atemporal.

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Puede sonar a tópico, pero el tutorial realmente sirve para aprender el desarrollo de una partida cualquiera. Se toma todo el tiempo que necesita, algo más de media hora, para llevarte por la introducción a la recolección de recursos, cómo funciona el triángulo de fuerzas y vulnerabilidades, el paso a través de las edades y el funcionamiento de cada estructura.

El menú principal y su distribución también forman parte de las mejoras en accesibilidad. Hay una pestaña dedicada a “aprender” sobre los imperios y el uso de los atajos del teclado para maximizar tu rendimiento durante las partidas. Todo está a tu alcance para que puedas conocer de primera mano los fundamentos que te lleven durante la curva de aprendizaje.

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Hablando de curvas, es conocido por todos la dificultad que toma poner en práctica los conceptos. Somos sinceros: nos notamos un poco oxidados durante las primeras horas. Por ello queremos poner especial hincapié en el éxito del equipo por dedicar sus esfuerzos en mejorar el arranque del jugador. No nos referimos a simplificar el juego (ni mucho menos), sino atender a las necesidades de aquellos alejados de la comunidad entusiasta. Dada su participación en Xbox Game Pass, puede ayudarle a esquivar las recurrentes dudas de quienes quieren darle una oportunidad.

El legado de los imperios

Ocho imperios se unen a la contienda desde el primer día: ingleses, chinos, franceses, mongoles, rusos, el Sacro Imperio Romano Germánico, el Sultanato de Delhi y la Dinastía Abasí. Cada uno cuenta con un estilo de juego marcado. Los ingleses, por ejemplo, son más fáciles de manejar y destacan en la gestión económica. En cambio, los mongoles son todo lo contrario. Son guerreros nómadas con alta capacidad de movilidad y débiles al defender posiciones.

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El transcurso de una partida a Age of Empires 4 se define por el avance de los imperios a través de cuatro edades. Comenzarás en la Edad Oscura con todos los elementos básicos para gestionar y crear infraestructuras. Granjas, campamentos madereros y mineros, molinos, empalizadas… Esta época brilla poco; no es hasta que avanzas cuando va tomando otros matices visuales y jugables.

Debes tener presente que el inicio de una Edad viene determinada por la construcción de una maravilla. Todos los imperios tienen acceso a dos edificios característicos en cada tramo (salvo en la Edad Imperial, la última de las cuatro, que tan solo tiene uno). Estos proporcionan ventajas exclusivas que pueden decantar la partida a tu favor. Por ejemplo, los franceses cuentan con el salón del gremio en la Edad Feudal, que les permite generar y almacenar recursos con el tiempo según el tipo de material que selecciones. Su construcción eliminará de la ecuación el instituto real, capaz de proporcionar ventajas ofensivas y defensivas en algunos tipos de unidades.

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Como puedes comprobar, te aparecerán decisiones clave que moldearán tu partida. El éxito jugable de Age of Empires 4 es la variedad que ofrecen estos imperios, y no podemos esperar a probar qué nos puede deparar el futuro en base a las futuras actualizaciones de contenido. Hay mucho margen para explotar las batallas navales, sobre todo con el juego que dan ciertos escenarios.

Una campaña a la altura

No todo el peso del juego recae sobre el multijugador. El modo campaña y las escaramuzas son igual de relevantes en la oferta. Destaca sobre todo el primero, un repaso a la historia que va más allá del plano jugable. Tanto al comienzo como al final de las misiones se han grabado escenas en las localizaciones reales donde ocurrieron los eventos. Muestran al jugador cómo los guerreros de aquellos tiempos combatieron y formaron por lo que hoy día son campos, restos de lo que ocurrió hace siglos. Vídeos, por cierto, doblados al castellano. Todo el juego está doblado a nuestra lengua, salvo los comentarios de los imperios, que usan sus propios idiomas.

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El repaso a la historia nos llevará por la campaña de los normandos en el 1066, la guerra de los cien años, el imperio mongol y el ascenso de Moscú. Algunas misiones (hasta 35 en total) apenas toman diez minutos en completarse, ya que te llevan por escenas concretas de combate que te ponen en preaviso de lo que vendrá a continuación. Pero la mayoría se tornan partidas largas, donde debes usar tus conocimientos para superar los obstáculos. Sin ir más lejos, la segunda misión de la primera campaña alcanzó cerca de una hora.

Las misiones no se limitan a ir capturando posiciones en cadena. En algunos casos aparecen objetivos secundarios que completar incluso sin combatir. ¿Quieres apaciguar una tribu que ataca tu pueblo? Paga el tributo con oro y sigue tu camino. Ese tipo de variantes aportan chicha a los objetivos. Entre el ataque de los refuerzos enemigos y la presencia de estos grupos organizados, algunas veces se hace difícil continuar tu partida con naturalidad.

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En algunos momentos nos hemos encontrado con ciertas asperezas en la inteligencia artificial. Unidades que no pueden atravesar un portón abierto, o bajar por el camino más rápido de una colina… Son pequeños errores que empañan ciertos momentos de acción; esperamos que se solucionen vía parche. Tampoco nos convence el aspecto gráfico. Las unidades y los entornos muestran pocos detalles, Incluso en el ajuste más alto. En la última Edad aparece algo más de color, pero no es suficiente. En lo técnico está un paso atrás del resto de sus rivales.