La peculiar anatomía de Lobezno en los cómics y películas y el peligro que suponen sus garras para él mismo

Lobezno/Wolverine es uno de los personajes más icónicos de Marvel tanto en los cómics como en el cine, donde se convirtió en el papel más representativo de Hugh Jackman. Su rasgo más característico son sus garras recubiertas de adamantium, un metal prácticamente indestructible. Sucede que la peculiar anatomía de Logan y sus garras pueden suponer un peligro para él mismo en circunstancias muy específicas como pasamos a detallar a continuación:

Las garras de Lobezno/Wolverine pueden salir por otros lugares además de sus nudillos y provocarle grandes pérdidas de sangre

David Hayter, más conocido por ser el actor de doblaje de Solid Snake en la saga Metal Gear, ha compartido recientemente un detalle muy peculiar del proceso de producción de la primera película de ‘X-Men’ (2000) donde participó como guionista. Según este creativo, el equipo de efectos especiales del largometraje creó un brazo de goma con garras retráctiles para Lobezno, y se percataron de que a no ser que los puños de Logan estuviesen rectos con respecto a sus antebrazos, las garras saldrían por sus muñecas.

Lobezno posee garras retráctiles que puede “sacar” o “guardar” a voluntad, y forman parte de su esqueleto. Estas garras quedan almacenadas en sus antebrazos, y aunque típicamente ni en los cómics ni en las películas o series de animación tiene un problema con respecto a su posición relativa, en una instancia muy particular de un cómic se deconstruye este hecho, mostrando las catastróficas consecuencias que tendría si se tratase con más realismo.

En ‘Wolverines #11′ (2015), Lobezno está bajo el influjo de varias sustancias intoxicantes, estimulantes y alucinógenas, explicando cómo puede llegar a un estado de embriaguez grave que comúnmente es evitado por sus poderes de regeneración. Debido a esto, su percepción y el propio control de su anatomía se ven severamente afectados, lo que provoca que accidentalmente saque sus garras por la palma de sus manos en lugar de por sus nudillos, un error extraordinariamente inusual para el personaje.

Como comentamos, se trata de una manera muy peculiar de intentar tratar con realismo la fisiología tan característica de Logan, que muestra que un error puede provocar que sus garras salgan por donde no deben, produciendo al personaje un dolor inmenso así como una enorme pérdida de sangre. Si no fuese por sus capacidades de regeneración avanzadas, esta pérdida de sangre podría provocar incluso la muerte del superhéroe.

La anatomía y fisiología de Lobezno/Wolverine, explicada

En la mayoría de historias de Marvel en las que aparece el personaje no se da esta posible eventualidad porque se suele explicar que las garras están anatómicamente diseñadas para salir solo por sus nudillos independientemente de la posición de sus manos.

Otra explicación lógica es que sus garras están alineadas con sus huesos y músculos; la estructura de sus huesos y tejidos están adaptadas para guiar las garras de manera segura cuando se extienden, evitando así cualquier daño accidental a su cuerpo. A esto hay que sumar sus poderes latentes de regeneración, lo cual le permite recuperarse de posibles heridas infligidas por él mismo.

James “Logan” Howlett nació en el siglo XIX en Canadá en el seno de una familia adinerada, pero tras una serie de traumáticos eventos entre los que se incluye el asesinato de su padre biológico, descubrió sus habilidades mutantes, incluyendo sus garras de hueso y su factor curativo. Sus capacidades mutantes latentes también le otorgan otras habilidades secundarias como unos sentidos agudizados y un envejecimiento considerablemente más lento que el de los seres humanos comunes.

Más tarde, como parte del proyecto secreto Arma X, su esqueleto —incluyendo sus garras— fue recubierto con adamantium, un metal ficticio extremadamente resistente y considerado indestructible. Este procedimiento le dio sus icónicas garras de metal y lo convirtieron en uno de los personajes más letales de todo el universo Marvel.