Cine
La historia de Matthew DeMeritt, el hombre sin piernas que iba dentro de E.T. el extraterrestre
Más de 40 años después, la gente sigue pensando que E.T. era un robot y se olvida de los tres actores que se pusieron su traje y sólo salieron en los créditos como “Movimiento especial”.
Al pensar en ‘E.T. el extraterrestre’, la mítica película de Steven Spielberg, seguro que todos os acordáis de Drew Barrymore, Henry Thomas y por supuesto, de aquel alienígena marrón al que le ardía el dedo y le obsesionaban los teléfonos. Con el paso del tiempo y los avances en tecnología, también se ha establecido en el imaginario colectivo que aquel visitante de otro planeta era un autómata, un antecesor de los animatronics de Five Nights at Freddy’s. Pero no. Debajo de todo había una persona de carne y hueso: Matthew DeMeritt.
A principios de los ochenta, cuando Spielberg empezó a trabajar en la película, se crearon cuatro E.T. que sí funcionaban como autómatas, pero resultaba imposible mover de forma creíble aquellos amasijos de gomaespuma, fibra de vidrio y poliuterano. Los robots sólo servían si estaban parados y únicamente para planos cortos. Entonces al director se le ocurrió la idea de poner a alguien debajo, lo que tampoco parecía fácil dada la altura y estrechez del personaje.
En busca de una solución, Universal Pictures probó a organizar un casting en un centro de fisioterapia, ocurrencia que les permitió dar con Matthew DeMeritt. “Me hicieron una prueba en la que me tomaron medidas y me grabaron caminando sobre mis manos. Nunca le había mostrado a nadie que pudiera hacer eso y no sabía de qué iba a servirles aquello, pero a ellos parecía funcionarles”, explicó el actor en una entrevista con motivo del 20 aniversario de la película.
DeMeritt admitió que el rodaje fue muy exigente a nivel físico, sobre todo por la temperatura que se alcanzaba llevando el traje encima. “Hacía mucho calor incluso sin luces. Ojalá hubiera tenido una cremallera o algo así en la parte de atrás, pero no. Te lo metían por la cabeza y quedabas atrapado como una salchicha”, recuerda. Aún así, también asegura que Steven Spielberg fue muy cercano y que quería que estuviese cómodo en todo momento:
“Cuando hacía calor, Spielberg se acercaba y me preguntaba si estaba bien. También se aseguraba de que no me lastimara. No recuerdo haber protestado, supongo que porque el traje estaba acolchado y me sentía cómodo dentro. Estaba hecho de goma y por fuera lo rociaban con algún tipo de sustancia para que pareciese pegajoso. Tenía una ranura en el pecho por la que yo podía mirar y la cabeza se asentaba sola encima de mí. Me usaban en todas las escenas en las que querían que E.T. se cayese, pero no recuerdo que las caídas fuesen especialmente malas”.
Sobre la experiencia de trabajar con Spierlberg, el actor admite que antes de la película no sabía quién era. “No había visto ni ‘En busca perdida’. Pero era un tipo realmente agradable. No era arrogante ni desagradable. Tenía la puerta de su oficina abierta y nos invitaba a entrar y jugar a videojuegos en ella. Tenía una especie de rincón de recreo en su oficina. Era un fanático de los videojuegos y siempre que teníamos una reunión con él acabábamos echando una partida”.
A pesar de los años pasados, y a pesar de que no piense demasiado en ‘E.T. el extraterrestre’, DeMeritt admite que de vez en cuando ve algo que le recuerda a la película y se da cuenta de lo que hizo y de lo genial que fue. “Cuando se volvió un éxito y comenzó el revuelo fue agradable durante un tiempo, pero no dejé que me cambiara”.
Después de aquello participó en alguna película más de ciencia ficción, como ‘Cyborg 2: La sombra de cristal′, en la que también participaba una jovencísima Angelina Jolie, pero su carrera en el cine no se prolongó mucho más allá. Matthew siempre dice que nunca se hizo ilusiones y que le parece bien permanecer anónimo, pues incluso en los créditos de ‘E.T. el extraterrestre’ no sale como el alienígena, sino como “Movimiento especial ET”. Terminó siendo profesor de inglés en Los Ángeles, aficionándose a la música y el baloncesto en silla de ruedas y hoy día, a sus 54 años, está casado y tiene un hijastro.
Como curiosidad, DeMeritt no es el único “Movimiento especial ET” de los créditos. También hicieron del marciano Tamara De Treaux y ‘Little Pat’ Bilon, actores con enanismo y capaces como él de meterse debajo de aquellos extraños caparazones. El personaje terminaría asociándose a la actriz Pat Welsh, quien le puso voz y grabó en nuestra memoria para siempre ese interminable “Mi caaasa. Teléééfono”.