Cine
Este artista despegó su carrera musical gracias a una película de David Lynch
El sencillo ‘Wicked Game’, de Chris Isaak, forma parte de la banda sonora de una de las mejores películas del cineasta.

En el mundo del cine, muchas películas optan por añadir música ya existente (pagando los derechos, por supuesto) antes que bandas sonoras originales. Es el caso de Quentin Tarantino, que hizo de la música un elemento clave de su filmografía. Exceptuando ‘Los odiosos ocho’ (Oscar a mejor banda sonora original), toda su obra está compuesta por música previamente lanzada. El ejemplo más claro es ‘Stuck In The Middle With You’, que ya forma parte de la historia del cine por su aparición en ‘Reservoir Dogs’ (1992).
En muchos casos, es la película la que aúpa al artista y le hace más conocido para el gran público. Es el caso de Chris Isaak, mundialmente conocido por la canción ‘Wicked Game’. Este sencillo, que forma parte de su álbum ‘Heart Shaped World’ (1989), se convirtió en un éxito internacional al aparecer en la obra de culto de David Lynch ‘Corazón salvaje’ (1990). La película, que cuenta una historia atípica de amor con referencias a Elvis Presley y ‘El mago de Oz’, tiene una escena de carretera nocturna en la que una conversación entre los personajes de Nicolas Cage y Laura Dern es envuelta por la guitarra de Chris Isaak.
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Una carrera ligada al cine
Tras el éxito de ‘Wicked Game’ al formar parte de la banda sonora de ‘Corazón salvaje’, Chris Isaak comenzó una amistad con David Lynch que duraría para siempre. El cantante aportó dos pistas más para la película, además de canciones futuras para las películas del director. Sin embargo, no solo se quedó ahí, ya que tuvo algunas apariciones en la gran pantalla a raíz de aquello. Interpretó a un detective en ‘Twin Peaks: Fuego camina conmigo’ (1992), del propio Lynch, más un cameo como policía en ‘El silencio de los corderos’ (1991).
Sin embargo, no dejó de hacer música y sus canciones sirvieron como banda sonora de ‘Amor a quemarropa’ (1993) o ‘Eyes Wide Shut’ (1999). Quién le iba a decir a Chris Isaak que, a raíz de una canción de desamor, considerada una de las mejores de la historia, iba a conseguir todo lo que consiguió.

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