Cine
El director de ‘Aracnofobia’ obligó a las arañas a pasar un casting
Las arañas de ‘Aracnofobia’ tenían que ser de una especie concreta y pasar un proceso de selección.
Las recientes ‘Vermin: La Plaga’ y ‘Sting’ han vuelto a poner a las arañas en el candelero del cine de terror, pero si hablamos de un clásico del cine arácnido por antonomasia tenemos que hacerlo de ‘Aracnofobia’. La película con Jeff Daniels y John Goodman es todo un icono de los 90, superando a ‘El reino de las arañas’ de 1977, una película que usó cientos de animales, de los cuales por desgracia, unos cuantos terminaron falleciendo. Esto hizo que se pusieran en cuestión los métodos utilizados, y mientras que ‘Aracnofobia’ también está rodada con arañas reales, y alguna de ellas lo pasó mal hasta cierto punto, ninguna de ellas murió.
Así se eligió el reparto arácnido de ‘Aracnofobia’
‘Aracnofobia’ fue la primera película de Frank Marshall como director, habiendo ejercido de productor de algunas grandes películas de Steven Spielberg -de hecho, es cofundador de Amblin Entertainment, la compañía de Spielberg-, tales como ‘Indiana Jones y el Arca Perdida’ o ‘El color púrpura’. Marshall tenía claro que quería arañas reales, pero tenían que cumplir ciertos requisitos: patas y colmillos largos, agresivas, pero al mismo tiempo, inofensivas para el hombre. La especie elegida fue la araña Avondale.
Pero esos requisitos no eran suficiente. Marshall organizó “las Olimpiadas Arácnidas”, como él mismo recuerda, y para ellas contó con un entomólogo llamado Steve Kutcher, que supervisaba el proceso. Kutcher no solo daba el visto bueno a su aspecto para que fueran suficientemente terroríficas, sino también su tamaño, la habilidad para escalar por el cristal y su agresividad, utilizando un secador de pelo para activarlas. “Teniamos un apartamento donde había varios cajones con arañas que podían escalar mejor que otras, y algunas eran más rápidas que otras. Era realmente una ciencia de actores arácnidos”.
Claro, evidentemente las arañas pueden estar mejor preparadas, pero no son fáciles de dirigir y no son demasiado proclives a recibir instrucciones del director, pero tenían sus trucos. “Puedes tomar ventajas de su comportamiento: si las pones en un lugar muy caliente, correrán para alejarse y acercarse a un lugar que esté más fresco”, contaba Kutcher. De hecho, el secador de pelo fue una herramienta muy valiosa, y es que en las escenas en las que vemos a nuestras protagonistas de ocho patas corriendo hacia la misma dirección, probablemente es porque Kutcher estaba “empujándolas” con el aparato.
Solo hay una escena en la que la araña no es verdadera, y es la más aterradora de la película. Tras el derrumbe en el sótano, el personaje interpretado por Daniels se encuentra paralizado con la araña reina sobre su torso, momento en que vemos un terrorífico primer plano del bicho. Precisamente esta araña fue un animatrónico diseñado por Chris Walas, diseñador también de los “adorables” Gremlins.