Cine
‘Alien’ y la triste historia del Xenomorfo de ‘Prometheus’ que se convirtió en una montaña
El Xenomorfo que apareció al final de ‘Prometheus’ (2012) es el primero de todos a nivel cronológico y tuvo un destino más horrible que la muerte.
La saga ‘Alien’ y su precuela ‘Prometheus’ han dado lugar a todo tipo de anécdotas curiosas con el paso de los años. En la que nos ocupa, vamos a seguir la historia del Xenomorfo que apareció en la película de 2012 de Ridley Scott y cómo llegó a convertirse en, literalmente, una montaña debido al violento proceso de metamorfosis derivado del “líquido negro” de los Ingenieros. Esta criatura fue, además, el primer Xenomorfo en aparecer en la saga cronológicamente hablando.
¿Cuál fue el primer Xenomorfo de la saga ‘Alien’ que apareció en ‘Prometheus’?
‘Prometheus’ terminaba con un nuevo tipo de Xenomorfo emergiendo del pecho de un Ingeniero muerto en el planeta LV-223. A este subtipo se le conoce como Deacon/Diácono.
Esta subespecie de Xenomorfo es, a todos los efectos, uno de sus antepasados, motivo por el cual también se le suele llamar Proto-Xenomorfo. Aunque tienen varias semejanzas incluyendo un aspecto y un ciclo vital similar, el Deacon es el resultado de un Trilobite —la criatura que Shaw, el personaje de Rooney Mara, extrajo de su vientre— inoculando su embrión en un Ingeniero. Varias de sus principales características definitorias son su color azulado, así como el hecho de que cuando emerge lo hace en un estado de desarrollo casi completo.
¿Qué le pasó al Deacon/Diácono de ‘Prometheus’ y cómo llegó a convertirse en una montaña?
Aunque el destino de esta criatura que quedó abandonada en LV-223 no se exploró en ninguna otra película, su peculiar historia continuó en una serie de cómics llamada ‘Prometheus: Fire and Stone’ (2014), también ambientada en esta luna pero 130 años después de los eventos del largometraje. Este cómic estuvo complementado por otros a modo de historias interconectadas donde otras criaturas como el infame Depredador hacían acto de presencia, dando cohesión a este universo compartido.
En esta nueva historia se da a entender que el Diácono vagó entre los restos de la nave USCSS Prometheus y la estructura artificial construida por los Ingenieros. Durante este período, el Deacon fue infectado por el compuesto químico A0-3959X.91 – 15, también conocido como “El Fuego de Prometeo” o el “líquido negro”. Este compuesto virulento fue desarrollado por los Ingenieros y tenía una doble función: por un lado servía para crear nuevas formas de vida, y también era un arma biológica.
Las mutaciones aceleradas propiciaron que el Diácono eventualmente mutase alrededor de los restos de la nave y que a todos los efectos se convirtiese en una amalgama biomecánica de proporciones gigantescas. Durante la trama de ‘Prometheus: Fire and Stone’ varios de los personajes protagonistas exploran el lugar del accidente, entran en su interior y teorizan con el peculiar destino del primer Xenomorfo de la saga ‘Alien’, confirmando que están dentro de un ser vivo de tamaño gigantesco.
El juego de rol Alien: The Roleplaying Game confirma esto aunque da una versión ligeramente alterada, hablando en su lugar de que el Diácono dio lugar a un ecosistema similar al de una jungla frondosa que a su vez también generó nuevas criaturas mutadas por el patógeno.
En ambos casos, la representación es similar: en algún momento mientras vagaba entre las ruinas artificiales de los Ingenieros y los restos de la nave Prometheus, el Deacon se infectó con el “líquido negro” y comenzó a disolverse y mutar alrededor de los restos de la nave, creciendo de manera descontrolada y a su vez mutando a la fauna local que entraba en contacto con él, dando lugar a un nuevo, peligroso y terrorífico ecosistema.
Una nueva expedición humana a LV-223 con la intención de descubrir qué le pasó a la tripulación de la Prometheus se topa con peligros en forma de Xenomorfos, Ingenieros decididos a no dejar títere con cabeza y Depredadores dispuestos a tener un glorioso día de cacería. Eventualmente, en el grupo de los supervivientes quedan varios humanos, un Depredador y Elden, un sintético que fue horriblemente transformado por el “líquido negro” cuando se lo inyectaron previamente.
Considerando que el Deacon es un alma en pena y no queriendo que los supervivientes lo dañaran pero que estos tampoco muriesen, Elden decide ser absorbido por la entidad para apaciguar al enorme organismo el tiempo suficiente como para que el grupo pudiese escapar ileso.
En cualquier caso, técnicamente, este es el Xenomorfo más grande de toda la saga ‘Alien’, ya que es una montaña en el sentido más literal de la palabra. No se saben sus medidas exactas, pero por su representación en una de las viñetas del cómic se podría deducir que tiene varios cientos de metros de envergadura.