Un descubrimiento de la NASA en Marte ofrece pistas de su pasado: podría ser más parecido a la Tierra de lo que se cree

El rover Curiosity de la NASA lleva años en Marte y actualmente se encuentra en Aeolis Mons, conocido como el Monte Sharp. Se trata de una montaña que forma el pico central del cráter Gale, una ubicación de interés prioritario para los científicos. Por eso mismo, el último hallazgo de la misión es muy relevante, tal y como señala la propia Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, ya que se centra en la posibilidad de que hace mucho tiempo hubiese agua líquida fluyendo en Marte.

La parte del Monte Sharp explorada por Curiosity ha confirmado algo realmente prometedor, pues se han hallado tanto minerales de arcilla como sulfatos. Los primeros indican que una enorme cantidad de agua entró en contacto con la roca, mientras que los segundos son minerales que se forman cuando el agua se evapora.

Aunque la NASA explica que serán necesarios varios meses para continuar explorando a fondo el canal, los científicos tienen motivos de peso para pensar que en el pasado había grandes ríos en Marte. También se especula sobre la posibilidad de que dichas masas de agua hayan “ido y venido” en función de la época, pues los signos hallados en el canal invitan a pensar que no desapareció debido a que el planeta se volviese más seco.

Hay estudios que señalan que Marte estaba cubierto por varios océanos, aunque “algo catastrófico” dio lugar al clima completamente seco que presente en la actualidad. De hecho, recientemente se comentó acerca de la posibilidad de que, en el caso de que se descongelase todo el agua que está congelada bajo su superficie, podría llegar incluso a cubrir el planeta entero.