Sydney Sweeney es tu nueva profesora particular de Matemáticas gracias a la IA: así son los deepfakes que arrasan en redes

¿Alguna vez has deseado que artistas como Sydney Sweeney, Sabrina Carpenter o Will Smith fuesen tus profesores particulares de materias como Matemáticas? No busques más: esto ya es una realidad gracias al auge de la inteligencia artificial. Mediante la IA, un creador de contenido ha creado toda una serie de vídeos deepfakes en los que estas personalidades del mundo del espectáculo hacen que aprender sea algo divertido y ameno.

Sydney Sweeney, Sabrina Carpenter y Will Smith son tus nuevos profesores particulares: así son sus divertidos (y didácticos) vídeos deepfakes

Estos días se han viralizado en redes como TikTok y X (antes Twitter) los vídeos del creador de contenido onclocklearning. Se trata de un canal didáctico sobre Matemáticas pero con un giro muy interesante: los “docentes” que dan cada lección son artistas famosos como Sydney Sweeney o Ariana Grande. ¿Cómo es posible esto? Gracias a la IA, creando vídeos denominados deepfakes, en los que, mediante modelos de aprendizaje automático, se imita la voz, el tono e incluso la gesticulación del rostro de cada persona suplantada, dando lugar a un resultado extraordinariamente realista.

De esta manera, es posible recibir lecciones “directamente” de famosos, lo que posibilita aprender mientras nos entretenemos gracias a sencillas y amenas clases sobre cuestiones matemáticas como límites y continuidad, números imaginarios o la representación gráfica de funciones. Estos vídeos gozan de gran popularidad, y algunos de ellos, como el de Will Smith y Sabrina Carpenter explicando el concepto de números imaginarios y sus aplicaciones, han llegado a amasar varios millones de visitas en pocos días. Los intercambios entre ambos resultan sorprendentemente naturales, lo que aporta mayor verosimilitud al conjunto y mantiene el interés del espectador durante todo el vídeo.

Por supuesto, todo esto plantea dudas éticas relevantes. Usar el rostro, la voz y los gestos de personas reales —especialmente si son celebridades— sin su consentimiento expreso abre un debate sobre los límites del uso de la inteligencia artificial. En este caso concreto, el contenido no busca dañar su imagen ni difundir desinformación, sino ofrecer un enfoque educativo y amable en forma de unas divertidas “clases particulares”.

Aun así, la ausencia de permiso expreso, junto con el potencial para malinterpretaciones, hacen que muchos se pregunten si este tipo de vídeos deberían regularse más estrictamente o, al menos, contar con mecanismos de control y transparencia. La propia plataforma marca el contenido como “generado por IA”, pero esta etiqueta podría no ser suficiente en el caso de que las personalidades afectadas decidieran interponer una demanda contra su autor. La popularidad de estos vídeos demuestra su enorme potencial, pero también subraya la urgencia de abordar los vacíos legales y éticos que la IA está dejando al descubierto.

En definitiva, el influencer onclocklearning ha dado con un nicho de mercado muy peculiar, lo que le ha permitido ganar tanto simpatías como cientos de miles de seguidores. Su inusual propuesta parece haber encontrado un hogar en la red social TikTok, demostrando que el aprendizaje no tiene por qué ser aburrido y monótono. Dando un poco más de color a conceptos complejos y, a priori, poco amigables, muchos de los espectadores afirman haber entendido, al fin, muchas de las cuestiones que se les atragantaban en clase frente a sus profesores de carne y hueso.