Llevas jugando mal a videojuegos toda tu vida sin saberlo, y todo por este error que nadie te enseñó a evitar

Muchos de los que amamos los videojuegos llevamos jugando a ellos desde pequeños. Y esto implica que, comúnmente, habremos cogido malos hábitos porque ningún adulto responsable se encargó de corregirlos, y hemos arrastrado estas malas costumbres hasta nuestra vida adulta. Hoy vamos a hablaros de un error muy extendido y del que una inmensa mayoría de jugadores no suele hacer aprecio: jugar a una distancia inadecuada de nuestro monitor de PC o televisor, ya sea muy cerca o muy lejos, no solo compromete nuestro rendimiento en los juegos, sino que también puede ser perjudicial para nuestra propia salud.

Si juegas muy cerca o muy lejos de la pantalla, lo estás haciendo mal, y pones en riesgo tu salud: hay una distancia óptima de visionado

Jugar a una distancia inadecuada de la pantalla que utilizamos puede ser perjudicial para la salud visual y postural. Tanto si estamos demasiado cerca como demasiado lejos del monitor o televisor, podemos estar ocasionando o agravando problemas que afecten a nuestros ojos y a nuestra columna vertebral.

Al jugar demasiado cerca, hay un mayor riesgo de fatiga visual. Es decir, los ojos de esfuerzan en enfocar continuamente a corta distancia, lo que puede provocar desde dolor ocular hasta visión borrosa temporal o incluso dolores de cabeza. Además, en videojuegos de acción con una gran tasa de frames, hay una mayor probabilidad de contraer mareos o malestar generalizado. Por último, al estar más cerca de las pantallas, estamos más expuestos a la luz azul, lo que puede alterar nuestro ciclo del sueño, especialmente si jugamos de noche.

Por otro lado, al jugar demasiado lejos, tendremos que forzar la vista mucho más para leer textos pequeños o distinguir personajes u otros elementos en la lejanía, lo que también puede generar fatiga ocular y cefaleas. Para intentar paliar esto, puede que intentemos inclinarnos hacia adelante en el asiento, lo que a su vez genera tensión innecesaria en zonas como cuello, espalda y columna vertebral. Y por último, pero no menos importante, al tener a la pantalla lejos, perderemos gran parte de la inmersión acústica y visual, lo que puede redundar en un rendimiento pobre, haciendo que ganar requiera un esfuerzo extra.

Por suerte, todos estos problemas tienen una solución muy simple: ajustar la distancia de nuestro asiento o monitor para optimizar la distancia de visionado. Para ello, debemos tener en cuenta dos parámetros clave: el tamaño y la resolución de la pantalla usada.

¿Cuál es la distancia ideal a la que debemos estar de la pantalla?

Muchos fabricantes de monitores y televisores siguen criterios similares: en función de la resolución del monitor y su tamaño en pulgadas, hay una distancia de visionado óptima. Es decir, cuanto más pequeña sea la pantalla y menor resolución tenga, más cerca de ella tendremos que estar para apreciar el máximo nivel de detalle posible y así evitar forzar la vista o la postura. En cambio, si la pantalla está demasiado lejos, dará igual que tenga buena resolución, ya que no podremos captar todos los matices de su calidad real.

La infografía que hay sobre este párrafo lleva varios años circulando por internet, y concuerda con las recomendaciones de los fabricantes. Siguiendo sus consejos, si por ejemplo, si quisiéramos usar un monitor 4K de 28 pulgadas para jugar, deberíamos tenerlo a un mínimo de 60 centímetros y a un máximo de 1,2 metros para no tener problemas de fatiga visual.

En definitiva, con esta breve guía podéis calcular cuál es la distancia de visionado idónea en función del tamaño de vuestra pantalla y la distancia a la que está de vuestro asiento. De niños era aceptable “dejarse la vista” jugando en el suelo pegados al televisor porque no había concienciación al respecto, pero llegada cierta edad, conviene cambiar los hábitos si queremos seguir jugando incluso cuando seamos abuelos.