Tecnología
Estados Unidos teme que China use la inteligencia artificial como arma de espionaje masivo
El FBI y otros organismos gubernamentales de Estados Unidos sospechan de los objetivos de China y la procedencia de sus avances en IA.
El conflicto encubierto en el que se encuentran Estados Unidos y China tiene un nuevo capítulo a las puertas de 2024. El tema gira de nuevo alrededor de la inteligencia artificial. Su dominación en los próximos años será una de las claves del mundo moderno. Como recoge The Wall Street Journal, China tiene como objetivo lograr avances históricos en esta materia con un plazo de hasta el 2025. Estados Unidos, ante este desafío, ha colocado la inteligencia artificial desarrollada en sus fronteras como uno de los elementos críticos a proteger.
La carrera por dominar la inteligencia artificial
Y es que el FBI y otras agencias gubernamentales creen que China puede usar la inteligencia artificial para realizar un tipo de espionaje diferente al habitual. Su nuevo objetivo, gracias a la IA, sería “acceder y almacenar datos de estadounidenses a una escala imposible hasta el momento”. Pero no solo lo harían con tecnología desarrollada allí, sino en base a patentes de Estados Unidos robadas. “Ahora están trabajando con inteligencia artificial para mejorar sus operaciones de hackeo masivo usando nuestra propia tecnología contra nosotros”, afirmaba Christopher Wray, director del FBI, a principios de año.
El mismo medio apunta a que oficiales de Estados Unidos piensan que el banco de datos actual de China es enorme, pero desordenada. Gracias a la IA podrían poner nombre y apellido a cada elemento que tenga conexión con una persona entre cientos de millones de líneas de código. Incluso Microsoft se ha pronunciado al respecto a través de su actual presidente, Brad Smith: “Inicialmente la gran pregunta fue si alguien, incluidos los chinos, tenía la capacidad de usar máquina de aprendizaje adaptativo y fundamentalmente IA para dar coherencia a estos grupos de datos y usarlos contra objetivos. En los últimos años hemos visto evidencias de que realmente ha ocurrido”.
El plan actual de China, de acuerdo a las autoridades de Estados Unidos, es precisamente eso: dar coherencia a los datos que han sustraído de bancos, aseguradoras y organismos a lo largo de las últimas décadas. Un nuevo tipo de espionaje con el que podrían rastrear los viajes de una persona, o qué enfermedades tiene. Y la amenaza es seria. “China puede utilizar la IA para crear virtualmente un dossier de cada americano, con detalles que van desde su historial clínico hasta tarjetas de crédito, números de pasaporte o la dirección de sus padres e hijos”, señala Glenn Gerstell a The Wall Street Journal, antiguo consejero de la Agencia Nacional de Seguridad. “Coge esos dossieres, añade unos cuantos cientos de hackers trabajando para el gobierno chino y tenemos una potencial amenaza a la seguridad nacional a la que temer”.
Uno de los ejemplos más sonados tiene que ver con Apple. Xiaolang Zhang se disponía a tomar un vuelo a Beijing en julio de 2018. Nunca lo tomó. Antes de montarse le estaban esperando las fuerzas de la ley para arrestarle, acusado de robar secretos de la compañía en relación al Apple Car, el proyecto de vehículo autónomo que durante tantos años ha sobrevolado a los de Cupertino. En 2022 se celebró finalmente el juicio. La sentencia fue clara: culpable. China y las empresas autóctonas siempre han negado estar involucradas en estos casos.